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Nicky Hayden, en una imagen de archivo.
Fallece Nicky Hayden, un campeón auténtico
MotoCICLISMO

Fallece Nicky Hayden, un campeón auténtico

La vida del expiloto estadounidense se apagó, víctima de las irreversibles lesiones causadas por un accidente cuando entrenaba en bicicleta

BORJA GONZÁLEZ

Lunes, 22 de mayo 2017, 17:57

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El inicio del Gran Premio de Francia celebrado el pasado fin de semana en Le Mans quedó profundamente marcado por la noticia del accidente de Nicky Hayden cuando entrenaba en bicicleta en una carretera secundaria de Rímini (Italia), en la costa adriática. Las informaciones fueron derivando hacia lo peor, lo que dejó una atmósfera marcada por la espera de algo que se consideraba inevitable. Los pilotos lanzaban sus mensajes de ánimo al estadounidense trasladado inmediatamente desde un hospital de Rímini a otro de mejores medios en Cesena aunque todos con un tono de aferrarse a un milagro, conscientes de la gravedad de la situación.

Tommy agradece las muestras de condolencia

  • hermano

  • Tommy Hayden, hermano de Nicky, agradeció las numerosas muestras de condolencia que la familia ha recibido de todo el mundo. "En nombre de toda la familia Hayden y de la novia de Nicky, Jackie, quisiera agradecer a todos sus mensajes de apoyo. Nos ha confortado a todos saber que Nicky ha llegado a la vida de tanta gente de una forma tan positiva", afirma Tommy en un comunicado del equipo Red Bull Honda Superbike. "Aunque obviamente es un día triste, nos gustaría que todos recordáramos al Nicky más feliz, pilotando una moto. De niño soñó con ser piloto profesional y no sólo lo consiguió sino que llegó a la cima de su deporte al proclamarse campeón mundial. Estamos orgullosos de ello", añadió. Tommy asegura que le van a echar "terriblemente de menos" y agradece el trabajo realizado en el hospital de Cesena donde Nicky ha permanecido ingresado los últimos cinco días, desde el accidente en Rímini. "Con el apoyo de las autoridades, esperamos tener a Nicky de vuelta a casa en los próximos días", concluye.

El 69 de Hayden y algunos mensajes decoraron las motos y los cascos de muchos de los componentes de la parrilla. Este lunes la familia del piloto confirmó que, a sus 35 años, había fallecido, víctima de las lesiones en el accidente. Y en cascada empezaron a aparecer los mensajes de sus compañeros de profesión, de cualquier campeonato, mundial o nacional, como homenaje a alguien sobre el que abundaron el descriptivo uno de los mejores tipos que he conocido, un campeón auténtico.

Hayden entró en la escena internacional en 2003 por la puerta grande, de ganar en el AMA estadounidense a enrolarse en el Repsol Honda de MotoGP como compañero de Valentino Rossi. Tenía que representar la nueva savia del deporte de las dos ruedas de su país, de capa caída tras la era grandiosa de los Roberts, Spencer, Rainey, Lawson, Schwantz y compañía. No fue fácil su adaptación a la categoría, teniendo en cuenta que había entrado en el mejor equipo de la época, con la mejor moto. Aún así se estrenó en el podio a final de ese curso, en Japón, repitiendo el tercer puesto en Australia. Dos podios, los mismos que cosechó en 2004.

Fue el siguiente curso el de su confirmación. Estados Unidos regresaba al calendario con una prueba en el Circuito de Laguna Seca, un trazado revirado y muy al uso de los pilotos americanos y que Hayden conocía a las mil maravillas. Se convirtió en el héroe de la prueba con una sólida victoria soportando la presión de tener sobre sí todas las miradas un domingo en el que irrumpió en la parrilla como el máximo favorito al triunfo. A partir de ahí se consolidó en la pelea para el podio, lo que no hacía prever un éxito como el que tuvo en 2006. Y es que, contra pronóstico, se proclamó campeón del mundo de la clase reina, tras un final muy accidentado, con carreras cargadas de drama en Portugal y Valencia. En esta última aprovechó el error de Rossi, que se fue al suelo, para llevarse la corona y ocupar su lugar en el Olimpo del motociclismo.

A partir de ahí las cosas no fueron tan bien. Se le atragantó el cambio de cilindrada de 1.000cc a 800cc y tuvo que pelearse con una Honda demasiado pequeña, más pensada para su compañero desde el año anterior, Dani Pedrosa. Tras otro año más en Honda pasó en 2009 a competir con una difícil Ducati. En la casa italiana estuvo hasta 2013, un periodo poco fructífero y que derivó en el paso atrás de tener que aceptar un prototipo de menor rango en la escudería de Jorge Martínez Aspar, el paso previo a su marcha al Mundial de SBK.

«Siempre en mi corazón, champ», fue el mensaje de su ex compañero Pedrosa en las redes sociales, usando el diminutivo de champion (NdR: campeón en inglés) que tanto usaba el conocido como Kentucky Kid, un piloto de familia apasionada por el motor, una pasión transmitida por el padre Earl también a Roger Lee y Tommy, hermanos de Nicky y también pilotos. «Me rompe el corazón. Nicky fue más que un héroe para mí. Le mando mi amor desde dentro de mi corazón», escribía emocionado el británico Scott Redding, en la línea de mucho otros pilotos.

Márquez, Viñales, Stoner, Lorenzo, Bautista, Crutchlow, los hermanos Espargaró, Rabat y la casi totalidad de los componentes de la parrilla, más equipos, fabricantes, instituciones, ex pilotos, y un largo etcétera que incluyó a Alberto Contador, que puso sobre el tapete la causa del fallecimiento. Un campeón que se ponía a más de 300km/h fallece por un paseo en bicicleta. Muy triste, una frase a la que el pinteño agregó la etiqueta BastaYa. Un final injusto para alguien que vivió por y para la pasión por la velocidad.

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