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El penúltimo tren de Albert Oliver
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El penúltimo tren de Albert Oliver

El base catalán manda un mensaje antes de afrontar la serie contra el Limoges en la Eurocup: «Esperamos vengar al Valencia Basket»

Juan Carlos Villena

Miércoles, 24 de febrero 2016, 00:12

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El MVP de la Copa del Rey se lo llevó a casa Gustavo Ayón, pero en las gradas del Coliseum la admiración general fue para Albert Oliver. Aficionados de los ochos equipos aplaudieron la entrega de un gladiador que a sus 37 años demostró que la cabeza puede correr incluso más que las piernas. El que fuera base del Valencia Basket comenzó su recital en el último cuarto del partido que apeó a los taronja de la competición y, desde entonces, completó una sinfonía perfecta. Frente al Bilbao Basket fue clave en la heroica remontada del Gran Canaria y en la final ante el Real Madrid tiró de galones, cuando la muñeca de los más jóvenes se encogió, para marcarse un partido de 16 puntos y 18 de valoración. Sus lágrimas en la zona mixta eran las de un veterano que sabía que podía haber dejado pasar su último tren para ganar un título. Es más justo poner penúltimo viendo el nivel del conjunto canario en A Coruña y teniendo en cuenta que siguen vivos en la Eurocup.

«Perder es muy duro pero lo es más cuando tu equipo no ha llegado nunca a una final de Copa», reconoce a LAS PROVINCIAS. Son palabras de un jugador al que, curiosamente, el torneo copero parece empeñado en darle quiebros. Oliver llegó al Pamesa en 2006, pocos meses después de que los valencianos disputarán la final en Madrid frente al TAU. Nunca ganó un partido de Copa con un Valencia Basket del que llegó a tener el brazalete de capitán. Unos años antes, en 1998, no fue convocado para la edición en la que el Joventut cedió en la final frente al conjunto de Miki Vukovic. En 2016 no logró tumbar la maldición.

«Sabíamos que era una gran oportunidad para el club y algunos jugadores del equipo no sabemos si tendremos ya alguna ocasión de levantar un título. Le pusimos las cosas muy difíciles al Real Madrid pero no pudo ser» afirma antes de reconocer que es un honor el reconocimiento a su labor en el torneo copero que ha tenido por parte de todo el mundo del baloncesto: «Estoy muy agradecido por el cariño que he tenido de los aficionados, sean o no de Gran Canaria, por mi rendimiento en la Copa. Al final esto es un deporte de equipo y lo que demostramos en los tres partidos es que siempre creímos en nuestras posibilidades, remontando diferencias que en ocasiones normales te llevan a la derrota. Ese es el legado del torneo».

El base dibuja un sonrisa cuando se le pregunta sobre la táctica de Aito de poner toda la presión en la balanza del Valencia Basket antes de viajar a tierras gallegas. Zanja la cuestión con una respuesta de manual: «Que tenemos un gran entrenador no es una cosa que vaya a descubrir yo a estas alturas». Oliver se quedó el pasado año con la miel en los labios en la Eurocup. Los torneos europeos también son una asignatura pendiente para él, ya que formó parte del Joventut que perdió en los cuartos de la Saporta del 99 contra el Pamesa y que con los valencianos sufrió las decepciones de las Finales a Ocho de Turín. «Esperamos poder vengar al Valencia Basket», ese es su titular de la eliminatoria que hoy comenzará en Limoges. «Sabemos que va a ser un rival muy difícil», comenta antes de asegurar que prefería a los franceses por potencial: «El Valencia Basket es mejor equipo que el Limoges, sobre el papel es mejor cruzarnos con los franceses pero nunca se sabe como se ha demostrado en la Copa del Rey». Hoy comienza su penúltimo baile.

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