«Volaron viviendas y el epicentro del Winston estaba a 400 kilómetros»

«Sobre nuestro baño cayó un árbol y si llega a haber alguien dentro en ese momento... aunque la verdad es que no temimos por nuestras vidas, pero porque las instalaciones donde nos hospedamos eran buenas». Matías Tudela reconstruye a su regreso a Valencia la experiencia de la selección española de rugby 7, a la que el paso del ciclón Winston le pilló en las Fiyi, a donde había viajado para preparar el Preolímpico. «Cuando pasó el ciclón, subió el nivel del mar, se incrementó el viento y hubo destrozos. Volaron viviendas y eso que el epicentro estaba a 400 kilómetros. Allí si que se registraron 25 muertos», precisa César Sempere.

Las imágenes de los dos valencianos y el resto de sus compañeros ayudando a levantar una especie de trincheras para proteger el resort donde se hospedaban dieron la vuelta al mundo. «No queremos que se nos considere héroes. Actuamos como habría actuado cualquier persona. Habíamos quedado con el equipo del hotel y otro para disputar un torneo y no se presentaron. Entrenamos entre nosotros y, a la vuelta, los que debían ser nuestros rivales estaban protegiendo los edificios de madera del mar, y nos pusimos a trabajar con ellos», explica Sempere.

«Todo el trabajo de tres o cuatro horas se lo tragó el mar en apenas 20 minutos. Y menos mal que pusimos los sacos de arena. Cuando pasó todo, paseamos por la zona, y cerca de allí había una aldea totalmente inundada», comenta Matías Tudela. «Era espectacular. Veíamos las olas y las palmeras movidas por el aire. El resort estaba bien construido, pero allí el 80% de las viviendas son de chapa. Las casas se volaban y la gente se quedaba sin un lugar donde refugiarse. Se metían las familias enteras en el río, para que la densidad del agua amortiguase posibles golpes de objetos», señala.

César y Matías volvieron a España a finales de la semana pasada. Aún se recuperan, pero del jet lag, no del susto. «Nos sentíamos seguros, pero luego el ciclón desvió su trayectoria con respecto a lo que en principio estaba previsto. Nos pasaron un protocolo de evacuación. Al principio nos entró la risa, pero teníamos todos la mochila preparada por si acaso», comentan.

Cuando el peligro pasó, la selección de rugby 7 prosiguió con su concentración pero, al mismo tiempo, hizo labores de ONG improvisada. Habían viajado a las Fiyi, donde esta modalidad es prácticamente deporte nacional, para preparar la competición donde buscarán el billete a Río. «Organizamos un torneo benéfico y se quedaron equipos fuera. De eso sí nos sentimos orgullosos, porque recaudamos 5.000 dólares y conseguimos otros 2.000 al ser los ganadores. Todo el dinero fue para la Cruz Roja, que estaba ayudando a los damnificados por el ciclón», se alternan a explicar César y Matías.

«Que no sea sólo el ciclón»

Los jugadores de la selección están relativamente satisfechos por la trascendencia que tuvieron sus imágenes en la isla del Pacífico. «Pero que no se haya hablado de nosotros por un ciclón en las islas Fiyi. Dentro de unas semanas nos vamos a jugar nuestra presencia en Río, que se hable también del Preolímpico», reclama Matías Tudela.

Se trata de un torneo duro. España es segunda de Europa y en los torneos continentales sólo había un puesto para los Juegos. Ahora, de nuevo únicamente el campeón tendrá la clasificación olímpica. «Pagamos el vuelo a las Fiyi de nuestro bolsillo porque la Federación Española sólo tenía fondos para pagar nuestra estancia», comenta Sempere: «Nosotros ya fuimos allí y la selección disputó las series mundiales, por eso nos planteamos regresar todo el equipo. Allí todo el mundo juega a rugby».

Ahora ambos valencianos descansan relativamente. En pocos días habrá una nueva concentración en Madrid y viajarán a competir a Hong Kong, dentro de un trepidante calendario donde esperan que al final esté el torneo de Río.