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Pierre Oriola se faja de su defensor para anotar en el Gran Canaria Arena. :: acbphoto
Oriola: «Siempre me parto la cara en la pista»

Oriola: «Siempre me parto la cara en la pista»

Felipe Reyes es uno de los referentes del nuevo ídolo de la Fonteta: «Es un espejo donde poder reflejarme e intento parecerme a él»

JUAN CARLOS VILLENA

Sábado, 15 de octubre 2016, 23:56

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«Cuando llegas a un club grande siempre sueñas con hacerlo bien desde el principio». Esa es la primera frase que le sale del alma a Pierre Oriola (Tàrrega, 1992) para definir el dulce momento que está viviendo en el Valencia Basket. El interior, de 2,08 y 24 años recién cumplidos, llegó a la Fonteta para hacerse un hueco en la rotación con un panorama de primer nivel por delante pero la realidad del equipo le ha llevado, gracias a su trabajo, a asumir un rol principal. Algo que, en una charla tranquila con LAS PROVINCIAS, reconoce que puede cambiar en cualquier momento: «La verdad es que todo me está viniendo de cara pero seguro que vendrán épocas peores. Desde el primer día he intentado dar el máximo, aprovechar todos los minutos y las oportunidades. Primero en pretemporada con la ausencia de Dubljevic y tras el corte de Bryant dando la rotación a nuestro mejor hombre interior como es 'Dubi'».

Esa cualidad, la de aprovechar el momento y el lugar, es la que diferencia a los deportistas que crecen con los que se estancan. Ya le pasó con la marcha de Porzingis desde Sevilla a la NBA y ahora lo está demostrando con el despido de Bryant. El catalán simboliza el mensaje de calma al club a la hora de encontrar un fichaje, puesto que su rendimiento no es discutible. En ACB promedia 6,3 puntos y 4,7 rebotes en 12 minutos por partido y en su estreno en la Eurocup se marchó a 11 puntos y 8 rebotes. «Hay otros jugadores que tendrán más calidad que yo, que estarán dotados de un don por el baloncesto o serán mejores tiradores, pero lo que me ha llevado a estar aquí es el trabajo diario y el dar el cien por cien todos los días», destaca, antes de sentenciar: «Ese es Pierre Oriola, salga bien o mal siempre me parto la cara en la pista».

El ilerdense ha crecido como jugador siguiendo los pasos de Felipe Reyes. Un referente para todos los jugadores que pretendan fajarse en una pintura frente a rivales, a priori, con más calidad o altura. «Es un ídolo», reconoce: «Muchas veces lo tengo que sufrir en la pista y me gustaría no tener que hacerlo y tenerlo en mi equipo porque sería un lujo». Una petición complicada como zanja con una sonrisa. Lo que tiene claro es que su ambición le lleva a no ponerse metas: «Ojalá pueda llegar a tener la mitad de la carrera que ha tenido él y disfrutar en Valencia como lo hace él en el Real Madrid y también algún día de la selección. Es un espejo donde reflejarme e intentar parecerme a él. Se que es muy difícil porque cada año que pasa está mejor. Cada año te saca una cosa nueva y parece mentira para un jugador tan veterano y que lleva tantos años en el máximo nivel».

Un aspecto que explica el crecimiento meteórico de Oriola desde 2013 es que invierte cada verano unas semanas, y dinero, en pagarse entrenamientos individuales para mejorar su juego. «No se si es por la ética de trabajo que tengo o por los entrenadores que he tenido en categorías inferiores pero siempre me han aconsejado que trabajara más que los demás para suplir el plus de calidad que podían tener otros compañeros o rivales. El verano es el mejor momento para trabajar estas cosas porque durante el año estás más centrado en la táctica que requiere el equipo. Para la mejora individual y física está el verano», apunta.

¿Reconoce en su inicio de temporada algunos aspectos que haya pulido en julio?. «Estoy jugando ahora de cinco cuando en Sevilla estaba acostumbrado a hacerlo de cuatro. He mejorado el tiro este verano en situaciones en movimiento y en penetración para atacar más de cara. También he trabajado mucho estos años para cargar el rebote como un animal o moverme bien sin balón por toda la pista». El siguiente reto no es colectivo, sino individual. El miércoles tendrá que defender a Stoudemire, con el que tantas veces a disfrutado por televisión: «Jugar contra él va a ser un orgullo. Habrá que darle porque al final sigue siendo un jugador muy físico y ha sido una estrella en la NBA. No hay que tenerle miedo, hacer las cosas bien e intentar pararlo porque seguro que es uno de los jugadores más importantes del Hapoel». El catalán considera que las victorias en Gran Canaria y ante el Ulm evidencian el crecimiento del equipo: «El Ratiopharm venía de estar invicto en Alemania. Si no se reflejó su nivel fue fruto de nuestro trabajo».

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