Borrar
Urgente Detenido un hombre por intentar matar a cuchilladas a otro en Llíria
Bagnaia pone fin a casi tres años de sequía para Aspar

Bagnaia pone fin a casi tres años de sequía para Aspar

El italiano se estrena en el Mundial y da a la escudería alcireña su primer triunfo desde 2013, cuando Terol ganó en Cheste

BORJA GONzÁLEz/r. d.

Lunes, 27 de junio 2016, 02:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Dos años y casi cuatro meses. Así se resume la larga travesía del Aspar Team por el desierto, interrumpida por algún podio circunstancial. El equipo valenciano pasó de celebrar un Mundial a sufrir. De tener equipo en las tres categorías a contentarse con la pedrea de la subcategoría Open. Cuando Nico Terol ganó en casa aquel 10 de noviembre de 2013 la carrera de Moto2 parecía abrirse una nueva etapa. Pero la realidad fue otra bien distinta. El alcoyano acabó fuera del Mundial y Aspar dejó la escudería intermedia hasta la fecha.

El alicantino había ganado ese año en Aragón y Austin. Jordi Torres venció en Sachsenring. Victorias puntuales. Para hallar la última victoria del Aspar Team en la cilindrada pequeña aún hay que remontarse más atrás, a la de Folger de 2012 en la República Checa. Por ello se entiende la euforia que exhibió el expiloto alcireño en lo más alto del podio. El triunfo de Bagnaia es mucho más que ganar una carrera. Supone el fin de una larga sequía y es la primera gran alegría tras la doble apuesta de Aspar: el convenio con la academia de Rossi y convertirse en equipo oficial de Mahindra.

La carrera de Assen de Moto3 reunió todos los ingredientes típicos de esta categoría: un pelotón enorme, maniobras de adelantamiento en cualquier momento de la prueba, incidentes y un final apretado. A lo largo de las 22 vueltas de la cita neerlandesa fueron desapareciendo de la cabeza pilotos como Quartararo, Rodrigo o Bastianini, en un fin de semana en el que se acusó la ausencia por lesión de los valencianso Jorge Navarro y Arón Canet y Juanfran Guevara. Entre los incidentes, el más destacado fue el que afectó a Brad Binder, sólido líder del Mundial, que salvó un latigazo de su KTM aunque terminó relegado al puesto doce, en tierra de nadie. Un pequeño consuelo para Navarro en la pelea por el título.

Con el líder en fuera de juego todo pintaba a exhibición italiana: hasta ocho pilotos peleando por ganar, con los cinco pupilos de Valentino Rossi. Un festival que se tradujo en triplete en el podio. En una frenética pelea con una espectacular última vuelta se impuso Bagnaia, que logró de una tacada su primer triunfo y el primero de Mahindra -moto inferior a las KTM y las Honda-, además de dar al Aspar Team su undécimo triunfo en La Catedral.

En Moto2, ganó Nakagami y Zarco es el nuevo líder, empatado a puntos con Rins. «Gloria o enfermería». Así definía el australiano Miller su plan para la carrera de MotoGP de Assen, una prueba partida en dos por el fuerte aguacero que obligó a parar la carrera inicial y que se definió en la reanudación a doce vueltas, con una parrilla conformada con las posiciones al final de las primeras catorce vueltas. Todo lo vivido en ese arranque, la tensión, los problemas de Jorge Lorenzo, la machada de Yonny Hernández que terminó en caída, la pelea al frente con dominio italiano -Rossi, Dovizioso y Petrucci, más Redding- y la remontada final de Márquez, Pedrosa y Crutchlow, quedó en nada tras la bandera roja.

Carrera nueva, con la pista menos encharcada, con una ligera lluvia y las dudas de si iba a dejar de caer agua o de nuevo la climatología iba a dejar unas condiciones imposibles. Finalmente, esas doce vueltas fueron normales para una prueba en mojado, lo que suele suponer cambio de posiciones repentinos y, por supuesto, muchas caídas: las de Pedrosa, Dovizioso, Smith, Rossi, Aleix Espargaró, Rabat, Pirro y Bautista, más la retirada por un problema mecánico de Petrucci. Una carrera en la que se repartieron trece de los quince puntos en juego, incluyendo los regresos a pista desde el suelo de Rabat, Pedrosa y Smith. Y una carrera que, como en Moto2 y Moto3, vivió estreno de ganador.

Miller sorprendió al Mundial cuando decidió, apoyado por Honda, dar el salto a la clase reina sin pasar por Moto2, después de haber sido subcampeón de Moto3 en 2014. Un movimiento tomado con escepticismo, con razón, viendo las dificultades del peculiar piloto australiano -el año pasado llegó a tener problemas en su equipo, el LCR, por su indisciplina a la hora de la preparación física-; aunque en Assen se resarció con una espectacular actuación en unas condiciones en las que, las pocas veces que se han dado en este año y medio, siempre había aparecido en acción.

«No suelo decir esto, pero me he quedado sin palabras», confesó Miller, que llegó a rueda de Márquez una vez que ya se habían ido al suelo tanto Dovizioso, primero, como Rossi, después, para pasarle con solvencia y abrir un hueco imposible para el piloto español, que por entonces ya tenía en mente la importancia de su segundo puesto visto el error de Valentino y los problemas de confianza de Lorenzo, que en la primera salida ya había estado moviéndose en los puestos de cola, incluso fuera de los puntos.

«Podía ver cómo algunos pilotos iban equivocándose, pero decidí mantenerme concentrado en lo mío, en ser rápido y consistente sin asumir riesgos estúpidos». Y a Miller le salió el plan. También a Márquez, ganador ayer en la pelea por el título, después de salir con 24 puntos de ventaja sobre Lorenzo y más de 40 sobre Rossi. «Ganar medio Mundial no, aunque me lo han dicho antes; esto es conversación de bar, tengo el Mundial hecho, pero todavía no hemos alcanzado ni la mitad de la temporada y no tengo ni una carrera de margen con Jorge, así que no», comentó un satisfecho Márquez.

También tiene motivos para estar satisfecho Héctor Barberá. El valenciano logró un meritorio sexto puesto que le permite escalar un puesto en la general y le mantiene como la mejor Ducati.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios