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Arguiñano, ayer en el 'hospitality' del Team AGR en Cheste. :: LP
Arguiñano cocina con gas

Arguiñano cocina con gas

«A Álex Márquez le prepararía unas alcachofas con almejitas y de postre un flan con más de un huevo», dice el popular cocinero

TONI CALERO

Viernes, 7 de noviembre 2014, 23:53

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Se mueve por el 'paddock' como entre fogones. Escuchando la familiaridad con la que habla sobre pilotos, fechas de carreras, categorías y demás, uno ya no sabe si se encuentra ante ese popular cocinero que se metió hace más de quince años en los hogares de media España o ante un histórico del motociclismo. «Hace 17, puede que 18 años Dorna me invitó a Montmeló y aquel día me quedé enganchado», recuerda Arguiñano. Hace cinco años pasó la frontera. De aficionado fiel a meterse de lleno en el Mundial de MotoGP. «Estoy contento, pero aquí arriesgas un montón, cuesta mucho sacar las cosas adelante», resume.

Su estrecha amistad con Carlos Checa le empujó a decidirse. «Yo había visto muchas veces a Ángel Nieto, le he seguido siempre pero nunca había visto motos en vivo. Y desde ese día en Montmeló, como salía por televisión y ya se sabe que a los famosos les gustan darles vueltas por los sitios y, joder, me hice íntimo amigo de Carlos Checa», explica Arguiñano. Ahora, el piloto catalán es «como un hijo» para el cocinero. «Hasta hacemos las matanzas juntos», dice sonriendo. «Han subido a mi casa Randy Mamola, Crivillé, Alzamora o Sete Gibernau, que hizo la despedida en mi casa. Fue la de su último matrimonio, que luego no le funcionó».

Ya sabe lo que le espera en Cheste. Cada vez que se abre la puerta del 'hospitality' del AGR Team, su equipo de Moto2, los aficionados le piden a gritos fotos y autógrafos. Arguiñano es un clásico en el Ricardo Tormo. «Creo que no he fallado nunca a Cheste y vengo encantado. Soy como uno más de la familia», asegura un Arguiñano que el próximo año también estará en el Mundial con los mismos pilotos.

«Tengo a Jonas Folger y Axel Pons, el hijo de Sito, aunque también anda por aquí Edgar -hermano de Axel- y Steven Odendaal, un surafricano que corre en el CEV, un equipo en la Copa de España...», enumera el cocinero, que sentencia entre risas: «No sé si tengo el carnet de moto, pero de motos ando bien y motoristas tengo un montón».

Se declara «respetuoso» con todos los pilotos, aunque desea con todas sus fuerzas que el Mundial de Moto3 sea para Álex Márquez: «De padres normales, hijos normales. Su padre, Julià, me contó que en Cervera, su pueblo, había una obra y era necesario subir 25 sacos de cemento. Marc y Álex se los subieron al albañil sin que les dijeran nada. Eso normalmente los que están en primera línea no lo hacen».

Arguiñano tiene claro que plato elaboraría para el pequeño de los Márquez: «Algo de temporada. Unas alcachofas con unas almejitas en salsa verde, de segundo le pondría una merluza rebozadita y de postre un flan con más de un huevo». Para Miller, «una buena sopa de pescado y un solomillo con unas patatas panaderas». Pero, eso sí, que gane Márquez: «Álex y Marc son como mis sobrinos. Los he visto crecer».

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