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Juan Carlos Villena
Viernes, 29 de enero 2016, 00:42
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La FIBA ha movido ficha tras conocer el descontento generalizado de los clubes sin licencia tras la reunión con la Euroliga que se celebró el martes en Barcelona, poniendo su foco en el Valencia Basket. El organismo federativo, tal y como ha podido confirmar este periódico, sabe que uno de los equipos más disgustados con las explicaciones de Jordi Bertomeu fue el taronja, tras conocer que la ACB no será una de las ligas que tengan acceso directo. La FIBA ha convocado a los clubes el ocho de febrero en Munich para presentarles su modelo de Champions League, aunque esa invitación de momento no ha llegado a las oficinas de la Fonteta. La entidad valenciana, en el caso de que sea una de las citadas, acudirá a Alemania a escuchar de primera mano las características de ese formato de competición. La FIBA quiere seducir al Valencia Basket, sabedora que es uno de los clubes más atractivos de los que han quedado fuera del paraguas de la Euroliga. El presidente de FIBA Europa, Turgay Demirel, conoce de primera mano el potencial del proyecto que lidera Juan Roig y de lo importante que es convencer a modelos como el valenciano para darle lustre a la competición que, si no hay cambio de planes, se presentará en sociedad en París el próximo 20 de marzo.
La estrategia de Euroliga y FIBA ha cambiado en las últimas semanas, superando el hablar con las Ligas para hacerlo directamente con los clubes. El Valencia Basket no tomará partido por ninguna competición hasta no conocer todos los datos que deriven en una postura coherente de los equipos ACB sin licencia. El escenario que nadie quiere ni pensar es uno donde cada equipo opte por una u otra opción, puesto que desvirtuaría el propio modelo clasificatorio de la Liga Endesa.
Uno de los mercados que FIBA quiere explotar es el turco. Allí la competición está en manos de la federación y ésta también la controla Demirel. Con los equipos franceses e italianos dispuestos a dar el salto, tal y como comunicó el propio organismo, tan sólo faltaría el sí de los españoles y del pujante baloncesto ruso (Lokomotiv, Khimki y Unics también recelan de la Euroliga si la VTB no consigue una de las tres plazas directas) para conformar un torneo con un mínimo de calidad. El caramelo de la FIBA será abrir las 32 plazas por méritos deportivos y un sistema mixto en el reparto de los ingresos económicos. Su modelo de competición repartirá a los participantes en cuatro grupos de ocho equipos, donde los cuatro primeros de cada uno de ellos pasarían a las rondas eliminatorias por el título que acabarían en una 'Final Four'. Una de las dudas de los equipos españoles con el órdago de la FIBA es que su pulso tan sólo sea un desgaste para conseguir el control de la Eurocup como mal menor, como sucedía en la época de la Copa Saporta.
Por su parte, el FC Barcelona recurrirá al Comité de Apelación de la FEB la decisión del Juez Único de la ACB de archivar su reclamación sobre el visionado de las imágenes que llevaron a los árbitros del partido contra el Valencia Basket a dar de dos y no de tres la falta sobre Doellman a 4,1 segundos del final de la prórroga (con 89-93 en el marcador). El club catalán está dispuesto a seguir el mismo camino que los valencianos con el 'caso Slaughter', apelar al TAD en el caso de que la Federación tampoco escuche su reclamación e, incluso, abrir la vía judicial contra el fallo de la ACB.
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