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Thomas somete al Bilbao
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Thomas somete al Bilbao

El Valencia Basket impone su profundidad de banquillo para vencer a un rival directo en la lucha por ser cabeza de serie en la Copa del Rey

Juan Carlos Villena

Sábado, 3 de diciembre 2016, 18:11

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Will Thomas eligió el primer partido del exigente diciembre que le espera al Valencia Basket, donde se enfrentará a cuatro de los primeros seis clasificados en la Liga Endesa, para dar ese paso al frente que tanto se esperaba. Dentro y fuera del equipo. El ala-pívot de Baltimore, que llegó con un rol protagonista la pasada temporada en Unicaja, no acababa de encontrar su sitio en la rotación interior taronja. Ayer se notó su presencia en pista, donde más allá de estar poco acertado en el tiro (5 de 16 en lanzamientos de campo) demostró que siempre estaba en el momento adecuado. Sus 14 rebotes fueron el testimonio. La fuerza de Thomas fue la gota que colmó el vaso físico de un Bilbao Basket al que se le fundieron los plomos de los viajes de Eurocup. Esos que se convierten en un condicionante maldito te llames como te llames. Si para Valencia Basket lo fue tras viajar a Krasnodar o Jerusalén (sufrió lo indecible ante el Betis) el conjunto vasco notó a partir del descanso la falta de gasolina de volver un jueves de Lituania y jugar un sábado.

Dicho lo cual, el Valencia Basket hizo lo que le tocaba; aprovechar esa circunstancia que en otras ocasiones han hurgado sus rivales. Esperó su momento y a los hombres que llegaban en plenitud física para ganar de forma contundente un partido de esos con asterisco, que pone un 7-3 de balance en la ACB y que permite a los taronja seguir aspirando no sólo a clasificarse para la Copa del Rey sino a hacerlo como cabeza de serie. El ejemplo de Thomas amortiza la decisión de una plantilla larga donde nadie tiene un status de estrella. Con Dubljevic aún de baja, el de Baltimore fue el primero en brillar entre el grupo de jugadores que no han tenido ninguna merma física durante la semanas. Por cierto, sus 14 rebotes no superaron su mejor marca en España, puesto que el pasado 24 de abril se marchó a los 16 con Unicaja en el partido de los malagueños en Manresa. Thomas no fue la única clave individual. Los tirones de Diot en la manija del partido y la exuberancia física de Kravtsov, que sigue yendo a más, fueron la puntilla para el equipo de Carles Duran. La segunda unidad valenciana mató a los hombres de negro, con un 46-8 en la anotación de los jugadores de banquillo. El +22 final, además de valer oro para la Copa, puede ser determinante al final de la Liga Regular en el caso de un empate múltiple con los vascos.

Tras la apurada victoria ante el Real Betis, el Valencia Basket buscaba una victoria redonda para encarar tres encuentros de máximo nivel en ACB (la visita a Málaga, el partido en la Fonteta frente a la sensación del Iberostar Tenerife y el viaje al Palau) y la encontró. Incluso con variantes tácticas a la espera de la mejor versión de Van Rossom, ayer evidenció que está empezando a recuperar mano, como la de Vives jugando minutos de escolta con Diot como base. Incluso los dos tocados para la cita pusieron su grano de arena. Sato de inicio, puesto que se quería aprovechar el calentamiento del alero puesto que no se sabía al aguante físico que podía tener en el encuentro. El africano bordó el primer cuarto, tanto en ataque como en la defensa a Mumbrú.

El trabajo sobre el catalán, teniendo en cuenta que esta temporada el Valencia Basket no tiene la figura del tres alto, fue otra de las claves. El desgaste de Sato y San Emeterio, el otro jugador que llegó tocado, acabó desquiciando al segundo triplista de la historia de la ACB en activo. El Bilbao Basket comenzó golpeando, anotando 10 puntos en los primeros tres minutos que apuntaba a un partido de alto voltaje. En los siguientes 37 anotaron 51. Primero por el gran trabajo defensivo de su rival y, segundo, cuando la cabeza desconectó al ver que el equipo taronja se marchaba de veinte.

La cadencia del partido comenzó a cambiar desde el 11-14. Un parcial de 12-2 permitió al Valencia Basket abrir brecha al final del primer cuarto (23-16). El despertar de Thomas en el segundo, con 7 puntos y 6 rebotes, amenazó con romper el partido antes del descanso pero tras el 33-23, que llegó con un mate del americano, el Bilbao Basket se encomendó a Mumbrú para apretar los dientes y que todo se decidiera en el segundo tiempo (36-30).

La consigna de Pedro Martínez en el vestuario fue clara, su equipo tenía que aprovechar los primeros indicios de saturación que el rival había mostrado en esos minutos donde Thomas y Kravtsov subieron el listón dentro. El plan salió perfecto, puesto que el parcial de 28-13 del tercer cuarto sentenció la victoria (64-43). Diot volvió a cambiar de marcha el encuentro en el primer tramo del segundo tiempo y tras una técnica a Carles Duran se comenzó a vislumbrar que quedaba poco para que el Bilbao ondeara la bandera blanca. La lógica relajación en el último cuarto amenazó con maquillar la renta en el marcador pero el conjunto taronja no estaba dispuesto a pasar la oportunidad de pegar un golpe encima de la mesa.

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