Secciones
Servicios
Destacamos
JUAN CARLOS VILLENA
Jueves, 30 de marzo 2017, 00:45
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Pierre Oriola sufrió en 2012 la tiranía del ahora NBA Rudy Gobert. España se tuvo que conformar con la lucha por el bronce tras caer con Francia por 59-66 en la semifinales del Europeo U20 de Eslovenia. Los hombres de Luis Guil se levantaron para conseguir la presea frente a la Serbia de Bogdanovic y Mitrovic. Pierre Oriola compartía vestuario en aquella selección con Dani Díez, uno de sus rivales en la final de la Eurocup que está disputando el Valencia Basket frente al Unicaja. Cinco años después de aquel pequeño disgusto, el catalán viaja a Málaga dispuesto a cumplir su deseo de ser campeón de Europa. «Es algo que siempre he soñado. Estoy a un paso de conseguirlo y es una motivación enorme», confesó a LAS PROVINCIAS el día después de poner el 1-0 en la final de la Eurocup. Para Oriola todo está siendo nuevo esta temporada. Nunca había disputado una final a nivel de clubes, lo hizo en la Copa del Rey de Vitoria, y ahora repite en la continental: «Jugar una final europea es algo nuevo para mí. Ya viví en la de la Copa el revuelo mediático que se monta en este tipo de partidos y es un indicativo de lo importante que es la cita para los aficionados. Sabemos que después de ganar el primer partido de la final estamos a las puertas de hacer historia como el equipo de los cuatro títulos de Eurocup».
El Valencia Basket ha conseguido desesperar a su rival malagueño, al que ha ganado los cinco partidos que ha disputado esta campaña. Una de las claves de los taronja es no variar la rutina, el día a día de trabajo. Algo que las cámaras comprobaron en la previa del primero partido: «Sabemos mantener la tranquilidad en los momentos de presión. Es obvio que en tu mente está presente que no estás jugando un partido normal pero no alterar el modelo de trabajo es importante. El buen ambiente en la previa del primer partido fue el mismo que el de siempre. En el vestuario hay doce personas que somos como una familia y vamos a muerte unos con los otros».
Mantener la calma fue clave para encontrar la fórmula, con los triples finales de Dubljevic, de desactivar a un gran Unicaja el miércoles. «Sabíamos que había que ganar sí o sí porque ya se demostró contra el Khimki y el Hapoel que golpear primero al final es clave», reconoció el de Tàrrega, que espera un ambiente muy caliente en el Carpena: «Ahora tenemos que apretar los dientes porque también comprobamos en las otras eliminatorias que te esperan con muchas ganas cuando vas fuera de casa con un 1-0».
El Valencia Basket quiere sellar mañana el título en el Carpena: «Ahora tenemos dos oportunidades pero sabemos que tenemos que ir a Málaga a intentar cerrarlo. El primer partido fue muy duro, por momentos se nos puso el miedo en el cuerpo, pero supimos levantarlo. Estamos a un paso y hay que intentar que llegue en el Carpena. Una de las vías, si Musli sigue de baja, será el juego interior. «Tenemos al mejor pívot de la competición que es Dubljevic. Es un lujo y lo que intento es aprovechar los relevos al máximo para además de darle descansos aportar mi granito de arena. Junto con Will y Luke lo que intentamos es que no baje nunca el nivel de intensidad», apuntó.
Antes de los triples de Dubljevic, Oriola fue el hombre que revolucionó el último cuarto del primer punto de la final. Una canasta más adicional suya, tras levantar un balón imposible, puso la máxima renta y a la Fonteta en pie. ¿Qué siente un jugador cuando consigue que todo un pabellón explote?. «Es un momento muy bonito porque cuando tienes una carga de adrenalina tan grande escuchar como la Fonteta entera estalla en un grito es algo que no puedes describir con palabras. Sentir ese cariño es como un reconocimiento al trabajo». Oriola no quiere ni oír hablar de un tercer partido «porque si te firmaran en un papel que en el tercero ganas pues claro que sería bonito vivirlo en casa pero eso no es así. Esto es deporte profesional y tienes que intentar aprovechar siempre las oportunidades». Por cierto, el pívot dejó un 'recado' para los árbitros de Málaga: «Hay veces que te dejan pegar y otras que no. Pienso que el criterio tiene que ser siempre el mismo».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
¿Cómo llegó una valla de obra a lo alto del Acueducto?
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.