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Joan Sastre, jugador del Valencia Basket
Terceros tras otro drama en la Fonteta
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Terceros tras otro drama en la Fonteta

El UCAM Murcia hurga en la herida de un rival muy nervioso, con signos de ansiedad, que nunca se encontró cómodo y que perdió la segunda plaza

PPLL

Domingo, 14 de mayo 2017, 23:56

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Al Valencia Basket le sigue dando vértigo la Euroliga, aunque la temporada ni mucho menos ha acabado para los taronja. Las dos realidades son indiscutibles. Lo uno y lo otro, por mucho que tras un tropezón siempre se vea la vida de color negro. El conjunto taronja perdió de forma merecida con el UCAM Murcia porque fue un manojo de nervios durante la mayor parte del encuentro, lo que provocó un nuevo drama en un pabellón que tiene demasiado recientes heridas de guerra. La derrota ante el conjunto de Katsikaris le llevó irremediablemente a la tercera plaza, puesto que el Baskonia sí que hizo los deberes durante toda la tarde y barrió de la pista (103-66) al Fuenlabrada. La suma de los dos resultados fue 40, once más que le límite máximo para que los valencianos conservaran la segunda plaza. Una decepción que tiene que ser efímera, puesto que el sábado 20 de mayo arrancará en el pabellón de Hermanos Maristas el cruce de cuartos frente al Barça al mejor de tres partidos.

La magia del baloncesto con playoff es que las lágrimas tienen que durar lo que tardan en salir de los ojos. Al menos que uno se quiera inmolar en la plaza pública. Ponderable pero no muy poco práctico. No parece el caso visto los gestos de rabia con los que abandonaron los jugadores el vestuario local de la Fonteta. El camino a la Euroliga se ha complicado, eso es indudable, pero el Valencia Basket afrontará la primera ronda del playoff con ventaja de campo, frente al Barça, aunque ya sabe que la segunda eliminatoria, en el caso de superar al conjunto de Víctor Claver, sólo la disputaría con ventaja de campo si el Gran Canaria elimina al Baskonia. Queda muy lejos pero es un dato objetivo que hay que tener en cuenta.

Los nervios comenzaron a subir de intensidad en la Fonteta al descanso, puesto que a esa hora de la tarde la horquilla de los taronja era la peor posible, con un average negativo con el Baskonia de 31 puntos cuando el límite era de 29 en caso de derrota ante los murcianos. Los dos tiros libres de Campazzo que pusieron el 27-34 provocaron que la tarde de transistores necesitara nuevas pilas. Al paso por vestuarios en todos los partidos, el Valencia Basket era tercero y su rival en cuartos de final del playoff era el Barça. Un temor que acabó confirmándose en realidad una hora después. El mal inicio de encuentro fue un aviso.

Además del plus de intensidad del conjunto de Katsikaris, que acabó muy picado su partido intersemanal frente a Unicaja por motivos arbitrales, la sensación agridulce llegó por una mala primera parte de los locales. A los valencianos se les vio ansiosos y sin ideas en la mayor parte de los minutos. Lastrado en ataque por sus nueve pérdidas de balón y en defensa por despistes puntuales que, gracias al rebote ofensivo, permitieron al UCAM marcharse siete arriba pese a anotar tan sólo 34 puntos. Subir la intensidad defensiva, algo que ocurrió tras la entrada de Sikma en el segundo cuarto para bajar la renta visitante del 19-30 al 27-32, era el camino a seguir para remontar el partido y salvar la segunda plaza. Lamentablemente, faltó convicción y energías a partes iguales para conseguirlo.

El Valencia Basket saltó mucho más metido al inicio de la segunda parte, era complicado que fuera al contrario, pero no acabó de consumar la remontada en el inicio del tercer cuarto. Un triple más adicional de Rojas volvió a meter en el partido al UCAM (33-38) y en ese instante se encendió la bombilla taronja. Un parcial de 11-3, con San Emeterio y Sastre de estiletes, volteó el electrónico por primera vez desde el 2-0 inicial (44-41). En ese momento la tarde de transistores ponía al Valencia Basket segundo y al Gran Canaria como rival en cuartos. Demasiado bonito para ser real.

La clave para no caer de nuevo en el abismo del vértigo era no volver a permitir que el UCAM Murcia se pusiera por delante... pero eso no ocurrió. Después de amasar una máxima renta al final del tercer cuarto (53-49) el conjunto visitante volvió a poner a la Fonteta en un manojo de nervios con un parcial de 4-12, con Campazzo como líder, para asestar un golpe casi definitivo (57-61). Los tiros libres simbolizaron el drama taronja. En el 19 de 30 comenzó a irse el partido. De nada sirvió que Diot empatara el partido a 61, el miedo había decidido que iba a tumbar de nuevo al Valencia Basket. Con situaciones incomprensibles, como la de ver a los cinco jugadores en pista del conjunto valenciano sin buscar un tiro rápido cuando iban perdiendo de seis (61-67) o sin hacer falta personal cuando lo hacían por cuatro cuando restaban pocos segundos para el final. El vértigo, que ni mucho menos llegó al nivel de la trágica noche frente a Unicaja en el tercer partido de la final de la Eurocup, sí que dejó la misma sensación en la pista.

El objetivo deportivo del club, la Euroliga, comenzará a ponerse en juego el sábado frente al Barcelona. Es cierto que enfrentarse a un equipo con Licencia A impedirá que el billete para la Copa de Europa se selle en el primer cruce, puesto que al menos otro equipo sin ella comparecerá en semifinales. Toca levantar la cabeza, templar los ánimos y jugar a baloncesto. Es 'sencillo'.

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