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El líder de la ACB ya no está invicto
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El líder de la ACB ya no está invicto

El Valencia Basket pierde su primer partido en España de la temporada pero salva el averaje ante el Baskonia

Juan Carlos Villena

Domingo, 7 de febrero 2016, 18:14

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La hemeroteca del baloncesto español recordará que el Valencia Basket de la temporada 15-16 perdió su primer partido en ACB el 7 de febrero tras caer 79-73 en Vitoria, dejando en 18-0 su balance como invicto en España. Ese registro ya forma parte de varios renglones ilustres de la estadística, como el segundo mejor inicio de la historia de la ACB o el mejor del conjunto valenciano, además de su mejor racha de victorias consecutivas en cualquier fase de una temporada. Honores máximos para un equipo que se ha ganado el respeto en la pista y punto y aparte para hablar del desarrollo del encuentro que despojó a los taronja del adjetivo de invicto.

El Laboral Kutxa tumbó al Valencia Basket porque supo aprovechar mejor su racha con viento a favor y porque fue tremendamente superior en el balance entre el juego interior y el exterior. Si los hombres de Pedro Martínez hubieran logrado la remontada final seguro que estaríamos hablando en estas líneas de una actuación descomunal de Hamilton y Dubljevic. Los dos interiores sumaron 44 de los 73 puntos de su equipo y 51 de los 81 de valoración. Un esfuerzo que no se reflejó en el otro lado de la zona. Entre Vives, Diot, San Emeterio, Sato y Stefansson (que jugó mermado por un virus) sumaron 4 puntos y 2 de valoración. Se salvaron de la quema Rafa Martínez y Lucic, pero no fue suficiente ante el empuje de Adams, Causeur o James.

La única noticia positiva del encuentro es que el Valencia Basket salvó el average ante el Laboral Kutxa. Los valencianos vencieron en la primera vuelta 85-78 a su rival en la Fonteta y el triple final de Rafa Martínez dejó la derrota en seis. La imagen curiosa de los últimos segundos fue la bronca de Pedro Martínez a Hamilton por hacerle falta a Adams con 77-70 y el partido perdido. En la NBA el average de puntos entre dos equipos no es decisivo, con lo que el error fue humano. El conjunto valenciano vive ahora mismo en dos realidades objetivas. La primera recuerda que el equipo sigue siendo líder de la ACB con 18-1, con una victoria de ventaja sobre el Barça y tres sobre el Real Madrid. Si logra llevarse el triunfo de Badalona el domingo se asegurará llegar a la Copa como primero, algo que en verano nadie podía imaginar. La segunda realidad es que el Valencia Basket ha perdido tres de sus últimos cuatro partidos, lo que constata un bajón en su excelsa producción. Esa pena se cura ganando, aunque la victoria del miércoles ante el Oldenburg no asegure nada.

Van Rossom se operará mañana en Barcelona y como muy pronto volverá en el playoff. Su ausencia está siendo tan larga que puede ser que esté pasando demasiado desapercibida. El club ha decidido de momento no fichar pero también es un dato objetivo que no es igual la actual plantilla de doce con la original plantilla de doce. Diot no es un base puro y va a disputar toda la temporada como uno por la lesión del belga. Las cuatro derrotas del equipo han llegado en partidos donde, curiosamente, el francés no ha estado fino en la dirección. Poner toda la presión en los hombros de Vives, que sigue en su proceso de progresión natural, puede tener su riesgo. Un análisis como otro cualquiera.

El conjunto valenciano vivió en la primera parte de la espectacular rotación que hicieron entre ellos Hamilton y Dubljevic. Los dos pivots se complementaron a la perfección para que, en todo momento, el dominio en la pintura fuera taronja. Al final del segundo cuarto los dos jugadores habían sumado 24 de los 35 puntos de su equipo, para desespero de Diop y Bourousis. La única canasta en juego de un jugador exterior del Valencia Basket llegó con un mate espectacular de Lucic que remató una asistencia desde medio campo de Vives.

Pedro Martínez apostó por Vives en el cinco inicial para intentar frenar el poder ofensivo de Adams, aunque todo saltó por los aires a los tres minutos. Es lo que tardó el base americano en anotar 11 puntos consecutivos, con tres de tres en triples, para liderar el primer intento de despegue del Baskonia (11-7). Hamilton contestó de forma contundente a esa afrenta y cuando le chocó la palma de la mano a Dubljevic para hacer el primer relevo por dentro llevaba 16 puntos en el zurrón. El Valencia Basket comenzó el segundo cuarto de manera imponente, con una defensa agresiva y con un parcial de 5-16 liderado por un Dubljevic imperial (26-33). Una inercia que llegó hasta el momento clave del encuentro, el 36-42 que marcó la máxima renta taronja a seis minutos del final del tercer cuarto. El parcial en los siguientes catorce fue de 29-9, el que puso el 65-51. El orgullo de los taronja fue lo mejor del final del partido. Sería bueno no quemar la falla en febrero. Bueno y de justicia.

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