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Ante Tomic anota sin que Sato pueda evitarlo
Playoff de la Liga Endesa | El Barça saca el orgullo y empata la serie ante el Valencia Basket
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Playoff de la Liga Endesa | El Barça saca el orgullo y empata la serie ante el Valencia Basket

La Fonteta decidirá mañana en otro encuentro dramático

JUAN CARLOS VILLENA

Viernes, 26 de mayo 2017, 00:33

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El Valencia Basket sigue abonado al dramatismo y volverá a vivir por cuarta vez la resolución de una serie al mejor de tres partidos en la Fonteta. Será mañana. A vida o muerte. Cara o cruz. Como ocurrió frente al Khimki, el Hapoel y el Unicaja en la Eurocup. En una temporada cargada en el calendario el conjunto taronja llega a finales de mayo como el único equipo español que ha disputado todos los partidos a los que podía aspirar. Todos, teniendo en cuenta que en la Copa del Rey quemó sus tres balas, en la Eurocup todas las series se exprimieron al máximo... y la primera del playoff de la ACB también lo hará. El drama llegará al cumplirse de nuevo uno de los muros que le Valencia Basket ha sido incapaz de subir durante todo el curso, el rematar una serie fuera de casa tras ganar el primer partido en la Fonteta. No pudo en Moscú, ni en Jerusalén, ni en Málaga, ni en Barcelona. El dato es objetivo, no se puede cambiar, pero no quita ninguna opción al conjunto valenciano para poder acceder a la sexta semifinal de su historia en la ACB. Eso sí, para hacerlo tendrá que dar un nivel de baloncesto inmensamente superior al de anoche en el Palau puesto que le Barcelona demostró tener orgullo y no tirará de forma fácil la toalla.

El partido de desempate comenzó a jugarse a falta de siete minutos para el final del último cuarto. Diagne se marchó del parquet lesionado, apoyado en uno de los fisios del Barça, y tapándose la cara con el brazo. Su pierna derecha dijo basta. En el caso de que no pueda recuperarse a tiempo, será un Tomic frente al mundo en el juego interior.

«No estamos defendiendo igual de agresivos en Valencia y el resultado de eso es un 49-32». Fernando San Emeterio clavó el diagnóstico a pie de pista en el micrófono de Movistar Plus antes de encarar al descanso el camino al vestuario visitante con sus compañeros. El problema para los taronja es que nadie pudo poner remedio en la pista durante los primeros veinte minutos de partido. La situación no había sido cómoda para el conjunto catalán durante toda la tarde, puesto que afrontaba por primera vez en los últimos diecinueve años un primer partido de cuartos de final en el Palau con desventaja de campo y con la posibilidad de quedar apeado antes de las semifinales después de más de una década. La posibilidad del último partido de la temporada en casa era tan real que antes del calentamiento el primer equipo se realizó las fotos con cada equipo de la cantera que despiden el curso baloncestístico. La cara de Tomic era un poema, consciente de lo que significaba ese 'por si acaso' con los niños desplegados por el parquet.

La estrella croata enseñó el camino a sus compañeros. En los días previos lanzó un mensaje muy claro a su vestuario recordando que nunca se había ido de vacaciones en mayo desde que vestía la camiseta blaugrana, una arenga de orgullo que demostró sobre el parquet del Palau en el primer cuarto. Después de perder la lucha, de forma clara, con Dubljevic en el primer partido de la serie se quitó la espina en el arranque del segundo. De su mano, en ataque y en la intimidación, llegó el dominio inicial del conjunto catalán (20-19) que se acrecentó con la entrada de Renfroe en la segunda unidad.

El americano se destapó en el segundo cuarto y saltaron por los aires todos los sistemas preparados para el encuentro por parte del conjunto visitante. No fue Rice sino Renfroe el que lideró el parcial de 29-13 en el segundo cuarto que fue clave para el empate en la serie. Desde entonces, el Valencia Basket intentó remar pero siempre se quedó muy lejos de la orilla. Ese 49-32 al descanso pesó como una losa porque evidenció una superioridad aplastante del Barcelona en los dos lados de la pista; con 62-28 en la valoración y 17-10 en el rebote. El Valencia Basket necesitaba un cambio radical en el tercer cuarto... pero la segunda parte comenzó con un triple de Claver que subió la máxima renta al marcador (52-32).

Desde entonces, lo más destacado en el bando taronja es que sacó el mismo orgullo que su rival en la primera parte. Algo indispensable a la hora de afrontar mentalmente un tercer partido donde los pequeños detallen van a decidir el semifinalista. Vives y Sastre dieron un paso al frente para intentar una remontada que parecía imposible... pero a los taronja les faltó continuidad en la pegada. Las buenas intenciones no bastaron porque el nivel defensivo no se subió lo suficiente como para darle la vuelta a un resultado adverso por casi dos decenas de puntos. Los hombres de Pedro Martínez, el técnico tampoco encontró la tecla en las rotaciones, enlazaron cuatro ataques anotando tres puntos, por triples o canastas más adicional, pero el efecto en el rival fue el mismo que obtiene un púgil cuando da muchos golpes seguidos sobre el ring pero de escasa intensidad. Tras ese arreón en ataque... el marcador seguía siendo 70-53. Fue entonces cuando los taronja sacaron la última rabia que tenían dentro, con un parcial de 3-12 que albergó la última posibilidad de victoria (73-62 al inicio del último cuarto) pero el Barça mantuvo la calma y empató la serie de forma merecida. Desde entonces comenzó a descontar el reloj de arena. Chechu Mulero no dudó en entrar en el vestuario par animar uno a uno a sus jugadores. Mañana la Fonteta vivirá el cuarto partido decisivo en dos meses en una serie. Dictará sentencia.

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