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Fernando Alonso, en Rusia.
McLaren estira demasiado la cuerda
fórmula 1

McLaren estira demasiado la cuerda

El paupérrimo rendimiento del coche lleva a Alonso a pensarse mucho su continuidad en el equipo en 2018

david sánchez de castro

Lunes, 1 de mayo 2017, 15:55

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La demoledora frase con la que Fernando Alonso acabó sus declaraciones durante el GP de Rusia de Fórmula 1 aún resuena en los oídos de los responsables de McLaren y Honda. «Veremos qué pasa con cada uno de nosotros en 2018». Duro, contundente y sin cortapisas, Alonso dejó bien claro con esas palabras que ni mucho menos tiene decidido seguir en el equipo británico, por muchas 500 Millas que le dejen disputar.

Alonso está cuajando su peor arranque en la Fórmula 1. Muchos de los hoy adolescentes que le siguen en televisión nunca han visto al asturiano abandonar en las cuatro primeras carreras del Mundial, ni siquiera en aquel 2001 en el que llevaba un monoplaza hecho con remaches. Cuatro ceros, y los cuatro por culpa de un coche mal hecho y un motor peor. La situación es insostenible. pero no por ello inesperada.

Niki Lauda, siempre mordaz y directo, dijo en alto lo que muchos piensan y saben: Alonso cometió un error. «Es uno de los mejores pilotos, desde el punto de vista de la velocidad, de la agresividad. El problema es que incluso los mejores dejan de demostrarlo porque siempre se pueden equivocar al decidir dónde ir. Alonso ha cometido muchos errores», decía a Movistar+. No le falta razón: Alonso bien podría llevar 4 o 5 Mundiales si no hubiera cambiado de equipo en según qué año, o si hubiera escuchado las ofertas que tuvo de Red Bull o Mercedes. «Se fue de Ferrari muy pronto, y decidió irse a McLaren. Es un buen equipo, sin duda, pero se sabía de antes los problemas de desarrollo de Honda. Ahora está decepcionado, vale, pero fue su decisión ir a McLaren», le recuerda.

También le hubiera venido bien no irse quemando la tierra detrás, como hizo en McLaren en 2007 (algunos del equipo aún no le perdonan aquello) o en 2014 de Ferrari. Es este el motivo por el que Lauda (que no es lo mismo que Mercedes) le descarta para 2018: «Ha dejado muchos problemas abiertos cuando se ha marchado. No creo que Ferrari quiera tenerle de vuelta cuando se quiso marchar antes de que terminara su contrato. Con nosotros pasa lo mismo».

Si Alonso tiene cerradas las puertas de Mercedes y de Ferrari, ¿qué puede hacer? ¿Seguir en McLaren, pese al patético rendimiento en los tres años de re-asociación con Honda? ¿Irse, como dice el 'oráculo' Eddie Jordan, a Renault? ¿Dejar la Fórmula 1 y marcharse a otra competición? Haga lo que haga, va a ser lanzar una moneda al aire. Algún día le debería salir cara, después de tantas cruces.

El oasis de Indianápolis

Cuando se bajó del McLaren este domingo, Alonso cogió su teléfono inmediatamente. Quería irse de Sochi cuanto antes, coger un avión y viajar a Estados Unidos, donde este miércoles va a estrenar un monoplaza totalmente distinto al que está acostumbrado a pilotar. Este miércoles tiene previsto iniciar su adaptación a la pista de Indianápolis, en el arranque del llamado 'Rookie Orientation Program'. Será un día muy intenso para Alonso: tendrá la pista disponible de 9:00h a 17:00h, y podrá rodar por primera vez con el coche del Andretti Autosport que llevará el 28 de mayo en la carrera. El objetivo que deberá cumplir Alonso es adaptarse a pilotar en óvalos, entender el comportamiento del coche y adquirir los automatismos necesarios.

Pero a Alonso no le podía salir todo bien. Esta vez es la meteorología la que se le pone en contra y en la Indy, el asunto de la lluvia es muy serio. Al ser un óvalo, la presencia de cualquier elemento que ponga en peligro el correcto comportamiento del coche (falta de adherencia, problemas de sobreviraje o subviraje.) hace que se cancele la actividad, de manera total o parcial. Además, no cuentan con neumáticos de lluvia, porque no pueden soportar las fuerzas laterales en condiciones de seguridad y porque no alcanzarían las temperaturas necesarias para una buena competitividad. La capital del estado de Indiana lleva varios días con lluvia, y amenaza con poner en dificultades el ansiado estreno de Alonso y, con ello, el necesario descanso mental que necesita tras la pesadilla que vive y revive en cada GP en el que se monta en el McLaren.

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