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Van Rossom, Rafa Martínez, Dubljevic y Romain Sato, los supervivientes del título de 2014, posan en el parquet de la Fonteta. :: damián torres
El amo de la Eurocup busca su cuarto título

El amo de la Eurocup busca su cuarto título

Nedovic se vestirá pero jugará con dolor y los taronja desean alargar la racha victoriosa frente a los malagueños

JUAN CARLOS VILLENA

Lunes, 27 de marzo 2017, 23:56

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valencia. La final de la Eurocup de 2017 comenzó a labrarse hace más de un año. La noche del 10 de febrero de 2016, la fecha en la que el Valencia Basket certificó su decepcionante eliminación del torneo, reinó el silencio en el vestuario de la Fonteta. No hacía falta verbalizar el deseo, devolver al club al lugar al que pertenece, que no es otro que la Euroliga. La mejor forma de cerrar esa herida es conseguir el cuarto título de la Eurocup, un trofeo que desde hoy está en juego al mejor de tres partidos. El conjunto valenciano afronta su séptima final europea como amo absoluto de la competición, puesto que su triplete ya le coloca como el club con más copas en sus vitrinas. Conseguir la cuarta sería la mejor forma de cerrar una etapa. Puesto que el deseo de la entidad es que sea el último que brille en la sala de trofeos. La madurez del club merece una larga vida en la Euroliga. Ese es el verdadero objetivo a medio plazo y esa la ilusión que los diez jugadores que le quedan sanos a Pedro Martínez intentarán plasmar hoy en el parquet de la Fonteta, buscando el 1-0 en la serie. Si algo quedó demostrado en las eliminatorias de cuartos y semifinales en el conjunto taronja es que la caldera ha funcionado como un sexto hombre de verdad. No como una frase recurrente. De verdad.

El camino para los valencianos ha sido muy largo en la Eurocup, al exprimir las dos series en tres partidos. Su balance de 17-3 resume una competición sobresaliente a la que le falta la guinda del título. La fortaleza del grupo es lo que ha tapado el lastre de las lesiones. Si por algo se ha convertido en muy peligroso el Valencia Basket es porque el entorno ha acabado 'olvidando' las lesiones de Diot y Kravtsov. En condiciones normales, disputar la parte decisiva de una Eurocup sin dos pilares de ese nivel hubiera supuesto un batacazo. Sumando la lesión de Vives, ya recuperado para la causa, el bloque taronja es la gran amenaza para el Unicaja.

La mayor experiencia de los jugadores taronja en este tipo de partidos, hasta cuatro repiten la final de la Eurocup de 2014 que supuso el último título de la entidad, no debe despistar a nadie. Si algo ha demostrado el Unicaja en la presente edición del torneo es que también ha sabido sobreponerse de todos los golpes. Cuando mucha gente les daba por muertos al perder de forma contundente los dos partidos del Top 16 frente al Valencia Basket levantaron dos eliminatorias con factor pista en contra para disputar su primera final con este formato, puesto que el club malagueño tiene en su historial dos finales de la Copa Korac y un título (el conquistado frente el Hemofarm en 2001). En ese peligro ha incidido el cuerpo técnico taronja en las horas previas al partido. El conjunto andaluz sabe que sus posibilidades pasan por dar el golpe en el primer partido para intentar finiquitar la serie en el Carpena, como ocurrió frente al Lokomotiv para tumbar a otro favorito como era el conjunto ruso. La baja de Musli, ayer viajó a Valencia pero no llega a tiempo de disputar el envite, y con Nedovic entre algodones, jugará con dolor por la importancia del partido, condicionan la rotación de Plaza. Algo que los dos técnicos saben y de lo que intentarán sacar tajada. Una lista corta hace que jugadores 'tapados' puedan dar un paso al frente. Un peligro que en el partido de la Liga Endesa entre ambos equipos el sábado en la Fonteta demostró Oliver Lafayette, un extaronja que también sabe lo que es ganar la Eurocup. La de 2014 en Kazán.

El Valencia Basket tratará de alargar su racha de victorias frente a Unicaja. Un factor que puede ser clave puesto que se está convirtiendo en un muro para los andaluces el poder tumbar a un rival que le ha tomado la medida. Contando el playoff de la ACB de la pasada temporada, el balance entre ambos es de 6-0, que se extiende a siete victorias en los últimos ocho partidos. En el episodio más reciente, el 81-77 en la ACB, se evidenció que si los taronja logran ganar la lucha en la pintura (no lograron capturar ningún rebote ofensivo en la primera parte y ocho en la segunda) el partido se le puede hacer muy largo a un equipo con tan sólo dos interiores puros más la aportación de Suárez y Okouo.

No hay que esconder que el premio de la Euroliga para el ganador de la final supone una dosis de morbo. Las dos entidades han defendido en la última década dos modelos de gestión para la antigua Copa de Europa. En Málaga se alzó la bandera de las licencias, en Valencia la de los méritos deportivos. Es normal que cada uno barra para casa, como también lo es que sobre el tablero se juegan por primera vez cara a cara el poder ganarse el derecho a volver a la máxima competición europea. La última vez que un título se disputó en un playoff a tres partidos fue en 1963. El CSKA le ganó al Real Madrid la Copa de Europa por 2-1. Los taronja, buscan el relevo.

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