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MOISÉS RODRÍGUEZ
Lunes, 6 de julio 2015, 00:16
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Carlos Gimeno no es un niño normal. Es más alto, bastante más alto que el resto. Por lo demás sí es un niño normal. Hace lo que los demás muchachos que ya vislumbran la adolescencia, sólo que además a él se le da bien jugar a tenis. Lo de ayer, ganar la Copa del Sol, no es sino un paso más en su aprendizaje. «Siempre insisto en que no lo vea como un éxito, sino como un premio. Aún no ha logrado nada», insiste su entrenador, Paco Almendros. Carlos de momento lo tiene claro. Paso a paso. Como el día que decidió dar la espalda al fútbol para bajar a la tierra, a la tierra batida.
Porque lo es en la arena, ahí lleva toda la vida metido. Creció con el olor a salitre impregnado en sus fosas nasales. Vive en Valencia, pero desde bebé veranea en La Pobla de Farnals. Ahí vio su padre que su pequeño tenía maneras y lo apuntó a la escuela del Sporting. Fue un día en que ambos jugaban a las palas de playa. «No sé, recuerdo que me lo pasaba bien», asegura Carlos Gimeno, que en aquellos momentos, hace aún muy pocos años, ni siquiera sospechaba que ganaría algún día un torneo que han disputado durante su formación las mejores raquetas, como Federer, Murray o el mismísimo Rafa Nadal.
Ese torneo, la Copa del Sol, lo ganó ayer Carlos Gimeno con la selección española en Murcia. El combinado venció 3-0 a Croacia en la final de ayer, en un campeonato que sigue el formato de la Davis. El tenista que compite con licencia del Club de Tenis Valencia ha sido decisivo en las eliminatorias que se han disputado esta la semana. Ha jugado tanto partidos individuales como dobles.
Carlos Gimeno llamó la atención del capitán durante otro torneo importante de base a nivel nacional, la Babolat Cup. En ella se impuso en la final a Pedro Vives (63 y 6-1), aunque admite que lo pasó peor en la semifinal, en la que venció a Pablo Carretero por 6-3, 0-6 y 6-3: «En el segundo set me puse abajo 4-0 y ya pensé en el tercero. Ahí intenté soltarme y esta vez salió bien».
Esta victoria le permitió clasificarse para el Campeonato de Europa de su categoría, infantil, a final de julio en la República Checa. Este mes está siendo frenético para Carlos Gimeno, ya que esta misma semana afronta el Campeonato de España. Se celebra en Albacete, donde ya ha hecho noche hoy, sin apenas tiempo de celebrar la Copa del Sol.
«Queda mucho camino por recorrer, pero es un chico muy trabajador. Se levanta todos los días como mucho a las 7 de la mañana y a las 9 de la noche está en la cama», explica Paco Almendros. «Me gustaría mucho llegar a lo más alto. Me fijo mucho en Nadal y Ferrer, pero la verdad es que me gusta mucho Djokovic. Quizás porque por mi forma de jugar puedo parecerme más a él», señala Carlos Gimeno.
Mientras eso llega, él sigue centrado en ser un joven normal. Un estudiante de segundo de ESO al que le encanta el videojuego FIFA, pero que sueña con ser tenista.
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