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J. C. VILLENA
Domingo, 26 de marzo 2017, 00:07
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Una final europea entre dos equipos del mismo país tiene muchos más alicientes de lo normal. No hay que esconderlo. Algo que, además, es más evidente cuando las dos entidades buscan el mismo objetivo que no es otro en este caso que un billete para la Euroliga. El pulso comenzó en los despachos, con la consecución por parte de Unicaja del aplazamiento de su partido del próximo domingo frente al Manresa después de que los taronja lo consiguieran con el suyo de Bilbao, y ayer se trasladó a la pista. Realmente comenzó el viernes, cuando Pedro Martínez dejó caer en la previa que le había llegado que Unicaja iba a reservar alguna carta para la final. El mensaje llegó al banquillo malagueño, que comenzó ese mismo día una concentración en Valencia que durará hasta el miércoles por la mañana.
Los micrófonos de Movistar Plus fueron testigos del cruce de 'puyas' entre ambos entrenadores. Comenzó Pedro Martínez recordando esa intuición: «Seguro que guardan alguna cosa, es una estrategia normal». Joan Plaza, que ya esperaba la pregunta por el mensaje repetido, no se mordió la lengua a la hora de contestar al catalán: «No podemos administrar nada, no tenemos un americano nuevo sino un chico de 19 años. Es una tontería decir que estamos guardando algo». Unos minutos después de ambas declaraciones, el 'chico de 19 años' disputó un buen partido (5 puntos y 5 rebotes para Okouo dando relevos a Omic) y el americano fichado por el Valencia Basket no disputó ningún minuto del partido.
Más allá del pique sano entre ambos entrenadores, lo que quedó claro es que el ambiente es de normalidad en la previa del duelo fraticida entre malagueños y valencianos. Antes del encuentro, Vicente Solá y Carlos Jiménez conversaron de forma tranquila sobre el camino que han tenido que seguir los dos equipos para llegar al duelo final por la Eurocup. El presidente taronja le explicaba con todo lujo de detalles el infierno que tuvo que sufrir Pedro Martínez en el banquillo en el encuentro de Jerusalén, donde las bocinas con batería de camión se postularon para romperle los tímpanos. Así de didáctico se mostró Dubljevic con Mike Tobey en los minutos en los que el montenegrino se sentó en el banquillo. El pívot no paró de dar indicaciones al americano sobre el estilo de juego de la ACB. Toda piedra hacer pared en el proceso de adaptación.
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