Borrar
Urgente El precio de la luz sigue a la baja este Viernes Santo: las horas que costará menos de 1 euro
Casemiro disputa un balón con Leo Messi.
Casemiro roba el protagonismo blanco a Bale

Casemiro roba el protagonismo blanco a Bale

El brasileño marcó el 1-0, se jugó la expulsión en varias ocasiones incluso antes de que el galés recayese de su lesión y cuando se fue del campo su equipo vencía.

Rodrigo Errasti Mendiguren

Domingo, 23 de abril 2017, 23:18

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El último clásico en el Santiago Bernabéu terminó con el 'proyecto Benítez'. No sólo por el 0-4, sino porque el técnico madrileño - ahora a un paso de ascender al Newcastle- no hizo caso a su instinto, que le pedía poner de titular a Carlos Henrique Casimiro. Finalmente optó por salir con James Rodríguez, héroe con el 2-2, junto a la BBC y el Barça le pasó aquel día por encima. Desde su llegada Zinedine Zidane ha hecho del brasileño, igual que del tridente ofensivo, uno de sus pilares. El '14' llegaba al 'clásico' sin haber perdido ninguno de sus partidos oficiales de máxima rivalidad (dos victorias y un empate ante los azulgranas, un triunfo y tres igualadas ante el Atlético).

Y es que aunque se dudaba de la presencia de Gareth Bale, el galés saltó de inicio. Aguantó poco más de media hora. Comenzó en la izquierda, pasó a los diez minutos a la derecha para encararse con Alba antes de caer roto por unas molestias en su pierna izquierda. El Madrid arrancó mejor, que no se quiso dejar sorprender buscando que los catalanes no tuviesen el baló pero despertó Messi que jugó más de centrocampista que nunca. Tras un regate de 'la pulga' en el círculo central a Casemiro el toro brasileño se fue a segar a Messi y recibió la amarilla del frustrado. Era naranja oscura y condicionó por segundo duelo consecutivo su partido al recibir una tarjeta al poco de empezar. Esas conducciones de Leo por el medio fueron muy peligrosas para el Madrid, ya que Modric y Kroos no ayudaban lo suficiente. Aunque nadie niega esa habilidad de Casemiro, que rasca sin terminar expulsado, parecía un exceso su nivel defensivo estando a una tarjeta de la caseta.

Y entonces, cuando se hablaba de su agresividad, marcó al aprovechar un rechace. El resto del Barça exhibió en el Bernabéu su gran problema de esta temporada: defendiendo tienen desajustes importantes. Y eso pasó en el 1-0, donde no hubo fuera de juego y sí descontrol en la zaga. Poco después 'Case' se tuvo que volver a jugar la roja, con una entrada a ras de suelo de un Messi que encajaba los golpes -también un codazo de Marcelo- sin cambiar el gesto. Tampoco se volvió loco tras marcar el 1-1 con el que terminó la primera mitad. Tras el descanso regresaron todos, incluido Casemiro al césped. El Madrid salió como una locomotora y Ter Stegen hizo varios paradones. Cuando el Madrid apretaba arriba, el Barça sufría. A ritmo alto, dominio total blanco.

Ramos, otra vez expulsado

En cuanto bajaban las revoluciones, dominaba y llegaba el Barça. Keylor también quiso brillar y completó muy buenas manos ante intentos de Alcácer, Piqué y sobre todo uno a bocajarro de Luis Suárez. El partido se volvió loco y después de un nuevo regate de Messi a Casemiro, que terminó con un zurdazo lejano del argentino, 'Zizou' decidió quitarle para meter a Kovavic. Podrá decir que mientras estuvo en el campo no perdía su equipo. Luis Enrique optó en ese momento por sacar a Andre Gomes en lugar de Alcácer, necesitando un gol, en vez de Rakitic y el croata acertó con un zurdazo espectacular. Le quedaba un cuarto de hora al duelo. Y entonces Ramos se pasó más de frenada que Casemiro. Se fue al suelo con los dos pies a robar una bola a Messi y terminó en la caseta. Se fue rumiando contra Piqué aunque debería pensar por qué lleva 22 rojas, cinco de ellas en los 'clásicos'.

Le quedaba la heroica al Madrid, entregado a la pasión de Marco Asensio. Y la encontró gracias a Marcelo, cuya importancia en el Real Madrid nunca es lo suficientemente valorada. Puso la bola al corazón del área y allí apareció James, olvidado durante tanto tiempo de la campaña que ningún azulgrana le siguió hasta el área. El empate del colombiano sabía a victoria al Bernabéu y es que el Barça había ganado en las tres últimas ocasiones en las que se ha enfrentado a un Madrid líder. El Madrid tenía media Liga ganada con el gol de James, pero entonces Sergi Roberto apareció y Messi marcó el 2-3 en una contra. Ahí decidió hacer algo inusual: se quitó la camiseta y la enseñó a los presentes. Es el mejor. Eso nadie lo duda. Veremos si con eso le basta al Barcelona para pelear esta Liga al Real Madrid, que aún tiene un partido de ventaja por disputar en Vigo con un Celta soñando con la Europa League.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios