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M. R.
Sábado, 19 de diciembre 2015, 23:22
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El Masters no tendrá la final esperada, un nuevo careo entre Puchol II y Soro III en el trinquet de Pelayo. El campeón del Individual cumplió con los pronósticos, mientras el escaleter de Vinalesa se vio sorprendido por el veterano Miguel. El duelo por el título está servido para el próximo sábado a partir de las 17.30 en la Catedral.
La tarde comenzó con el duelo de Soro III y Javi contra Pere Roc II, Jesús y Héctor II. La pareja fue una trituradora. Del campeón del mano a mano ya se espera que lleve la voz cantante en cada partida. Pero si a esto se le suma el mejor Javi, posiblemente el mitger más en forma del circuito profesional de escala i corda, se genera la máquina perfecta. Javi marcó los tiempos de la partida y buscó siempre el quinze.
Ante eso, sólo habría partida si se volvía a ver a los mejores Pere Roc II y Jesús. Ambos tenían que estar al nivel de hace una semana sobre las losas de Pelayo, aunque en esa ocasión cada uno estuvo a un lado de la cuerda. Pero ni uno ni otro brillaron a tanta altura y acabaron cediendo por 60-35.
La segunda partida fue similar pero a la inversa. Puchol II y Félix no tuvieron su mejor tarde contra Miguel, Dani y Carlos. En el trío jugaban dos veteranos que todavía tienen mucho que decir en la escala i corda profesional. El escaleter de Petrer y el mitjer de Benavites sueñan con alzarse con este Masters. Con reivindicarse ante las figuras pujantes y cerrar 2015 diciendo un 'aquí estoy yo'. De momento, lo hicieron con contundencia, por 60-30, en la semifinal de ayer. Ahora queda el reto mayúsculo, en la final de dentro de una semana, en plena resaca navideña.
A los pilotaris ya les ha llegado un regalo que no se sabía muy bien si iba a ser envenenado. Los nuevos gestores de Pelayo han colocado unas placas de cristal para evitar que se busque el quinze en el palquet de baix. De este modo se busca que los tantos sean más disputados, objetivo que ya se persigue al prohibir las galerías. En las dos partidas de ayer, en las que intervinieron las principales figuras del momento, no se produjeron quejas por esta nueva iniciativa.
La cuerda, desplazada
Está claro que los más perjudicados son los pilotaris que juegan desde el resto, que pierden un lugar para buscar el quinze. El ejemplo es el de las acciones de pelota parada. Para compensarlo, los gestores de Pelayo han desplazado 40 centímetros la cuerda hacia el resto, por lo que la parte del dau es un par de palmos más larga.
Todas estas medidas buscan mejorar el espectáculo con partidas más disputadas y, por lo tanto, de una duración mayor. Ayer se vivió una jornada de pilota redonda en la Catedral, donde hubo un buen ambiente con gran afluencia de público.
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