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Waldo y Emilio Peris. :: lp
El raspall profesional se parte en dos y entra en guerra tras una tensa reunión sin consenso

El raspall profesional se parte en dos y entra en guerra tras una tensa reunión sin consenso

Ayer se pusieron en marcha los contratos entre A Mà Pilota y algunas de las máximas figuras sin acuerdo con los trinqueters

GUILLEM SANCHIS

Jueves, 2 de octubre 2014, 00:17

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valencia. En el último día de plazo para llegar a un acuerdo, el martes por la noche, a pocas horas de que entraran en vigor los contratos firmados entre A Mà Pilota y las 16 máximas figuras del raspall, empresa, trinqueters y algunos jugadores se reunieron en la sede de entidad. Como se esperaba, el encuentro, que contó con la presencia del presidente de la Federació de Pilota Valenciana, Daniel Sanjuán, fue tenso, y dejó el asunto todavía más embarullado. Los cuatro miembros de A Mà Pilota, entre los que se encuentra el pilotari Waldo, insistieron en su planteamiento de aumentar el precio que los trinqueters deberían pagar por los servicios de los pilotaris. A su vez, los trinqueters, representados en la cita por Balduino Company, gestor de La Llosa de Ranes, se reafirmaron en su negativa a entrar en la rueda de A Mà Pilota.

«No nos han dejado otra alternativa que seguir nuestro camino», afirmó ayer Waldo. «Con los trinquets que gestionamos -en referencia a Benigànim y Castelló de Rugat- y con otros que nos han dicho que contratarán a nuestros pilotaris de forma puntual, haremos nuestra marcha», abundó el 10 veces campeón individual, que se lamentó de la situación a la que se ha llegado: «No era la vía que queríamos, deseábamos que hubiera consenso. Pero nos vemos obligados a actuar, porque desde el día 1 de octubre hay contratos en vigor, tenemos que pagar a nuestros pilotaris», concluyó.

El escenario que queda es inédito en la historia del raspall y de la pilota valenciana. Por un lado, A Mà Pilota tiene firmados a 16 pilotaris. Algunos de ellos, una media docena, han comunicado su intención de anular el contrato. La empresa que dirige Waldo denuncia «presiones» a los jugadores por parte de los trinqueters. Y advierte: «La forma de rescindir el contrato ha de ser de mutuo acuerdo entre las dos partes». La penalización en caso de rescisión unilateral por parte del jugador es de 3.000 euros. «No queremos llegar a ese punto, pero por ahora tampoco queremos renunciar a los contratos firmados», concluyen.

Fuera de A Mà Pilota quedan los trinqueters de La Llosa de Ranes, Oliva, Genovés, Bellreguard, Alzira, Guadassuar y Villanueva de Castellón, y los pilotaris que no firmaron el acuerdo en su día, además de, en teoría, los que han comunicado su renuncia al contrato. Desde la gerencia de estos recintos se denuncian también las formas de A Mà Pilota, que primero ató a los pilotaris, y luego empezó a negociar con los trinqueters. «Esa no es forma de buscar el consenso», dicen.

Vicent Malonda, desde el trinquet de Oliva, denuncia que «a los precios que piden, no podemos contratarles». «Vamos a seguir nuestra marcha con los jugadores que están fuera», comentaba Domingo Peris, de la empresa El Zurdo. ¿Cuál es la solución al entuerto y a la guerra abierta en el raspall? Daniel Sanjuán, presidente de la Federació de Pilota Valenciana, pidió a las partes que hicieran un esfuerzo por llegar a un acuerdo: «A Mà Pilota ha hecho una propuesta de precios a los trinqueters, y creo que ellos deberían hacerle una contraoferta, a ver qué precios pueden asumir». Sin embargo, esta opción parece que ni se contempla por parte de la mayoría de gerentes de trinquets».

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