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El piloto finlandés Valtteri Bottas descorcha la botella de champán tras su victoria en el circuito ruso de Sochi, junto al Mar Negro. :: SRDJAN SUKI / EFE
Bottas toca techo en Rusia

Bottas toca techo en Rusia

Enésimo ridículo de McLaren, ya que Alonso ni siquiera tomó la salida en una carrera en la que Sainz por fin puntuó

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Lunes, 1 de mayo 2017, 00:27

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Han tenido que pasar 81 Grandes Premios para ver a Valtteri Bottas en lo más alto del cajón del podio. El finlandés se llevó una victoria que no olvidará nunca, después de dominar de principio a fin, aunque acabó apretando más los dientes de lo esperado. Desde la misma salida, demostró que estaba en un estado de forma fuera de toda duda, y dejó atrás a un Sebastian Vettel que sale de la tierra de Vladímir Putin más líder y con más confianza, pese a no llevarse una victoria.

CLASIFICACIÓN

  • La carrera

  • 1. V. Bottas (FIN) Mercedes 1h.28 08.743

  • 2. S. Vettel (ALE) Ferrari a 0.617

  • 3. K. Raikkonen (FIN) Ferrari a 11.000

  • 4. L. Hamilton (GBR) Mercedes a 36.320

  • 5. M. Verstappen (HOL) Red Bull a 1 00.416

  • ...

  • 10. C. Sainz (ESP) Toro Rosso a 1 vuelta

  • NO SALIÓ. F. Alonso (ESP/McLaren-Honda)

  • Mundial de pilotos

  • 1. S. Vettel 86 Puntos

  • 2. L. Hamilton 73

  • 3. V. Bottas 63

  • 4. K. Räikkönen 49

  • 5. M. Verstappen 35

  • ...

  • 9. C. Sainz 11

  • 20. F. Alonso 0

  • Constructores

  • 1. Mercedes 136 Puntos

  • 2. Ferrari 135

  • 3. Red Bull 57

  • 4. Force India 31

  • 5. Williams 18

  • 6. Toro Rosso 13

  • 7. Haas 8

  • 8. Renault 6

  • 9. Sauber 0

  • 10. McLaren 0

El rendimiento de Bottas en la carrera más anodina de lo que llevamos de campeonato contrastó notablemente con el de Lewis Hamilton. El británico, sin ritmo, sin ideas, sin solución de continuidad en esta prueba, acabó fuera de un podio que en ningún momento tuvo al alcance. Y eso que la prueba comenzó con un susto.

Después de una segunda e inesperada vuelta de formación por culpa de la enésima avería -y ridículo- de McLaren, la prueba se tuvo que reagrupar. Palmer y Grosjean habían dado con sus coches contra el muro tras impactar entre ellos: fue el único incidente de consideración de una carrera que no pasará a la historia por su emoción. Ni siquiera las paradas en 'boxes' le añadieron picante. Ferrari intentó demostrar que llegaba con mejores condiciones, pero al inmenso ritmo impuesto por Bottas se unió un inoportuno fallo en los 'boxes' de rojo, que hicieron perder unas décimas vitales a Vettel.

Bottas se encargó de despertar a todos a falta de quince vueltas para el final. El finlandés iba cómodamente liderando, cuando se pasó de frenada en una curva y destrozó uno de sus neumáticos. Este error dio alas a Vettel, que empezó a apretar y, beneficiado por las mejores condiciones de sus ruedas, se acercó a tiro de DRS. El finlandés veía cómo una sombra roja amenazaba la que iba a ser su primera victoria, pero cuando más cerca tuvo a Vettel, se encontró con un aliado inesperado: Felipe Massa. El brasileño, doblado, se encargó de estorbar al alemán de Ferrari (sin intención) lo justo para que este no cazara al finlandés.

Pese al enfado inicial de Vettel con el de Williams, al final se lo tomó con filosofía: no es para menos. Sale de Rusia más líder sobre Hamilton, y con la certeza de que tiene un monoplaza en sus manos con capacidad de sobra para pelear, al menos, con los Mercedes.

Cuando McLaren parece que no puede sorprender más, se empeña en alcanzar cotas de ridículo nunca antes vistas. Literalmente, esta ya es el peor arranque de un Mundial en su historia. Fernando Alonso sigue sin saber lo que es cruzar la meta de una carrera en 2017, y en Rusia ni siquiera pudo salir. Como explicó después, el motor Honda -el mismo que va a servir a Sauber en 2018, según anunciaron a primera hora- les empezó a dar problemas según salió de 'boxes' para llegar a la parrilla. En la vuelta de formación se quedó sin batería y, aunque intentó un reinicio, no le sirvió de nada: el MCL32 se quedó parado a la entrada de la calle de 'boxes'. Alonso se fue andando, cabizbajo y con un enfado monumental.

Pleno de abandonos

Razones tiene para molestarse. Cuatro carreras, cuatro abandonos. La fiabilidad es ínfima, y cuando rueda, la competitividad también deja mucho que desear. Su pensamiento y su ilusión pasan por las 500 Millas de Indianápolis, donde estará al volante de un monoplaza en el que al menos está prácticamente garantizado que puede salir a rodar. Alonso viaja hoy mismo a Estados Unidos, donde el miércoles se pondrá por primera vez al volante del coche de Andretti Autosport, con el que buscará hacer historia fuera de la Fórmula 1.

Algo más satisfecho (no era muy difícil) acabó Carlos Sainz. El madrileño no sabía lo que era puntuar en Rusia hasta ayer domingo, y pese a un arranque complicado, al final llegó en una óptima décima posición que le permite sumar en Sochi y mantener las buenas sensaciones que ha mostrado en este arranque de temporada.

La siguiente prueba del Mundial será especial. Alonso y Sainz serán el centro de atención en Montmeló, para un Gran Premio de España en el que todos los monoplazas llevarán la primera gran evolución de esta temporada. Dichas novedades serán especialmente importantes para McLaren, ya que necesitan con urgencia recuperar el pulso de un campeonato en el que son el hazmerreír del resto. Que consideren todo un éxito que Stoffel Vandoorne llegue a meta con el coche entero, aunque sea en una 14ª plaza, lo dice todo.

«Sea lo que sea, es un problema con la unidad de potencia. Ojalá arreglemos las cosas pronto porque no hemos acabado ninguna carrera en lo que llevamos de curso y eso es muy duro. Son cosas que pasan, así es el deporte. No está en mis manos», se resignaba. Cuando le preguntaron sobre el acuerdo entre Sauber y Honda, Alonso se molestó: «No tengo mucho que decir. Si ellos están contentos, bienvenidos».

«Sabíamos que remontar iba a ser muy complicado. Había que hacerlo todo perfecto. Salimos muy bien, la primera vuelta fue muy buena, pero ha sido una pena estar tanto tiempo detrás de Magnussen. No le podíamos adelantar y nos ha hecho perder unos diez segundos. Cuando le hemos adelantado con el pit-stop, el resto estaba ya demasiado lejos», analizó el piloto madrileño de Toro Rosso tras sumar un punto.

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