La FIBA excluirá a las selecciones cuyos países apoyen la Euroliga

La guerra abierta en el baloncesto europeo vivió ayer un punto que puede ser de no retorno si todas las partes no comienzan a aplicar el sentido común. La FIBA, en un duro comunicado, amenazó de forma abierta a las federaciones que permitan que los clubes de sus países se inscriban en la próxima Eurocup, la competición que tiene el mismo caladero de equipos que la Champions League que se presentó el lunes en París. Ese dato es fundamental, puesto que no afectará a los países que tengan a sus equipos jugando tan sólo en la Euroliga. Así lo reconoció de forma expresa el comunicado de FIBA: «Con la excepción de los 16 equipos de Euroliga, cualquier federación nacional que apoye prácticas de vinculación ilegales con la Euroliga permitiendo a sus ligas o clubes aplicar acuerdos con ella perderá automáticamente el derecho a participar en las competiciones de equipos nacionales organizadas por FIBA Europa».

Esa amenaza, trasladada al territorio español, excluirá a España, la actual campeona, del Eurobasket de 2017 si la ACB firma la oferta que recibió por parte de la Euroliga en la reunión celebrada el 14 de marzo en Barcelona, donde la Liga Endesa clasificará a tres equipos por vía deportiva para la Eurocup. Esa es la competición que FIBA quiere que salte por los aires, con lo que si la asamblea que deben convocar los clubes, la fecha que más se baraja es a principios de abril, ratifica el no a la Champions, España quedará descalificada para el próximo Eurobasket. FIBA Europa, además, insinuó que ese veto podría ampliarse, por ejemplo, al Mundial: «La retirada del derecho a participar en las competiciones internacionales de Europa puede extenderse también a otras competiciones». Los Juegos Olímpicos quedan fuera de discusión, puesto que su organización compete al COI. Por cierto, una de las tres puertas de Euroliga por vía deportiva para la ACB en 2016 se cerró ayer con la eliminación del Bayern de Pesic en los cuartos de la Eurocup.

El órdago federativo se completó con una fuerte carga de crítica a la linea de flotación del organismo que preside Jordi Bertomeu: «El Consejo reconoció la necesidad de proteger a los clubes y ligas de las acciones ilegales de la Euroliga, cuyo objetivo es servir a los intereses de unos pocos clubes en detrimento de los otros y, finalmente, del baloncesto en Europa».

Este último movimiento de ajedrez no servirá para otra cosa que para marear, si cabe más, al aficionado. Un ejemplo práctico. Las amenazadas por FIBA Europa son las selecciones con lo que el sentido común indicaría que la contestación ayer deberían haberla dado las federaciones. No, la dio la Euroliga, un organismo al que no le afecta para nada ese veto puesto que gestiona una competición de clubes: «Sólo podemos expresar tristeza y decepción por el hecho de que la FIBA quiera resolver con sanciones una situación que no podía resolver con el diálogo. La Euroliga y los clubes continuarán trabajando juntos, independientemente de las amenazas de la FIBA con la esperanza de que las federaciones recuerden que los clubes son la base del sistema deportivo y reconocer su libertad de unirse a la competición que consideren mejor». Fuentes oficiales de la Federación Española de Baloncesto informaron ayer a este periódico que de momento no se plantean una respuesta. Algo, sencillamente, sorprendente e inexplicable.