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Sergio García, agasajado ayer por familiares y amigos. :: damián torres
Sergio García: «No quiero retirarme sin ganar el British»

Sergio García: «No quiero retirarme sin ganar el British»

«Me he quitado presión, pero no necesitaba un grand slam para ser feliz», afirma el golfista en su recibimiento como campeón del Masters

MOISÉS RODRÍGUEZ

Miércoles, 26 de abril 2017, 00:15

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borriol. «Me siento orgulloso por haber realizado un sueño de siempre, y hacerlo en Augusta es aún más bonito». Sergio García está paladeando el mejor momento de su vida deportiva, maridado por uno de los instantes más felices en lo personal, su inminente boda. El golfista ha respondido a cientos de preguntas desde que hace algo más de dos semanas le ajustaron la chaqueta verde. Pese a ello, mastica cada respuesta en su primera comparecencia en casa y ante su gente. Durante más de una hora, el castellonense relata sus vivencias y habla sobre el futuro una vez se ha quitado de encima el peso de no haber ganado un major. No esconde que ahora su sueño es alzar algún día otro grande, el British Open.

«No soy lo suficientemente bueno para lograr un grand slam», llegó a afirmar en 2012. Un lustro después, ya figura uno en su palmarés. «No es que no hubiera hecho nada en mi carrera. Antes del Masters ya estaba orgulloso, no sólo por los títulos, sino por la consistencia de estar más de 18 años de forma continua entre los 20 primeros del mundo», señala Sergio García.

Pero admite que algo de presión sí que se ha quitado de encima. «Pero no necesitaba un grand slam para ser feliz. Obviamente ayuda. Ahora hay que seguir», apunta. Lo dice como un aviso a navegantes. Es la primera aparición de Sergio García por Borriol después de coronarse en Augusta. Agradece la presencia de la prensa, pero sobre todo la de sus más allegados en el Club de Campo del Mediterráneo.

Ha ido a Borriol, pero no a pasar el rato. Ni siquiera ha viajado por el homenaje, sencillo pero emotivo, que le dedican sus familiares y amigos antes de la comparecencia. «Si las lesiones me siguen ayudando y tengo suerte en eso, aún me quedan muchos años de golf. Por eso Angela (Akins, su novia) y yo estábamos haciendo esta mañana algo de ejercicio», comenta. Después del baño de multitudes, tampoco hay un minuto para el descanso. Se pone casi de inmediato a las órdenes de su padre, Víctor García. A entrenar. «La chaqueta verde es muy bonita, pero no se gana The Players o lo que venga sin practicar. Hay que seguir trabajando duro. Desafortunadamente no me puedo tomar un año sabático. El golf es lo que más me gusta en el mundo, soy muy perfeccionista y quiero estar lo mejor posible. Que los resultados vengan, es otra cosa distinta», reflexiona.

De momento, aguarda con cierta impaciencia su reaparición en competición. Será en The Players, torneo que ya ganó en 2008: «Tengo ganas de ponerme en el tee del uno y que me presenten como vencedor del torneo y también del Masters». Sergio García reconoce que conquistar un major da confianza, pero asegura que el triunfo de Augusta es el fruto del trabajo de hace un tiempo: «Mentalmente estoy mejor que hace algunos años». Tampoco esconde que la chaqueta verde supone un punto de inflexión. «No es una nueva actitud. La he tenido igual muchas veces, aunque es verdad que a lo mejor en los grandes estaba más inquieto. Esa semana en Augusta fue muy importante la mentalidad», afirma.

Sergio García reedita durante su comparecencia algunos de los momentos clave del torneo. Apunta que le benefició que el título se decidiera en un mano a mano con Justin Roose. «Pero a él también. Nos empujamos. Cuando acabó, me abrazó y me dijo que si alguien lo merecía, era yo», desvela. También recuerda el momento en que Angela Akins le dio un choque de manos cuando desaprovechó su primera ocasión de ganar y tuvo que afrontar el desempate: «No es de lástima, es un 'vamos, lo tienes, es tuyo'. Llego al playoff con confianza».

La misma que tiene de cara al futuro. «Estamos a un buen nivel y nunca se sabe lo que puede ocurrir, pero me veo con posibilidades de ganar más de un major», afirma Sergio García, quien dice sin tapujos cuál es su sueño. El siguiente que quiere cumplir. Otra victoria en un grand slam de las que alimenta desde niño: «El British Open es un torneo que me encanta. No quiero retirarme sin ganarlo».

Afirma que no quiere perder el tiempo en quienes afirmaron que jamás ganaría un major: «Este es un momento tan bonito que no voy a dedicar un segundo a eso». Tampoco le pesa la eclosión de John Rahm: «Me llevo bien con los demás españoles. Para mí es un orgullo que sea el cuarto español en ganar un torneo del PGA Tour, como cualquier éxito de un deportista español». Está eufórico. Tampoco rehuye a las preguntas sobre el clásico, pese a la derrota del Real Madrid, equipo por el que nunca ha ocultado su devoción. «Bueno, no empezó mal», bromea sobre el saque de honor que realizó.

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