Borrar
Urgente Aemet anuncia el regreso de lluvias y tormentas a la Comunitat este viernes
Christian Coleman, durante la carrera de 60 metros. EFE
Un meteoro llamado Coleman
Mundiales en pista cubierta

Un meteoro llamado Coleman

El plusmarquista estadounidense se lleva el oro en el 60 arrasando al chino Bingtian Su y a su compatriota Ronnie Baker y frena el cronómetro en unos espectaculares 6.37 segundos

MIGUEL OLMEDA

Sábado, 3 de marzo 2018, 22:39

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Christian Coleman apareció en 2017 para quedarse entre la aristocracia del atletismo mundial. Primero en la NCAA, corriendo los 100 metros en 9.82, y luego en Londres, batiendo a Usain Bolt en las semifinales y la final del hectómetro para colgarse la medalla de plata tras su ídolo Justin Gatlin. Una vez se hubo retirado el jamaicano y con el polémico estadounidense más cerca de los 40 que de los 30, Coleman se postuló a ojos de todos como el heredero al trono de la velocidad, candidatura que refrendó este invierno batiendo dos veces el récord del mundo de los 60 metros. Sin embargo, al meteoro de Atlanta siempre le faltaba algo. Algo que ahora ya tiene: una medalla de oro.

Tras ganar la plata en Londres se decía que le quedaban grandes los 100 metros, que acusaba la caída de velocidad al final. Lógico teniendo en cuenta que acumulaba 50 carreras en las piernas. Cuando el pasado mes de enero batió por primera vez el récord mundial de 60, la excusa fue que los tacos de salida no eran eléctricos. Y cuando lo rebajó tres centésimas hasta 6.34 resultó que había corrido en Albuquerque, a 1.600 metros por encima del nivel del mar. Otra ayuda. Total que había llegado a Birmingham con ganas de callar bocas, y así hizo.

Ya en la matinal del sábado, pasó la primera eliminatoria en 6.71... ¡Trotando durante 30 metros! Por la tarde en la semifinal acabó dejándose llevar... ¡En 6.45!. En la final el chino Bingtian Su (plata con 6.42, récord de Asia) y su compatriota Ronnie Baker (bronce) le exigieron correr al cien por cien... ¡Y estuvo a punto de batir su propio récord! Seis segundos y treinta y siete centésimas (6.37), tarda uno más en escribirlo que Coleman en acabar la carrera. Esta vez los tacos fueron los correctos, la altitud no fue una ventaja y enfrente tuvo a los mejores rivales del planeta. Pero él es único, un avión. Incluso se le vio un poco mosqueado porque esperaba correr todavía más deprisa. Tiene el hambre que le faltó a Bolt.

Dibaba, una gacela en cautividad

Si hay una estrella en el atletismo que pueda presumir de sentirse más cómoda corriendo bajo techo, en el anillo de 200 metros, que al aire libre en una pista de 400, esa es Genzebe Dibaba. La atleta etíope cuenta en su currículum con siete récords del mundo y seis de ellos en pista cubierta. Llegaba a Birmingham con la ambición de completar el dificilísimo doblete de 1.500 y 3.000, y después de solventar por la vía rápida este último en la jornada inaugural, cerró el círculo el sábado con un 'milqui' de manual. Dibaba impuso su ley mediada la carrera, abriendo gas en cada vuelta a la pista para dejar en la estacada tanto a la británica Laura Muir, finalmente plata, como a la holandesa Sifan Hassan, bronce.

La odisea de Yulimar Rojas

Nadie le ha regalado nada Yulimar Rojas en su carrera. Apenas recién cumplida la veintena, se convirtió en Portland en 2016 en la primera venezolana en ganar una medalla de oro en un Mundial, 'indoor' para el caso. Meses después se llevaría la plata en los Juegos de Río, y un año más tarde se proclamaría campeona del mundo al aire libre en Birmingham. Y sin embargo, en ninguno de aquellos logros sufrió lo que ha sufrido para revalidar su título mundial de pista cubierta en Birmingham. Primero porque casi fue un milagro que llegara a tiempo al Barclaycard Arena, ya que el viernes por la noche estaba varada por la nieve a 100 kilómetros de la sede del campeonato. Segundo porque una fascitis plantar le había tenido alejada de las pistas durante todo el invierno y su estado de forma era un incógnita. Al final ocurrió lo de siempre con ella en concurso: se fue entonando intento a intento y en el quinto dio un salto, dos saltos, tres saltos... Y 14.63 metros. Líder del año y campeona del mundo por delante de la jamaicana Kimberly Williams y la española Ana Peleteiro. Doblete de oro y bronce para el cubano Iván Pedroso, que trabaja con ambas en Guadalajara. El 'Saltamontes' fue un magnífico saltador de longitud durante sus años en activo y ahora retirado es un magnífico entrenador de triplistas.

Pedroso 'cazó' otro metal, esta vez de la mano de su pupilo Nelson Évora. El portugués, con un salto de 17.40 metros, que además fue récord de su país, se acabó llevando un bronce apretado por detrás del brasileño Almir dos Santos, con 17.41, y el norteamericano Will Claye, campeón del mundo y líder de la temporada con 17.43 metros.

A lo largo el sábado también se repartieron las medallas del lanzamiento de peso, el 800 y el heptatlón masculino, el salto con pértiga y el 60 vallas femenino, y ambos 400. En el primero de los concursos, disputado en la jornada matinal, el neozelandés Tomas Walsh se llevó el oro con un lanzamiento espectacular de 22.31 metros, récord del campeonato y de Oceanía. En las cuatro vueltas a la pista, el polaco Adam Kszczot se adjudicó su segundo título mundial bajo techo, ganando la carrera con su ya clásica estrategia de aguantar en la cola y atacar al final. Y en la prueba combinada el francés Kevin Mayer hizo valer su condición de favorito, aunque sufrió más de lo esperado para doblegar a Damian Warner, 6.348 puntos por 6.343 del canadiense.

La estadounidense Sandi Morris se colgó la medalla de oro en la pértiga, superando el listón en 4.95 metros, récord de los campeonatos, por delante de la rusa Anzhelika Sidorova y la griega Katerina Stefanidi. La también norteamericana Kendra Harrison 'voló' en el 60 con vallas para imponerse a su compatriota Christina Manning y a la holandesa Nadine Visser con un tiempo de 7.70 segundos, el tercer mejor de la historia. Y en los 400 femenino, Courtney Okolo arrasó con una marca personal de 50.55 segundos; mientras que en la categoría masculina el oro fue para el checo Pavel Maslak, con polémica incluida por la descalificación de Husillos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios