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Los debutantes Harangody, Vives, Buycks y Van Rossom posan para LAS PROVINCIAS con el balón de la Euroliga. :: villena
Estreno de campeón en la Fonteta

Estreno de campeón en la Fonteta

Perasovic seguirá contando con la baja de Dubljevic en un partido que debe servir como termómetro al potencial taronja en el Grupo D

JUAN CARLOS VILLENA

Jueves, 16 de octubre 2014, 01:09

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El himno de la Euroliga volverá a sonar en la Fonteta 1.295 días después de aquel cuarto partido del playoff frente al Real Madrid, que dejó a los valencianos a un sólo paso de la Final Four. Ese recuerdo, el de la histórica segunda participación del Valencia Basket en la máxima competición continental, debe convertirse en la mejor motivación para volver a competir con los más grandes. El estreno no podía tener un mejor menú; en un pabellón que se llenará hasta la bandera, con nuevas pinturas de guerra en la zona de vestuarios y con un rival de postín. El Olympiacos de Spanoulis y Lafayette, campeón de la Euroliga en 2013, aterriza en Valencia dispuesto a olvidar su semana más convulsa de los últimos años, tras la renuncia de Bartzokas por los incidentes posteriores a la eliminación frente al enemigo Panathinaikos en la copa griega. Milan Tomic, que vestía la camiseta roja y blanca en la primera visita de los griegos a la Fonteta en 2004, se sentará en el banquillo visitante a la espera de la contratación del nuevo técnico (el Estrasburgo francés ha rechazado la primera oferta para reclutar a Vincent Collet).

Al Valencia Basket le sobran motivaciones para comenzar con victoria su nueva aventura por la Euroliga. Comenzando por los cuatro debutantes, Harangody, Van Rossom, Vives y Buycks se estrenarán en la competición, y acabando por los precedentes (las dos visitas de los griegos acabaron en derrota). Para Sato será su partido 127 en una Euroliga que ganó en las filas de Panathinaikos en 2011. Ayer, por aquello de la antigua rivalidad con los de El Pireo, se entrenó en la Fonteta con una codera de su exequipo ateniense.

Rafa Martínez y Lishchuk son los dos únicos supervivientes de aquel equipo entrenado por Pesic que hizo soñar a toda una ciudad con la posibilidad de ganar la antigua Copa de Europa. Pau Ribas y Aguilar quieren dar un paso al frente en sus carreras disputando por primera vez de naranja una competición que se convirtió en objetivo desde que aterrizaron en la Fonteta. Loncar y Lucic también saben lo que es escuchar los acordes de 'Devotion' en las canchas europeas. Como Perasovic, uno de los verdugos de aquel Valencia Basket de Hussein que acabó en las manos de Pesic. El partido debe servir de termómetro para calibrar las fuerzas de un igualado Grupo D, donde nadie quiere infravalorar al Neptunas Klaipeda.

La baja de Dubljevic, que tampoco estará en Zaragoza y al cual el técnico ya no se atreve a dar una fecha concreta de vuelta, es si cabe más sensible para hoy. Puesto que si hay una zona de la pista donde los valencianos pueden hincar el diente a Olympiacos es en la pintura. El conjunto griego tiene una batería de interiores muy físicos pero que sufren con los pivots abiertos. Harangody, Aguilar e incluso Loncar tendrán esa misión a partir de las nueve de la noche.

La expedición helena aterrizó ayer en Manises con tres bajas anunciadas por Tomic antes de subirse al avión, Printezis, Darden y Papapetrou, pero en una plantilla compuesta por 16 jugadores el técnico, que le dio el cartel de favorito a Valencia Basket «porque es un equipo excelente que juega una gran defensa» puede permitirse el lujo de hacer cuatro descartes. El morbo del partido lo pondrá Lafayette. El americano se marchó este verano de la Fonteta en busca de un equipo que, además de pagarle un mejor salario, le permitiera luchar por la Euroliga. Hoy, enfrente, tendrá a Sam Van Rossom. El base que le quitó el puesto de titular, algo que nunca asumió.

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