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Sebastian Vettel, con Lewis Hamilton tras él en México.
A Vettel le exigen ser la mujer del César
FÓRMULA 1

A Vettel le exigen ser la mujer del César

Los insultos y las quejas constantes por radio ponen al alemán en el ojo del huracán y ya se plantea un código de conducta para los pilotos

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Lunes, 31 de octubre 2016, 20:59

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Contaba Plutarco que Pompeya Sila, esposa de Julio César, levantó las iras del recién ungido emperador por haber asistido a una Saturnalia, una fiesta que devenía en orgía sexual que se celebraba en la sociedad romana. Aunque Pompeya sólo había asistido como espectadora y no había participado, la decisión de rechazar a su esposa y echarla de casa no tuvo marcha atrás, porque el emperador romano más famoso de toda la historia opinaba que «la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino también parecerlo2.

Las formas son una cuestión que cobra tanta o más trascendencia que el fondo en la sociedad actual. Recientemente, en una rueda de prensa, el portero del Sporting Pichu Cuéllar insultó a un periodista, y muchos de los que le defendían afirmaban que estaban de acuerdo con él, «pero no en las formas». Algo similar le ocurrió el domingo a Sebastian Vettel. El piloto alemán, cuatro veces campeón del mundo, ostenta un papel protagonista en el foro que supone la Fórmula 1. Como en la antigua república romana pasaba con las conquistas de los ejércitos, no sólo importa lo que se consiga en la pista con un adelantamiento o un quítame allá una defensa ilegal de la posición, sino que también las palabras son medidas al milímetro.

Desde que la Formula One Management (FOM) emite los mensajes de radio entre los pilotos y sus ingenieros, es habitual escuchar según todo tipo de comentarios. Históricos son ya el famoso «Felipe, Fernando es más rápido que tú» que le dedicaron a Massa, o el «Sí, sí, sí, sé lo que estoy haciendo», que dijo Kimi Räikkönen en su época en Lotus y que se acabó convirtiendo en carne de merchandising por todo el mundo. Esta temporada, sin embargo, se denota una mayor tensión. Es habitual escuchar a Fernando Alonso lanzar una pulla hacia McLaren, a Grosjean blasfemar porque su Haas le ha dejado tirado, o a Verstappen pasarse por el arco de la Victoria las órdenes de equipo.

Pero si hay un piloto que garantiza rajada cada vez que su voz suena por la radio, ese es Sebastian Vettel. Desde hace unas cuantas carreras no pasa una sesión sin que se queje de un doblado, de que ha salido con tráfico, de que el motor no le va o de que sufre excesivo desgaste de los neumáticos. Tanto es así que en los canales de televisión con derechos se frotan las manos cada vez que reciben los mensajes de radio de la FOM: saben que Vettel les va a dar material. Lo vivido en las últimas vueltas del GP de México habla por sí mismo: pasó de insultar a Fernando Alonso (le llamó bobo) el viernes, a acusar a Massa de estorbarle antes de estallar contra los pilotos de Red Bull. A Verstappen le acusó de estorbarle y de saltarse una curva (exigió que le devolviera posición) y acabó mandando muy lejos al mismísimo Charlie Whiting, que a efectos prácticos es la máxima autoridad de la Fórmula 1 mientras están los coches en pista.

Ese «Que te den, Charlie» de Vettel ha levantado una tremenda polvareda en la Fórmula 1, hasta el punto de que son muchas las voces que apuntan a que en la sanción que le quitó el podio pesaron más estas palabras que el cambio de trayectoria mientras frenaba para defenderse de Ricciardo. Es la opinión de, por ejemplo, Nelson Piquet Jr., el expiloto de Renault hoy enrolado en la Fórmula E, que tuiteaba a primera hora de este lunes si tan agresivo había sido su movimiento o realmente había sido el mensaje por radio el que le granjeó los 10 segundos de castigo.

Horner pide un castigo a su expupilo

La actitud de Vettel con Verstappen y Ricciardo ha gustado muy poco en la que fue su casa. Las altas esferas de Red Bull acusaron a su expiloto franquicia de tener una actitud impropia de un cuatro veces campeón del mundo, e incluso Christian Horner ha solicitado un castigo efectivo para Vettel. «En cualquier deporte, no puedes sobrepasarte con el árbitro. Me sorprendería que esto terminase sin sanción», afirmó el máximo responsable de Red Bull, que se siente sorprendido porque esta no era una actitud que mostraba cuando pilotaba para ellos. «Obviamente, expresa su frustración y todos podemos oírla», dijo Horner, muy en la línea de lo que había apuntado Fernando Alonso el viernes.

Que todo el mundo haya escuchado los insultos de Vettel ha sentado muy mal en las altas esferas de la FIA. Jean Todt, el presidente, quiere que la Fórmula 1 sea un ejemplo no sólo para los conductores (por eso existe la iniciativa FIA Action for Road Safety para luchar contra los accidentes de tráfico), sino para todo el mundo. Así, ha empezado a estudiar que se implante un código de conducta para los pilotos, que deberán cumplir bajo pena de sanción, a imagen de lo que ya existe en otros grandes campeonatos, como en la NBA.

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