Borrar
Urgente Aemet alerta de un bruso cambio de tiempo esta tarde en Valencia
Lewis Hamilton celebra la victoria en el Gp de Hungría. Reuters
Hamilton voltea el Mundial
GP DE HUNGRÍA

Hamilton voltea el Mundial

El británico gana en Hungría su quinta carrera de las seis últimas y se coloca líder: Alonso fue séptimo y Carlos Sainz, octavo

Javier Varela

Domingo, 24 de julio 2016, 02:24

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Sólo hay una cosa más peligrosa que un piloto como Lewis Hamilton y no es otra que un Lewis Hamilton cabreado. Los acontecimientos en Mercedes en las últimas carreras, la renovación de Nico Rosberg el pasado viernes -que decía y dice mucho del futuro en la escudería alemana- y el trompo de Alonso que arruinó la más que probable pole del sábado al británico, hicieron que saliera a la pista de Hungaroring dispuesto a dar un golpe en la mesa y salir líder del circuito magiar tras completar cinco victorias de las últimas seis carreras. Rosberg tuvo que conformarse con la segunda posición y Ricciardo completó el podio. Mientras, en la otra carrera, Sebastian Vettel fue cuarto, Max Verstappen quinto, Raikkonen sexto, Fernando Alonso, séptimo y Carlos Sainz, octavo.

Más información

Lewis Hamilton salió decidido desde que el semáforo se puso en verde a ganar el GP de Hungría. El británico firmó una gran salida y se puso al frente de la carrera mientras Rosberg veía como Ricciardo le ponía contra las cuerdas aunque una frenada magistral le devolvió al alemán a la segunda posición. Por detrás, Vettel y Verstappen mantenían la posición mientras que Alonso superaba en su particular duelo a Carlos Sainz para colocarse sexto. Hamilton, que parece muy alejado de aquel piloto temperamental que corría más con el corazón que con la cabeza, tiró de inteligencia para ir rompiendo el cronómetro vuelta tras vuelta para abrir hueco con Rosberg, que tenía que estar pendiente de su compañero de equipo por delante y de Ricciardo por detrás.

Button y un "infierno de carrera"

Fernando Alonso parecía estar haciendo un tapón en el sexto puesto y mantenía a sus perseguidores pegados al McLaren. Carlos Sainz intentaba adelantarle, pero ambos estaban prácticamente calcando los tiempos, lo que provocaba un tapón a los que venían por detrás, permitiendo además que los cinco de delante se escaparan. Jenson Button fue el primero en tener problemas mecánicos, que echaron por tierra su carrera aunque pudo mantenerse en pista para hacer un infierno de carrera como él mismo definió. Y vaya si lo fue. Entrada en boxes, sanción, drive-through, nueva entrada en boxes Así hasta que tuvo que poner pie en tierra.

Las primeras entradas en boxes regalaban duelos preciosos en el asfalto de Hungaroring. Los Mercedes, por delante, mantenían posiciones tras cambiar neumáticos, aunque Hamilton parecía controlar la carrera a su antojo y, como si quisiera dormir la carrera, no exprimía al máximo el Mercedes a pesar de llevar neumáticos nuevos y mantenía a Rosberg a una distancia prudencial como si intentara que Ricciardo, que tenía su particular duelo con Vettel, llegara a la parte trasera de su compañero para que tuviera una distracción extra. Al que más caro le costó la entrada en boxes fue a Verstappen, que se encontró por detrás de un Raikkonen que ejerció de tapón ante el holandés, que tiró por tierra todas sus opciones de hacer algo grande en la carrera. El finlandés, tras arruinar la carrera a Verstappen, hizo su primera parada en boxes y aunque salió detrás de Fernando Alonso, superó al español sin problemas gracias a la mayor tracción de sus neumáticos súper blandos nuevos y se permitió el lujo de marcar la vuelta rápida. El de Ferrari volaba en la sexta posición.

En medio de la exhibición del finlandés, comenzó una partida de ajedrez en la Fórmula Uno, de estrategias, de paradas en boxes, de undercut, de radios, de neumáticos... En Mercedes le decían por radio a Hamilton que por detrás de Rosberg, Ricciardo se acercaba peligrosamente y que debería ir pensando en entrar a boxes si no podía ir más rápido. El de Red Bull, como si estuviera escuchando la conversación de radio de Mercedes, apostó por entrar a boxes para poner blandos e intentar un undercut. Hamilton había dormido la carrera en exceso y en Red Bull hicieron una maniobra ofensiva buscando la sorpresa. El movimiento del australiano hizo espabilar a Hamilton que empezó a bajar los tiempos confirmando que si no iba más rápido es porque estaba ahorrando neumáticos y combustible, mientras Ricciardo veía cómo los Mercedes iban más rápido que él a pesar de tener neumáticos usados. Tanto forzó el australiano las gomas, que fue de más a menos permitiendo que los Mercedes ampliaran la diferencia, echando por tierra la estrategia ofensiva que habían hecho varias vueltas antes.

Hamilton, como un jugador de ajedrez

Con las cosas otra vez en su sitio en los puestos de cabeza, Lewis Hamilton volvió a dormir la carrera y a manejarla a su antojo. No sólo controlaba a Rosberg por el retrovisor, sino que bajaba el ritmo de su Mercedes con el objetivo de que Ricciardo se aproximara a su compañero y el alemán tuviera que estar más pendiente de lo que le venía por detrás que de lo que había por delante. Un poco más atrás, Alonso mantenía la séptima posición controlando a un Carlos Sainz que se sentía presionado por Bottas.

Esteban Gutiérrez, que no hizo caso a las banderas azules y no permitió que Hamilton le doblara, además de recibir su pertinente sanción apretó la lucha por la victoria a falta de 16 vueltas y con muchos doblados por adelantar. Rosberg aprovechaba que el mexicano hubiera frenado a Hamilton y se pegaba a su compañero de equipo en un duelo que se presentaba apasionante. Mientras los Mercedes tenían su particular y eterno duelo, Raikkonen intentaba adelantar a Verstappen para ser quinto, pero el holandés hacía un movimiento extraño y dejaba el alerón del finlandés tocado. Pero Raikkonen es mucho Raikkonen y con el alerón delantero tocado intentó pasar al Red Bull hasta la misma línea de meta.

El británico volvía a manejar la situación y mantenía a Rosberg lo suficientemente lejos como para no pasar apuros en los últimos giros, demostrando que en el cuerpo a cuerpo y en ambición- está por delante de su compañero. Con la bandera de cuadros, Hamilton celebra mucho más que una victoria. Supone la quinta (Mónaco, Canadá, Austria, Gran Bretaña y Hungría) en las últimas seis carreras en las que le ha recortado la friolera de 43 puntos para ponerse líder del Mundial con seis puntos de ventaja en el ecuador del Mundial.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios