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pilota

Las instituciones no garantizan aún las subvenciones para la pilota en 2016

El mundo profesional tiene recursos durante el primer semestre a pesar de que la Diputación todavía le adeuda las ayudas del año pasado

Moisés Rodríguez Plaza

Viernes, 26 de febrero 2016, 00:12

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El cambio de gobierno en las instituciones valencianas parecía augurar nuevos tiempos en el deporte autóctono. La presencia de políticos en el trinquet y, sobre todo, las promesas de apostar por la pilota daban pie al optimismo. Cuando resta un trimestre para que se cumpla un año del vuelco electoral, la realidad es que todo sigue igual. El primer chasco llegó con el anuncio de que las ayudas económicas serían las mismas que en 2015, las últimas concedidas por los ejecutivos del PP. El segundo es que esas subvenciones aún no están garantizadas por la firma de un convenio.

La dura realidad del mundo de la pilota, tanto el profesional como el aficionado, es que el deporte autóctono sigue en pie gracias a un grupo de personas que aman este deporte milenario. En lo que se refiere a los pilotaris profesionales, tanto de escala i corda como de raspall, la póliza de José Luis López ha permitido que se cobren las nóminas.

Los jugadores se han resignado a un 2016 con idénticos salarios. Esto es, las principales figuras pueden vivir de la pilota, pero las segundas espadas han de buscarse ingresos complementarios. Cualquier anuncio en el pantalón o desafío (como el de Pelayo de hace unas semanas ) es recibido entre los profesionales como una bocanada de aire fresco.

Y gracias a que se han cobrado las ayudas de la Generalitat de 2015, que no las de la Diputación. Eso ha dado margen a la póliza contratada por José Luis López para costear los salarios de los jugadores, aproximadamente, hasta verano. Es de esperar que para entonces haya llegado el dinero de la institución provincial, en torno a 150.000 euros.

Pero lo que realmente preocupa es que todavía no haya fecha para firmar los convenios de 2016. El dinero que llega de las instituciones copa el 40% del presupuesto para el mundo profesional, que ronda el millón de euros. Los patrocinadores privados aportan otro 40% mientras que el resto proviene de lo que se genera en los trinquets.

Los gestores de las canchas son otro colectivo que sufre estrecheces. El bajón en la asistencia y, sobre todo, en las apuestas, motiva que muchas de las partidas del día a día no sean rentables. Por ello, cada vez hay menos festivales con premios en la corda para los jugadores: los trinqueters bastante hacen con seguir en marcha, gracias casi siempre a acuerdos con los ayuntamientos. En a escala i corda, Pelayo es la excepción que confirma la regla.

Y luego está la otra pata. La del mundo aficionado. Los clubes funcionan gracias a las cuotas y a las ayudas que reciben desde a Federació de Pilota. Esta institución también ha tenido que contratar pólizas en los últimos años, pues las ayudas gubernamentales llegan con el ejercicio avanzado, cuando ya están en marcha los torneos y los programas educativos. En este sector, la Diputación acaba de convocar las subvenciones a los clubes de pilota, lo que en teoría ha de ser un desahogo para estas entidades.

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