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Campeón de Europa a los 28

Su estreno en los banquillos fue a lo grande, conquistando la Korac en 1990 con el Joventut ante el Scavolini de Scariolo

JUAN CARLOS VILLENA

Domingo, 21 de junio 2015, 23:37

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En la fotos históricas del Joventut campeón de la Korac en 1990 emerge junto a Villacampa, Rafa Jofresa, Reggie Johnson o Lemone Lampley un joven entrenador con pinta de profesor de matemáticas. Pedro Martínez Sánchez (Barcelona, 1961) se estrenó a lo grande en los banquillos. A sus 28 años cogió el relevó de Herb Brown, el hombre que hundió al Pamesa años después, para llevar a la gloria al equipo de Badalona. El técnico siempre supo que de triunfar en el baloncesto lo haría desde el banquillo, y con 25 años ya era el primer entrenador del Junior de la Penya. Un año antes dirigió en el Sant Josep entre otros a Xavi Tossas, hermano de la madre de Pau Ribas. En la 'factoría Badalona' es muy común encontrar conexiones que van transportando a muchas generaciones de jugadores y técnicos.

El triunfo de aquella Korac que se vivió en el pabellón Ausias March, el que dio paso al actual Olímpic tras el desembarco del Dream Team en Barcelona'92, enseñó a Pedro Martínez que no todo iba a ser un camino de rosas en su carrera. El barcelonés vivió el año olímpico aprendiendo en Manresa, el lugar donde alzó de forma definitiva el vuelo para volver cuatro años después a Badalona. Aunque su segunda etapa en la Penya duró tan sólo 22 partidos, el Pedro Martínez entrenador de ACB ya era una realidad. Ahí comenzó una carrera vertiginosa que le ha llevado a dirigir una decena de equipos en la Liga Endesa, con algún paso para curtirse en la LEB en Menorca o Tenerife.

Los que conocen bien al barcelonés saben que ha sufrido más en la grada viendo jugar a su hija que en los banquillos, aunque allí comprendió lo complicado que es tener a todo el mundo contento en ese universo del baloncesto donde los padres se suelen convertir en enemigos más que en aliados.

La primera vez que cruzó su camino con el Valencia Basket no forma parte de su decálogo de mejores recuerdos en los banquillos. Aquel 27 de noviembre de 2005 se produjo uno de esos pequeños milagros que se recuerdan durante toda la vida. El 35-61 en el segundo tiempo del equipo entrenado por Ricard Casas acabó helando el Buesa Arena, como los muchos centímetros de nieve que cubrían Vitoria esa mañana de domingo. Querejeta fulminó a Pedro Martínez antes de marcharse a comer... y de fichar a Perasovic. Pero el laboratorio de baloncesto que Martínez tiene en la cabeza nunca paró de funcionar, ni en el banco de pruebas en Estudiantes ni en su etapa de Girona, donde comenzó a esculpir la figura de un Marc Gasol expulsado por entonces del Palau Blaugrana porque muy poca gente creía en sus posibilidades. El nuevo técnico taronja le enseñó a basar su crecimiento en el esfuerzo. Algo que también expresó en las aulas. Durante una charla en la Universidad de Las Palmas en 2013 se sinceró: «Siempre debe ir primero el 'nosotros', y luego el 'yo', si no es complicado un buen funcionamiento del grupo».

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