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Carmen Boix, a bordo del coche que pilotará en Cheste. :: lp
Una Nascar con ADN valenciano

Una Nascar con ADN valenciano

Carmen Boix y Borja García, compañeros en el certamen que arranca en el Circuit

MOISÉS RODRÍGUEZ

Jueves, 30 de marzo 2017, 00:45

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Carmen Boix ha comprobado que la perseverancia tiene previo. Cuando dentro de una semana llegue a Cheste, se sentirá un poco más piloto. «Hubo un momento en que pensé que igual debía dejarlo», admite la valenciana, feliz por no haber tomado esa decisión. Tras más de dos años de batallas en busca de un patrocinador, ha conseguido una oportunidad. Se sentará frente al volante de un Ford Mustang en la primera cita de la Nascar Europea: «Todavía puedo pelear por dedicarme a esto. Tengo 22 años y hay pilotos de más de 30».

Puede que nadie se juegue más que ella en la primera cita del Nascar Whelen Euroseries. El certamen vuelve a arrancar en el Ricardo Tormo el 8 y 9 de abril. Dos días antes, Carmen Boix, ya empezará a rodar en Cheste. Su compañero de box durante todo el fin de semana será un amigo, el también valenciano Borja García. El piloto de La Pobla de Vallbona es otro superviviente del automovilismo. En 2016 ya empezó este campeonato, pero no pudo concluirlo. «Tenía muchas ganas de correr con él», comenta la joven.

García y Boix copan los asientos del equipo italiano Alex Caffi, al menos para la cita inaugural en Valencia, la única del campeonato que se celebra en suelo español. «Mi intención es estar de mitad de la parrilla hacia adelante», señala la joven. Como casi siempre en el automovilismo, el principal obstáculo es el económico. «La última vez que competí fue en el Campeonato de España de Resistencia de 2013 con un Seat León. Luego he hecho alguna prueba en Italia con el equipo, pero poco más», indica. El resto, cerca de cuatro años de lucha.

Mientras tanto, Carmen Boix ha seguido formándose. Estudia marketing y publicidad y el año que viene empezará dirección de empresas en inglés. Tiene un plan B, pero en ese tiempo no se ha olvidado del automovilismo. Al final, ha conseguido que una empresa de zapatos de Arnedo (La Rioja), Grupo Pitillos, se interese en patrocinarla.

Esta firma nunca había invertido en deporte de motor. Será su primera experiencia. «Ahora el reto es que les guste el evento y se decidan a apostar por nuestro proyecto», indica Carmen Boix. Por eso, quiere dar espectáculo en la pista dentro de una semana en Cheste. Necesita 60.000 euros para poder participar en todas las citas de la Nascar Europea. «Sin viajes ni test, pero lo primero es poder estar», precisa.

Carmen Boix está acostumbrada a superarse. A agarrar fuerte el volante y demostrar sus dotes como piloto. Le viene de familia. Su padre corrió en karting y uno de sus tres hermanos llegó a participar en carreras de fórmula.

Un día, cuando tenía entre siete y ocho años, se convocó en Valencia una prueba para entrar a una escuela de pilotos de automovilismo. «Un niño se acercó y me preguntó qué hacía ahí. Me dijo que por qué no iba a arreglarme las uñas. Luego a él no lo eligieron y a mí sí», relata Carmen Boix. Lo dice con una sonrisa. Aquello le marcó. Reforzó su determinación por dedicarse al automovilismo. Pese a tratarse de un mundo muy complicado donde, además de demostrar calidad sobre la pista hay que tener habilidad para encontrar patrocinadores. Pero rendirse no está en su diccionario. Ni en el de Borja García. La otra parte del tándem valenciano en el Nascar Whelen Euroseries.

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