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Manuel Bargues posa con el equipaje de esgrima de la selección española. Damián Torres
«Fuera de España me piden autógrafos, aquí ni me conocen»
Esgrima

«Fuera de España me piden autógrafos, aquí ni me conocen»

«Estamos trabajando con mucha confianza para Tokyo 2020. Lo vamos a conseguir, somos muy jóvenes pero con ganas y ambición», afirma Manuel Bargues, campeón Europeo sub-23 de esgrima por equipos

IGNACIO TORTAJADA

Valencia

Miércoles, 20 de septiembre 2017, 00:09

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Se calza las medias hasta las rodillas, se pone el traje blanco, se ajusta la máscara, empuña y levanta la espada. Manuel Bargues está listo, el mundo de la esgrima valenciana tiene un emocionante futuro por delante, y Bargues es el perfecto embajador. El azar y la suerte hicieron que una tarde de septiembre, un pequeño valenciano, cansado de probar, sin éxito, todo tipo de deportes se iniciase como tirador de esgrima en la Sala de Armas de Paterna, disciplina que 14 años después le ha convertido en miembro de la Selección Nacional Absoluta y campeón Europeo sub-23 por equipos.

Manuel Bargues vive en Madrid desde que cumplió la mayoría de edad y desde el año pasado es miembro de la Sala de Esgrima de Burgos. Entrena cinco días a la semana, mañanas y tardes, y aprovecha los sábados y domingos para competir. Una vida de sacrificio y compromiso entregada al máximo a la disciplina de la espada. "La esgrima es mi razón de existencia, mi vida gira entorno a ella, no concibo mi día a día sin este deporte", asegura el tirador. Bargues define la esgrima como un deporte muy estratégico y técnico, en el que tienes que adelantarte a tu compañero en movimientos: "La esgrima es el ajedrez en la vida real", añade.

Con 22 años y con una progresión como deportista envidiable, el tirador lamenta la falta de afición por parte del público hacia este deporte y el desconocimiento generalizado a nivel nacional. "La esgrima fuera de España tiene mucha fama, la gente de otros países te conoce e incluso te piden autógrafos por las calles cuando vamos a competir allí. En España no te reconoce nadie, solo algunos deportistas y los que comparten tu afición", declara el valenciano. El joven afirma que el reconocimiento por parte de la gente es un gran aliciente para seguir en este mundo con motivación, y que en ocasiones, la desigualdad en el trato con otros deportes perjudica la carrera profesional de los tiradores españoles.

Por todo esto, el campeón europeo reivindica igualdad para romper la brecha que separa los deportes mayoritarios de los minoritarios. "Se sufre mucho cuando ves un partido de fútbol, a mi también me gustaría abarrotar estadios tan grandes. Yo quiero sentirme así de arropado por la gente, porque al fin y al cabo entreno las mismas horas, o más, que ellos. Al final sientes un tipo de envidia sana, tú también quieres que reconozcan todas tus horas de entrenamiento y sacrificio", declara Manuel Bargues.

Junto a la desigualdad por parte del público llegan la falta de oportunidades y ayudas al mundo de la esgrima. Como los deportes minoritarios no son visibles entre la población, las donaciones también se reducen. Bargues pertenecía, hasta el año pasado, al Club de Esgrima de Valencia, del cual tuvo que marcharse para fichar por uno nuevo debido a la falta de apoyo económico. "En reiteradas ocasiones tenemos que pagarnos nosotros las competiciones si queremos debutar en otros países. Lo poco que ganamos es para poder mantenernos en competición, y la Federación no puede hacerse cargo de todo", confirma el tirador.

Pese a las injusticias que denuncia el deportista del proyecto FER, Manuel Bargues afirma que la esgrima le ha regalado algunos de los momentos más importantes de su vida, y asegura que cada barrera u obstáculo superado ha sido un aliciente para seguir el camino del esfuerzo. El deportista internacional es consciente de que la esgrima no le va a dar de comer, por ello nunca ha abandonado los estudios y está completamente entregado a su formación. Ha finalizado un módulo de Educación Física y para el próximo curso se plantea orientar sus estudios hacía la universidad o formarse en una academia de bombero, uno de sus sueños frustrados. "Con organización y constancia todo se puede conseguir, solo hay que saber donde estás y hasta donde quieres llegar", declara el de la Pobla de Vallbona. A su vez, asegura que cada una de las derrotas le han enseñado a no tirar la toalla y a seguir hacia adelante con la cabeza bien alta. El joven valenciano reconoce que mucha gente le ha preguntado el por qué de este deporte, pero él lo tiene claro: "Estoy enganchado a la esgrima, cuando estoy con un espada en la mano no necesito nada más", reconoce entre risas. "No conozco a nadie que haya probado este deporte y no le guste", añade.

Entre otras cosas, Bargues puede presumir de poseer un palmarés envidiable a sus espaldas. Obtuvo el oro en el campeonato de España junior en 2014 y 2015, y bronce en el absoluto de 2016 y 2017. Además de conseguir el primer puesto en el campeonato europeo por equipos de este último año. Por otro lado, el tirador ha representado a España fuera de sus fronteras en numerosas ocasiones, coronándose como uno de los tirados más prometedores a nivel internacional, con el bronce en el campeonato del mundo junior por equipos en 2013 y el oro en el campeonato europeo del 2017 celebrado en Minsk frente a Italia, una de las grandes potencias de este deporte.

La unión hacia Tokyo

Gran parte de estos méritos son fruto del trabajo realizado durante muchos años con sus compañeros de equipo: Guillermo Sánchez, Yulen Pereira y Álvaro Ibáñez. "Juntos somos indestructibles. Somos un equipo muy unido, nuestra verdadera fuerza es la complicidad y el trabajo conjunto. Somos capaces de superar en puntos a nuestros oponentes únicamente por nuestra complicidad. Muchos equipos no hablan entre ellos, no se sienten y eso les hace perder", desvela Bargues. Para él, una de las cosas más difíciles a las que se ha enfrentado durante toda su trayectoria en el mundo de la esgrima es la exigencia de competir en equipos y mantener el listón en sintonía con sus compañeros.

El valenciano afirma que representar a España de forma internacional es "una sensación increíble". "Es un orgullo que un país entero confíe en ti . Siento presión por no defraudar a España, pero en el momento en el que salgo a competir, me pongo la máscara, cojo la espada e intento dar todo de mi", afirma el tirador.

Manuel Bargues mira tranquilo y con esperanza hacia unos futuros juegos olímpicos, ya que asegura que en Río se quedaron a un par de puestos de optar a competición. "Estamos trabajando con mucha confianza para Tokyo 2020. Lo vamos a conseguir, somos jóvenes pero con ambición y ganas de dar lo máximo posible", asegura el campeón europeo.

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