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Pedro Martínez iguala la marca de Olmos de dos finales en un año

Juan Roig se abraza con el técnico taronja nada más acabar el partido y el equipo se conjura para lograr el título

J. C. VILLENA

Jueves, 23 de marzo 2017, 00:01

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El Valencia Basket disputará frente al Unicaja su segunda final de la temporada, la de la Eurocup tras llegar al partido decisivo frente al Real Madrid en la Copa del Rey de Vitoria. Una marca que no conseguía la entidad de la Fonteta desde 2003. Fue la única ocasión en la que el club logró disputar dos finales en una misma temporada, con Paco Olmos al frente de la nave. Aquel Pamesa logró imponerse al Novo Mesto en la final de la ULEB Cup, consiguiendo el primer título europeo de su historia y le disputó la ronda final al Barça en la ACB, aunque no logró conquistar la Liga. Catorce años después, el Valencia Basket logra encadenar dos finales en una misma campaña. El objetivo de Pedro Martínez es, ahora, que también acabe con un título europeo. En esta ocasión sería el cuarto en las vitrinas de la Fonteta. De conseguirlo, abrirá de par en par las puertas de la Euroliga.

El primero en felicitar al técnico catalán, como primer responsable del equipo, fue Juan Roig. El propietario del equipo quiso que la primera postal de la celebración fuera un abrazo con Pedro Martínez. Sincero. De los que valoran el trabajo más allá de las tiranteces que pueda dejar el día a día. No es para menos. Con un presupuesto muy inferior al de 2003, su club volverá a disputar al menos dos finales en una misma temporada. Conseguir el triplete ya sería rozar la perfección pero no es algo que nadie pueda descartar a estas alturas del calendario, teniendo en cuenta que el Valencia Basket depende de sí mismo para terminar primero de la Liga Regular.

La fiesta ya había comenzado en la grada. La única ocasión en la que pudieron lucir el centenar de seguidores del Hapoel fue en los minutos previos. Por motivos de seguridad, para evitar lo ocurrido en el primer partido de la serie, fueron situados por la policía en el sector 218 una hora antes del comienzo del choque. Algo que impidió, por cierto, que el lleno en la Fonteta fuera completo porque el Valencia Basket no pudo vender cuarenta entradas para crear ese perímetro de seguridad. En cuanto el balón surcó el aire por primera vez, sus cánticos fueron engullidos por la caldera taronja.

Los seguidores israelíes no fueron los únicos que se dejaron de escuchar con el partido comenzado. Pianigiani sufrió el mismo infierno que Pedro Martínez en Jerusalén en los tiempos muertos. Con una diferencia, los seguidores valencianos situados detrás del banquillo del Hapoel utilizaron bocinas de aire forzando sus pulmones. Algo que no es ilegal. Cosa que no se puede decir de las bocinas industriales impulsadas con batería de camión, que fueron las utilizadas en el Pais Arena. Pianigiani protestó al árbitro principal y su gesto de contestación fue muy claro, no está pasando nada que no pueda ocurrir en un pabellón.

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