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La hora de la verdad

La hora de la verdad

La Fonteta se llenará para vivir otra noche épica y la policía reforzará la seguridad para evitar incidentes con los ultras israelís

JUAN CARLOS VILLENA

Martes, 21 de marzo 2017, 23:52

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valencia. El Valencia Basket está a tres victorias de conseguir un billete para la próxima Euroliga. La ambición que está llevando a la plantilla taronja a no dejarse caer pese al esfuerzo titánico al que están sometidos por las lesiones los nueve jugadores que quedan 'sanos' no está alimentada por eliminar al Khimki. Ni al Hapoel. Es por el premio final, el título y la consecución del gran objetivo ganado en la pista. Sin regalos ni licencias. Para aspirar a todo eso, los valencianos están obligados a rematar la serie frente al conjunto de Jerusalén. A una carta. A un todo o nada. Con la ayuda de los 8.500 seguidores que siguen opositando a que la Fonteta cambie su nombre por el de la 'caldera taronja'. Toda ayuda es poca en el partido más importante en lo que va de temporada. Más incluso que la final de la Copa del Rey.

Ante una cita de máximo voltaje, se han mimado todos los detalles. La policía va a marcar muy de cerca a los ultras del Hapoel para evitar que se repitan los incidentes del primer partido. Tal y como pudo confirmar ayer este periódico, las fuerzas de seguridad se han coordinado con los dos clubes para evitar cualquier problema puesto que el aforo limitado obligará a que el centenar de seguidores del Hapoel tengan que convivir con la zona del fondo norte reservado a la venta de entradas. Con todo el papel vendido, se extremarán las medidas para impedir el acceso a todo aquel que muestre una actitud agresiva antes o durante el partido.

El pase a la final, no obstante, se decidirá en la pista. El guión de la eliminatoria no ha podido ser más dramático, puesto que el Hapoel se juega incluso más que el Valencia Basket ya que en la liga israelí no tendrá opción de conseguir un billete para la Eurocup. En los dos primeros episodios de la serie se han demostrado los poderes de ambos equipos para llevarse el gato al agua. Los hombres de Pianigiani exhibieron músculo exterior para decidir el partido del Pais Arena en el último cuarto, con Kinsey y Jerrels como estrellas. Los jugadores de Pedro Martínez han sido muy superiores en la pintura pese a la baja de Kravtsov. El balance en el rebote de la semifinal es 81-67 favorable a los valencianos y el anotador entre los interiores 63-43. El Hapoel llega, además, con la duda de Peterson que se lesionó el hombro derecho en el partido de la liga israelí el pasado domingo. Repetir el buen trabajo colectivo de Dubljevic y Oriola sobre Stoudemire y lograr frenar a Kinsey, la gran pesadilla en la semifinal, abrirá buena parte de la puerta de una final donde ya espera el Unicaja y que comenzará el martes 28.

La inercia del Valencia Basket en la Fonteta indica que la fortaleza del pabellón de Hermanos Maristas está siendo clave para superar los momentos bajos, ya sea en el nivel de juego o por las lesiones. Desde que precisamente el Hapoel venciera 77-81 el 19 de octubre, los taronja encadenan un balance de 19-0 ante su afición. Si accede a su séptima final europea habrá subido la cifra a las dos decenas de victorias consecutivas. Ese factor pista es lo que se han ganado los taronja en las dos primeras fases de la Eurocup, posiblemente, más dura de la historia. Un nivel que, por cierto, hace que la mayoría de equipos que optaron por vivir la aventura de la Champions de la FIBA se hayan arrepentido de acceder al chantaje de las amenazas.

Pianigiani pudo dar descanso a algunas de sus estrellas (Kinsey y Stoudemire) en el partido que les enfrentó al Ironi Nahariya, aunque Pedro Martínez encontró la fórmula en los siete primeros cuartos de la serie para apretar al Hapoel cuando entra en pista la segunda unidad. Por ahí radica la gran clave del partido decisivo de esta noche en la Fonteta. El Valencia Basket debe forzar el desgaste defensivo de los siete jugadores israelís con un verdadero impacto estadístico. La rotación taronja de nueve, que puede subir a diez si Vives tiene buenas sensaciones en el calentamiento, se ha demostrado más regular en los dos partidos pretéritos. La teoría, eso sí, no valdrá de nada cuando el balón surque por primera vez el cielo de la Fonteta. El poso de los veteranos será determinante. En esa parte de la balanza, la 'caldera taronja' tiene muchos jugadores para dar un paso al frente. Es el día para hacerlo.

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