Borrar
Urgente Detenido un hombre por intentar matar a cuchilladas a otro en Llíria
El pivot mexicano del Real Madrid Gustavo Ayón intenta un pase ante el pivot montenegrino del Valencia, Bojan Dubljevic.
Primer aviso del aspirante

Primer aviso del aspirante

Un gran Valencia Basket tumba al Real Madrid en el estreno de la ACB

efe

Domingo, 11 de octubre 2015, 16:59

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«La primera de muchas». La frase del capitán Rafa Martínez sobre el parquet del Palacio de los Deportes de Madrid, en el corrillo del equipo tras la gran victoria del Valencia Basket ante el equipo que lo ganó todo la pasada temporada, lo resume todo. El conjunto de Pedro Martínez avisó durante los partidos de preparación que no quiere ir de farol en la Liga Endesa, y no hay mejor manera de enseñar las credenciales que mostrando un gran nivel en la casa del conjunto que lo ganó todo el pasado año. El primer partido de una temporada no tiene que forzar ninguna conclusión, ni ganando ni perdiendo, pero no hay mejor forma de comenzar un año ilusionante de baloncesto en Valencia que con una imagen muy alta en fechas donde se suelen ganar los partidos con un cinco raspado. El margen de mejora de los valencianos es alto, como corresponde a un equipo grande, pero todos los técnicos elegirían partir de un siete antes que de un aprobado por los pelos.

Hamilton y Dubljevic tampoco fueron de farol. Avisado estaba el Real Madrid en los partidos previos del Valencia Basket, y más teniendo en cuenta que todos los análisis sobre la plantilla madridista han incidido en el hueco dejado por Slaughter y Mejri en el corazón de la zona. Un sideral Gustavo Ayón (16 puntos y 9 rebotes) se vio impotente para frenar a la dupla taronja. La segunda unidad, es un lujo teclear el apellido Dubljevic en ese segmento, mató al Real Madrid porque Laso no encontró ninguna respuesta. Entre el montenegrino y el americano, que juega con pasaporte croata, sumaron 45 puntos y 48 de valoración. Tan imponente como imparable. Mucho se ha hablado del mejor juego interior taronja desde el trío formado por Oberto, Tomasevic y Hopkins. Las 7 asistencias de Sikma fueron el tercer guiño a esa comparación al más alto nivel.

Más que el triunfo, que valdrá su peso en oro si los valencianos cumplen con el resto del calendario en el primer mes de competición en ACB, lo que más certifica el hambre del club en la presente temporada es que en esta ocasión no se dejó pasar la oportunidad de tumbar a un grande el día indicado. En otros momentos, afrontar un partido contra un Real Madrid cansado y con bajas (no debutó el NBA Jeffery Taylor) era sinónimo de derrota. Ayer, el Valencia Basket tuvo instinto asesino. Algo que sólo tienen los equipos que luchan por los títulos.

Los valencianos repartieron 21 asistencias y perdieron sólo 9 balones. Ese ratio, el de pases de canasta y pérdidas, también marca la fiabilidad de un equipo. Cuando llegue la mejora defensiva, 82 puntos muchos de ellos sin oposición son demasiados para un conjunto que quiere estar arriba, se calibrará el listón que tiene el equipo de Pedro Martínez en la Liga Endesa. El juego vistoso que el técnico catalán tiene en la pizarra ya está encima de la mesa y ahora resta pulir los aspectos concernientes al campo propio. En el estreno liguero se vieron algunos brotes verdes, por ejemplo en el rebote defensivo. El Real Madrid no capturó un rechace en ataque hasta el segundo cuarto, y la defensa de ayudas de Rafa Martínez tanto con los bases blancos como con Felipe Reyes fue el ejemplo que deben seguir los exteriores taronja.

La mentalidad ganadora fue clave en los momentos decisivos. El Valencia Basket no se dejó intimidad cuando el conjunto madridista, en un último arranque de genio, se puso por delante por última vez tras una canasta de Ayón (76-74). El parcial hasta el final del partido fue 6-14, con un robo de balón de Vives a Sergio Rodríguez como símbolo de la victoria. El temple en los tiros libres finales y una canasta de veterano de San Emeterio selló una victoria tan merecida como ilusionante. El mejor inicio soñado.

La victoria también sirve para restablecer parte del orgullo dañado en la pasada semifinal liguera. Algo que no cuenta en la estadística pero que reafirma a la entidad. Ganar al Real Madrid por segunda vez consecutiva en el Palacio, el último partido hasta ayer fue el segundo de aquella serie y que acabó con victoria taronja, y hacerlo con Martín Bertrán como árbitro principal dibujó una sonrisa en la expedición valenciana. Un peso menos.

Cuando Pedro Martínez paró el partido a cuatro minutos del final del primer cuarto, con 16-9 en el marcador y el Real Madrid con 7 de 8 en tiros de dos, muy pocos podían imaginar que ese momento cambiaría el signo de partido. La entrada de Dubljevic, y los ajustes en defensa, permitieron al Valencia Basket contestar con un parcial de 9-25 en los siguientes diez minutos de partido. Con ese 25-34 comenzó a labrarse una renta que se selló con un triple de Stefansson en el último segundo de la primera parte (37-45).

El Real Madrid reaccionó como sólo lo hacen los campeones en el inicio del segundo tiempo (parcial de 7-0 y 44-45) pero Rafa Martínez apareció para apagar el primer conato de incendio con su primer triple (44-48). Un nuevo acelerón en ataque de Hamilton disparó la renta valenciana a la decena (46-56), pero los madridistas, de la mano de Llull y Rudy, contestaron con un 16-4 para cerrar el tercer cuarto (62-60). El Valencia Basket ganó el partido por su fulgurante reacción al inicio del periodo decisivo. Hamilton y Dubljevic fueron las puntas de lanza y Rafa Martínez remató. El aspirante dio en el Palacio el primer aviso, pero no servirá de nada si el domingo no llega el segundo.

El Real Madrid había encajado 28 puntos en diez minutos y tocaba remontar. En un minuto y medio de la reanudación endosó a su rival un 7-0 que le ponía a tiro, aunque los de Pedro Martínez, con triples de Rafa Martínez y Guillem Vives, volvían a respirar poco después (44-53, minuto 24).

Hamilton seguía haciendo daño desde todas las posiciones y completando una gran actuación. Un mate suyo situó en diez la diferencia y obligó a los anfitriones a apretar los dientes en defensa para, punto a punto, remontar hasta volver a ponerse por delante tras un parcial de 14-2 (62-60, minuto 30).

Tras muchos minutos por delante en el marcador, los valencianos no querían tirar por la borda el trabajo realizado y salieron más inspirados al último acto (67-72, minuto 34), aunque la historia se repetía y el Real Madrid volvía a tomar la delantera a tres minutos del final.

Sin embargo, en los momentos decisivos la inspiración volvió al equipo valenciano, que supo jugar mejor sus posesiones para apuntalar un esperanzador triunfo ante el actual campeón del torneo y cobrarse de paso su particular venganza tras la polémica semifinal liguera del curso pasado.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios