Alonso cede su asiento a Vettel en Ferrari

Acaba la era de Fernando Alonso vestido de rojo. A media mañana de este jueves Ferrari emitió los dos comunicados que se esperaban: la salida de Fernando Alonso y el fichaje de Sebastian Vettel como su sustituto. El cambio de liderato en Ferrari comenzó con un tuit de la propia Scuderia, en el que recordaba los números de Alonso, a falta de la disputa del GP de Abu Dabi: cinco años de rojo, 1.186 puntos, 44 podios y 11 victorias.

«Hoy no es un día fácil porque, pese a que siempre miro hacia el futuro con mucha ilusión y determinación, al final de esta temporada se cerrará una etapa como piloto de Ferrari», confirmaba Alonso, antes de justificarse y ratificar que ha sido él, y no Ferrari, quien ha roto el matrimonio. «Es una decisión difícil, pero muy meditada, en la que siempre, de principio a fin, ha imperado mi amor por Ferrari. He tenido siempre la suerte de poder decidir mi futuro y ahora vuelvo a tener esa oportunidad. Por ello quisiera dar las gracias al equipo, que se ha mostrado comprensivo a la hora de entender mi posición», afirmó el piloto español.

«Dejo Ferrari después de cinco años, durante los cuales he llegado a alcanzar mi mejor nivel profesional, llegando a afrontar grandes retos que me han empujado a buscar nuevos límites. Este lustro ha venido a confirmar, también, mi condición de tifosi, si bien en el pasado ya había antepuesto siempre los intereses de la Scuderia a los míos: siempre he elegido Ferrari», asegura el asturiano, que ahora tendrá que esperar al 1 de diciembre para volver a hablar, esta vez como piloto de McLaren.

Alonso afirma sentirse «muy orgulloso de lo que hemos conseguido a lo largo de estos cinco años»; en los que ha logrado «tres subcampeonatos de Fórmula 1, llegando a pelear en dos de ellos hasta la última carrera, incluso siendo campeón virtual durante muchas vueltas». Lo mejor que se lleva de Maranello es la cantidad de amigos, convertidos ahora en una familia. Alonso deja Ferrari, y mira «hacia el futuro con mucha ilusión», pero no sin antes besar el escudo: «Siempre llevaré al Cavallino en el corazón».

Por parte de Ferrari también hay sólo palabras de agradecimiento. Marco Mattiacci, jefe de la Scuderia y máximo responsable de todos los cambios del equipo, asegura que «en el álbum de oro de los pilotos de Ferrari, Fernando Alonso ocupará siempre un puesto de honor». No en vano, ha sido el español el que ha tapado las vergüenzas de una escudería en decadencia desde hace más de un lustro. ¿Estará a la altura su sustituto?

Vettel, como su ídolo

Minutos después del anuncio de la salida de Alonso, en Ferrari confirmaron la contratación de Sebastian Vettel para los tres próximos años, como compañero de Kimi Räikkönen al menos en 2015. Se cumple así un viejo anhelo del tetracampeón más joven de la historia. Y es que cuando Vettel aún ni siquiera había empezado a soñar con los cuatro títulos del mundo que hoy tiene en su bolsillo, Michael Schumacher le hizo entrega de un trofeo en una de las pruebas de karting que el joven de Heppenheim acababa de ganar. Desde entonces, Vettel encontró un espejo en el que mirarse, un reflejo que acabó agigantándose con el paso de los años. Vettel no quiso nunca otra cosa que no fuera estar a la altura del ídolo que un día le había estrechado la mano. El póster del kaiser coronó su habitación desde ese momento, y Vettel empezó a dar los pasos para convertirse en un orgulloso heredero al trono del imperio automovilístico que había culminado Schumacher.

En el comunicado de Ferrari, el tetracampeón alemán, que confirmó su salida de Red Bull en el fatídico Gran Premio de Japón, afirma que se siente encantado de unirse a la escudería con más historia de la Fórmula 1, como no podría ser de otra manera. Vettel asegura que cumple un sueño. «La próxima etapa de mi carrera en la Fórmula 1 la pasaré junto a Ferrari: para mí, se hace realidad el sueño de toda una vida», dijo Vettel.

«Cuando era un niño, Michael Schumacher y su coche rojo era mi mayor ídolo y ahora para mí es un gran honor tener la posibilidad de pilotar un Ferrari. Ya tuve un pequeño anticipo de lo que representa el espíritu de Ferrari, cuando conquisté la primera victoria en Monza en 2008, con un motor del Cavallino Rampante construido en Maranello. La Scuderia cuenta con una gran tradición en este deporte y estoy extremadamente motivado para ayudar al equipo a volver a lo más alto. Pondré cuerpo y alma en ello», afirma.

Obviamente, Marco Mattiacci argumenta la contratación de Vettel con pasión: «Sebastian Vettel representa una combinación única de juventud y experiencia, y trae consigo un espíritu de equipo fundamental para afrontar junto a Kimi el reto que tenemos por delante para volver a ser protagonistas lo antes posible. Con Sebastian, además de una gran sed de victorias, compartimos el entusiasmo, la cultura del trabajo y la tenacidad, elementos clave para construir junto a todos los miembros de la Scuderia un nuevo capítulo en la historia de Ferrari».

Un nuevo reinado

Desde la temporada 2015 Vettel podrá seguir los pasos de Schumacher vistiendo la armadura que tanta gloria le granjeó a su compatriota. Ferrari y Vettel han unido sus caminos, por fin, después de que la ruptura entre Alonso y la escuadra italiana se haya hecho patente. Vettel ficha por Ferrari con 27 años, la misma edad que tenía Schumacher cuando lo hizo, y para conseguir lo que, precisamente al español le ha faltado: un Campeonato del Mundo vestido de rojo. Alonso sale de Ferrari con tres subcampeonatos, pobre bagaje de resultados para las expectativas puestas en él, y la sensación de que en otras circunstancias podría haber abierto una nueva dinastía coronada con la bandera rojigualda al lado de la tricolor de la República italiana. Alonso ha atravesado una auténtica agonía, en la que sus peleas con y contra unos monoplazas que no han estado a la altura de lo esperado, le han dado tantos elogios como poco rédito deportivo.

Ahora Vettel quiere invertir esa variable. Cualquier parecido entre el inicio de la temporada 2015 y la anterior será prácticamente casualidad. Sólo se mantendrán el rojo y poco más, ya que Marco Mattiacci ha emprendido una limpieza de personal y de filosofía con la que quiere devolver lustre al equipo italiano. Ferrari apuesta de nuevo por un alemán, como hiciera en 1996, para acabar con una larga sequía de resultados. La diferencia es que ahora Vettel llega con el halo de ser la irrupción más fulgurante en la historia de la Fórmula 1. Sus cuatro campeonatos le han quitado toda la presión personal, ya que en caso de no poder revertir la sequía de Ferrari, su palmarés seguirá colocándole en el podio de los máximos ganadores de la historia. Por su lado, el fichaje no tiene ningún riesgo; por el lado de Ferrari, algo más.

Si Vettel no tiene nada que perder, Ferrari sí. La apuesta de Mattiacci de levantar las alfombras, arrasar con todo y ponerlo a su gusto es todo un órdago a la misma esencia de la Scuderia. En Maranello siguen de obras para acabar de arreglar el dichoso túnel de viento, una nueva sede exclusiva para el equipo de Fórmula 1 y un cambio de mentalidad que debe devolverles a la senda de éxito. Con Vettel como estandarte, Ferrari quiere dejar atrás las peleas por el quinto o el sexto puesto, y pretende volver a ser aspirante al título.

La gran pregunta ahora es: ¿Triunfará Vettel en Ferrari? ¿Conseguirá mejorar la comunión casi perfecta que mantuvieron Alonso y la Scuderia, al menos, hasta esta última temporada? Preguntas sin respuesta, aún, y que sólo se podrán contestar a toro pasado.

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