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Xabi Fernández Patrón del Mapfre en la base del equipo. H.E.
«La Volvo es muy peligrosa y si algo va mal sólo te puede ayudar tu rival»

«La Volvo es muy peligrosa y si algo va mal sólo te puede ayudar tu rival»

Xabi Fernández Patrón del Mapfre | El vasco afronta por primera vez la vuelta al mundo por etapas como patrón del equipo: «Ganar esta regata es una espina clavada»

HÉCTOR ESTEBAN

ALICANTE.

Domingo, 22 de octubre 2017, 00:23

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Xabi Fernández Gaztañaga (Ibarra, 19 de octubre de 1976). Campeón olímpico, del mundo y de Europa. Tiene las manos oceánicas. Grandes y paternales. Sentimiento que transmite al estrecharla. Hoy parte desde Alicante hacia Lisboa. Como patrón del Mapfre, el equipo español preparado para ganar la Volvo Ocean Race (vuelta al mundo por etapas). Ese es el reto. Miles de millas que dan la vuelta a la rutina como si fuera un calcetín. En el mar no hay sitio para las costumbres. Partirá con el pelo rapado. Algo que no volverá a hacer hasta que vuelva a tocar tierra. Sólo interrumpe la entrevista por causa mayor. Suena el móvil. «Es mi mujer, ¿puedo cogerlo?», pregunta educadamente. «Por supuesto». La familia es lo primero. La prueba, durísima, es de máximo riesgo. La vida, y también la muerte, surcan los mares. Su vida hasta junio será dar la vuelta al mundo con el Océano Sur como ruta de sus desvelos.

-Ocho meses por delante, 45.000 millas, mil mares. ¿Tiene miedo?

-Miedo no creo que sea la palabra pero sí mucha preocupación. Esto también puede salir mal. No sólo yo, todo el equipo tiene mucha responsabilidad y debe ponerse en el caso del otro. Lo primero es que el barco acabe bien y que nadie se haga daño. Se vende a la prensa que esta regata es muy peligrosa, pero es que es así. Hoy empezamos y hay que tomar decisiones muy pronto.

-El Mapfre se presenta en la línea de salida como favorito.

-Que nos vean así es bueno. Es síntoma de que estamos fuertes, preparados y navegando bien. Veo que todos los miembros del equipo tenemos muy bien puestos los pies en la tierra. Esto es muy largo. Hace dos ediciones estuvimos muy cerca de ganar y se nos escapó.

-Colecciona títulos. ¿La Volvo es una espina clavada?

-Sin duda, es una espina no sólo para mí sino para el equipo. Es la quinta Volvo que hacemos con Pedro Campos, con la misma estructura, con diferentes patrocinadores. Sin duda es un evento que nos gustaría ganar y salimos con ese objetivo.

-Es la primera vez que lo hace como patrón. ¿Pesa la responsabilidad?

-En la anterior edición ya estuve de patrón en alguna etapa porque Iker Martínez -su gran amigo y compañero- no pudo hacer toda la Volvo. Siempre lo he vivido muy de cerca pero antes había otra persona que o tomaba la última decisión o se comía el marrón. Te dan ganas de apretar más y es una preocupación añadida. Mucha gente ha confiado en mí. Vamos a pelear y a estar preparados para lo que venga.

-¿Qué etapas serán la clave?

-Cabo de Hornos es peligroso porque de verdad lo es. Pero en la anterior edición, en la primera etapa en Ciudad del Cabo hicimos últimos. Comenté con Íker lo caro que nos iba a costar eso. La realidad es que después si la regata hubiera empezado desde ahí fuimos los segundos y a partir de China los mejores. Nuestro objetivo es empezar bien. No hace falta ganar ni la primera ni la segunda ni la tercera. Con el Telefónica ganamos las tres primeras etapas... Lo que no hay que hacer es ser últimos ni quintos.. Si hacemos las tres primeras etapas entre los tres de delante y ganamos una estaríamos con opciones de ganar al final. No hay que tomar riesgos al principio. Habrá veces que será tentador pero la realidad es que para ganar la Volvo hay que ser regulares.

-¿Se mueve mejor en el mar en buenas o en malas condiciones meteorológicas?

-Todos nos movemos mejor en buenas condiciones. En la Volvo los momentos buenos son más que los malos. Tengo un equipo con mucha experiencia y espero que las condiciones malas nos favorezcan.

-¿Hay momentos de soledad?

-Sí, es un evento que cada vez se hace más duro. Cuando eres un chaval es diferente. A nivel familiar no tienes niños. Todos somos mayores y cambian las prioridades. Estás fuera de casa muchos meses, las Navidades desaparecen del calendario y hay momentos que se hacen pesados. La suerte de la Volvo es que es un regata por etapas y que es un deporte de equipo y tienes a gente al lado. A la familia la tendré en Ciudad del Cabo y en Auckland. En China espero volver a casa unos días.

-¿Cómo lo lleva su familia?

-Es fácil decir que te acostumbras pero no es cierto. Mi mujer está sola con los niños. Es durillo para ellos.

-¿Qué es lo más importante para tener el mejor equipo?

-Lo que buscas es el equilibrio. Es fácil tener gente con más nombre y mejor en calidad a nivel individual pero luego si no trabajan en equipo... Tenemos un equipo muy fuerte y muy bien equilibrado. Azkonobel -ha despedido a su patrón y ha nombrado a última hora a Brad Jackson- tiene muchas estrellas pero ya veremos cómo navegan.

-¿Su gran rival es el Dongfeng?

-A priori sí. Cuatro de los que estamos en Mapfre ya dimos la vuelta al mundo juntos. Los chinos del Dongfeng también cuentan con ese plus. Ellos fueron los primeros en empezar y han ido a tope. Hemos entrenado juntos en Sangenjo.

-¿Elige usted a la tripulación?

-Pedro Campos logra el proyecto, luego me llama a mí, elegimos a Paul... que dio vuelta al mundo en Brunel, a Joan Vila, a Rob... Somos nueve titulares. Todos los saben y espero que no haya problemas.

-¿Es duro con sus tripulantes?

-No. La forma de hacer esto bien es escoger a gente muy buena. No tienes que decir a cada uno lo que tiene que hacer si tienes al mejor en cada puesto. Tienes que buscar personas que sean fáciles, que trabajen y aporten. Creo que es gente que se preocupa más de ayudar al compañero que de sacar su propio provecho. Un desequilibrio en el equipo te puede hacer perder la carrera y lo hemos visto en muchos barcos. Si hay mal ambiente te obliga a tomar decisiones muy duras.

-Joan Vila, uno no de los mejores navegantes del mundo, está en el barco.

-Joan pone ese punto de tranquilidad. Hemos tenido grandes navegantes pero con él todo es mejor. Sólo por comunicarte en español ya es mejor. No costó convencerlo. Estaba en Bermudas conmigo en la Copa América. Es fácil apoyarte en Joan, igual que en el equipo que tenemos en tierra, que es buenísimo.

-Las normas han cambiado para dar protagonismo a las tripulantes femeninas. ¿Qué tal con Tamara Echegoyen y Sophie Ciszek?

-Muy bien la verdad. Al principio cuando sale la regla hay cierta incertidumbre. Uno de los grandes problemas es la convivencia, el día a día, cada uno es diferente. Meter a dos chicas al principio te da un poco de miedo pero la realidad es que Sophie ha hecho esto anteriormente -con el SCA- y es una tía dura, sabe lo que hace, y Tamara ha sido parte de nuestro equipo en la vela olímpica, la conozco quince años, hemos estado juntos en Londres y sé que trabaja y se adapta a todo muy bien.

-¿Qué es lo que peor lleva?

-Cuando sales en una etapa larga piensas los primeros días en lo que queda pero luego enseguida los días pasan rápido. Hay momentos de ansiedad, que es cuando quedan tres o cuatro días para llegar. Lo peor es el cansancio, la falta de sueño y el frío. La comida no me afecta. Muchos días es durísimo pero estás tan cansado que duermes. Muchas veces sólo una hora pero si pillas cuatro seguidas te recuperas.

-Usted formó parte de la tripulación del Movistar que fue rescatada en 2006 por el ABN Amro 2 en el Atlántico.

-Aquel proyecto fue rocambolesco. La primer vez que cambiaron los barcos a los Volvo 70. Salimos de Vigo y tuvimos que parar en Portugal porque el barco se rompía en dos cachos, en Cabo de Hornos casi nos hundimos y luego, en la etapa que se hundió, yo no estaba a bordo por un campeonato de vela olímpica junto a Íker Martínez . Era la primera vez, ya íbamos 'cagaos' y además el barco se hunde... Ahora los barcos son más seguros. Aprendes que si algo puede ir mal va a ir mal. Y si algo va mal el que te puede ayudar es un rival tuyo. Es lo que pasó en Movistar, al final fue un barco, el ABN, que ya llevaba un cadáver encima -el holandés Hans Horrevoets- el que recogió a la tripulación.

-¿Hay pacto de solidaridad entre los equipos?

-No hace falta ni hacerlo, es una obligación interna.

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