Borrar
Dubljevic presiona a Green con ayuda de Rafa Martínez. :: lp
El Valencia Basket, a tumbar al ogro europeo

El Valencia Basket, a tumbar al ogro europeo

El Khimki ganó al Valencia Basket la final de 2012 y le ha eliminado en dos de los tres cruces directos entre ambos

JUAN CARLOS VILLENA

Lunes, 27 de febrero 2017, 00:17

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En la reciente Copa del Rey de Vitoria, el Valencia Basket logró cerrar dos heridas en su historial en el torneo. La primera frente al Gran Canaria, que le apeó de la edición de A Coruña en 2016 a las primeras de cambio. La segunda contra el FC Barcelona, que le ganó la final copera de 2013 precisamente en el Buesa Arena. Esa motivación puede ser un buen punto de partida para afrontar la durísima serie frente el Khimki ruso que comenzará el martes en la Fonteta. Para muchos es la final anticipada de la Eurocup pero seguro que ese envoltorio no consuela ni a Pedro Martínez ni a Dusko Ivanovic. La cruda realidad es que uno de los dos grandes favoritos para ganar la presente edición se quedará fuera en la primera ronda a vida o muerte. El Bayern se interpuso en la 'lógica', con lo que se ha convertido en uno de los rivales a batir.

El Khimki es el gran ogro del Valencia Basket en su paso por la Eurocup. Hasta en las escasas alegrías de los taronja frente a los moscovitas. El único cruce directo en el que salieron victoriosos llegó con sufrimiento. Fue en los octavos de final de 2014, el año en el que acabaron levantando el trofeo en Kazán. El equipo de Perasovic llegaba al Basketball Center de Moscú Región, un nombre rimbombante para un pabellón que es una auténtica ratonera, con 16 puntos de ventaja tras el 75-59 de la ida. A menos de dos minutos para el final del partido de vuelta decía prácticamente adiós al torneo, cuando el que poco tiempo después se convirtió en jugador del equipo (Loncar) anotó el 97-74. Un triple imposible de Lafayette y una canasta al límite de Pau Ribas llevaron el partido a un final agónico. La defensa del propio Lafayette sobre Popovic impidió la canasta ganadora del Khimki. El -15 fue una dulce derrota. Tanta tensión había acumulada ante los rusos que el propio Perasovic lo celebró con un «que se jodan» cuando fue preguntado sobre si el triunfo cerraba viejas heridas con los amarillos.

Aquella derrota con sabor a victoria vaya si cicatrizó una puñalada. Una de las más dolorosas de la historia del club. Khimki, una ciudad de la periferia de Moscú, albergó la Final Four de la Eurocup en 2012. Cuando el equipo anfitrión eliminó al Zenit de San Petersburgo en semifinales, tras un último cuarto donde el arbitraje aniquiló la opción de sorpresa, el 'canguelo' se instaló en el bando taronja. Al final no fue para tanto pero es cierto que, de nuevo, en los minutos decisivos se volvió a barrer para casa. La del Khimki. La derrota del Valencia Basket en el partido decisivo por 77-68 llegó después de que Caner-Medley, el mejor del equipo de Perasovic esa noche, pusiera el 66-66 en el tramo final. Desde entonces, el parcial fue de 11-2 para los rusos. La imagen que pasó a la historia fue la persecución de Pietrus a Viator después de que el francés se 'tragara' el silbato y no señalizara una falta muy clara sobre el pívot de Guadalupe, con 73-68 en el marcador. Fue el símbolo de una derrota cruel que elevó la tensión a la zona del palco, con Juan Roig inmerso en una disputa acalorada con alguno de los VIPS locales.

Hay dos datos que resumen el respeto con el que el Valencia Basket debe afrontar la serie a partir del martes frente al equipo de Shved, al que han repatriado de la NBA con todo el oro de Moscú. Los valencianos han perdido los cuatro partidos que han disputado frente al Khimki en su pabellón y el balance total es de 2-6. Es decir, los hombres de Pedro Martínez necesitan las mismas victorias que en el global ante los rusos para pasar y si no quieren llegar al tercer partido en la Fonteta deberán tumbar el muro de la ratonera. Un reto apasionante.

En la primera visita a la periferia de la capital moscovita, un lejano 4 de diciembre de 2007, muy pocos podían imaginar que el dolor que dejó aquella derrota (81-78) iba a ser un símbolo ante el Khimki. El partido llegó con 78-78 a falta de tres segundos. El Pamesa no estaba en bonus con lo que Katsikaris ordenó hacer faltas para que el encuentro llegara a la prórroga. Oliver decidió defender a Ponkrashov y el base, que venía de aniquilar a España en la final del Eurobasket de Madrid, se marcó 'un Llull'. La rabia del técnico griego fue tal que el base catalán salió del vestuario a lágrima viva para pedir perdón por el error. Ese día, por cierto, Douglas anotó nueve triples. Un récord todavía vigente en el Valencia Basket en un partido de competición europea.

El Khimki volvió a cruzarse en el camino en los cuartos de final de la Final a Ocho de Turín en 2009. El Pamesa, ya con Spahija en el banquillo, quería borrar la eliminación ante el Joventut un año antes en la ciudad del Piamonte. No lo logró. Otra vez el gafe ruso. Los valencianos ganaban 70-65 a falta de dos minutos y el equipo de Scariolo y Garbajosa eliminó a los taronja con un parcial final de 3-11. El último precedente, los cuartos de final de 2015, también cayó del lado ruso.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios