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Miki celebra la Copa junto a sus jugadores. :: lnfs
«No entiendo cómo no tengo la oportunidad de entrenar en Valencia»

«No entiendo cómo no tengo la oportunidad de entrenar en Valencia»

El entrenador, uno de los referentes del fútbol sala español, acaba de ascender con el club siciliano una semana después de ganar la Copa

HÉCTOR ESTEBAN

Domingo, 26 de marzo 2017, 23:53

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Eduardo García Belda 'Miki' es una garantía de éxito. Siete días después de ganar la Copa B con el Maritime Futsal Augusta, este fin de semana logró el ascenso con el club siciliano a la serie A-2. Acaba contrato ahora en abril. La opción más factible pasa por renovar por el equipo más antiguo de Italia, un histórico que reverdece. Allí le adoran pero reconoce que la tierra y la familia tiran. Como jugador, fue uno de los pilares de Discocentro, y en su manos han estado equipos como El Pozo, Benicarló, Barcelona y el añorado Vijusa Valencia. También fue seleccionador de Catar. Miki posee dos grandes virtudes. Una, el trabajo traducido en éxito. La otra, su claridad. Es tan transparente en sus declaraciones que llega a molestar. Miki en estado puro.

«Aquí en Sicilia la verdad es que se vive bien. Es una ciudad pequeña donde está radicado el equipo pero el pabellón siempre está lleno y la afición incluso viaja en autobuses a los partidos de fuera», señala el entrenador valenciano. Necesitaba un punto de los nueve por jugar para ascender. El sábado por la tarde lo logró. A Miki lo llamaron hace unos meses para subir al equipo. Dicho, firmado y hecho. Hace sólo una semana se proclamó campeón de la Copa B tras imponerse en una liguilla de ocho equipos.

En el Maritime Augusta quieren que se quede. Es un ídolo. Incluso hay posibilidades de ascender a la máxima categoría. El propietario del equipo tiene posibles. «La verdad es que se me hace pesado pero sé que a los dos meses querré volver a entrenar», apunta. Desde que dejó el Vijusa Valencia su vida profesional ha pasado por lugares como Catar, Uruguay o Italia. Es incomprensible que en Valencia no le hayan dado la oportunidad a un tipo reconocido a nivel internacional. «Políticamente no soy correcto», señala.

Miki no va a cambiar. Nunca traicionaría sus principios. Genio y figura. «No sé el motivo por el que no entreno en Valencia. No me dan la oportunidad», lamenta. El Levante FS está en la máxima categoría y ha buscado y contratado entrenadores sin llamar nunca a la puerta de Miki. «No han pensado en mí. Nunca me han llamado. ¿El motivo? Habría que preguntárselo a ellos», apunta. El fútbol sala nacional, al margen de los tres o cuatro equipos punteros, atraviesa una crisis de patrocinio. «Suelen elegir a entrenadores de la ciudad para ahorrarse las dietas», afirma. Al mismo tiempo reconoce que quizá ya no reúne el perfil de los grandes equipos como El Pozo o el Barcelona, aunque se siente muy válido para entrenar a otros equipos. No esconde que ser preparador del Levante sería un buen maridaje entre equipo y técnico. «Siempre digo lo que pienso y eso duele. Me castiga el carácter», añade.

Aterrizó en Italia tras comenzar la temporada como entrenador del colegio El Pilar. Disfrutó como un niño y los chavales realizaron un máster con sus enseñanzas. «Entrenaba dos veces por semana. El gusanillo se volvió a despertar y cuando llegó la oferta del Maritime Augusta no me lo pensé», recuerda. Miki pensaba que ya no iba a salir de Valencia y se vio de nuevo con las maletas hechas para otra experiencia.

Miki lamenta que en Valencia se haya perdido todo el camino hecho con el fútbol sala. Discocentro, Distrito 10, Autocares Luz y Vijusa fueron equipos referentes en la capital. Incluso Kempes fue acogido por el fútbol sala tras ser despedido por el Valencia. «Es una pena porque hay jugadores potentes en la cantera. Y otros que están en equipos repartidos por España. El Levante, por ejemplo, debería aglutinar a todos los valencianos y no buscar fuera. Los chicos de los colegios, al ver que no hay salida con el fútbol sala, pues se dedican a estudiar. Lógico», lamenta.

Miki asegura que en casa se aburre y que necesita trabajar. Ahora, saborea el éxito en Italia. Un doblete que ha colmado las expectativas. Una vez termine la liga, analizará junto a su familia las posibilidades laborales. Si nadie de casa llama a su puerta, es fácil que decida alargar su estancia en Sicilia durante algún tiempo. Allí, junto a él, estará su táctico Manolo Peris.

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