«Nuestro público siempre es excelente»

El Valencia Basket ha luchado lo indecible para llegar al quinto partido de esta semifinal ante el Barcelona y Velimir Perasovic sólo piensa en rematar la faena. Después de levantar un 0-2 adverso, el croata afronta con optimismo el choque de esta tarde en la Fonteta a pesar de las bajas de dos interiores -Dubljevic y Aguilar- y las molestias de varios jugadores de la rotación taronja.

«Tenemos una gran oportunidad que nadie esperaba tener, así que no tenemos que tener presión», dijo ayer el técnico en declaraciones facilitadas por el club taronja. A pesar de haber quedado por encima del Barcelona en la fase regular de la ACB, desde que valencianos y catalanes quedaron encuadrados en esta semifinal, el entrenador otorgó el papel de favorito a su rival. Es una táctica que le ha funcionado a lo largo de toda la temporada y que ha repetido de nuevo de cara a este quinto duelo.

«Sabemos que es un partido muy difícil, que nos espera un equipo del más alto nivel europeo y que hará todo para pasar. Estará todo muy igualado», explicaba el entrenador del Valencia Basket. Para superar la eliminatoria y conseguir la segunda final en la historia del club de la Fonteta, Perasovic tiene claro qué no puede faltar esta tarde. El apoyo incondicional de los 8.500 aficionados que llenarán las gradas del pabellón de Hermanos Maristas: «El infierno que ellos se encuentren aquí depende del equipo, nuestro público siempre es excelente y apoya a tope».

Sam Van Rossom, líder en este enfrentamiento ante los catalanes, se expresa en la misma línea que su entrenador. «No va a ser nada fácil, nosotros hemos perdido dos veces en casa, ellos dos veces en casa. Va a ser un partido punto a punto, muy difícil de jugar y espero que con la gente que tendremos en la Fonteta podamos apretar un poco más. El apoyo de la gente siempre está ahí, es algo espectacular», señala el belga.

Todos los jugadores del Valencia Basket coinciden en la dificultar del duelo. Así que la mejor frase para definir lo que significa el definitivo encuentro ante el Barça la pronunció Juanjo Triguero: «Hay que echarle huevos. Poco más».