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El 'efecto Ramos' y sus contradicciones
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El 'efecto Ramos' y sus contradicciones

Los resultados avalan la apuesta de Ancelotti por el sevillano de medio, pero el Real Madrid se encomendó a Cristiano y Casillas en el Pizjuán.

Ignacio Tylko

Domingo, 3 de mayo 2015, 18:39

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No ofrece la bella estampa del Barça, ni se impone con la grandeza del líder, pero el Real Madrid ofrece sobrados argumentos para seguir «esperanzado» en la conquista de los los dos grandes títulos, tal y como argumenta su técnico, Carlo Ancelotti. Desde que cayó en el Camp Nou, y pese a la ausencia de titulares «innegociables» como Luka Modric, Karim Benzema y Gareth Bale, de regreso y a un gran nivel en el tramo final del duelo en el Sánchez Pizjuán, siete éxitos encadenados en el torneo de la regularidad y triunfo en el doble duelo continental frente al Atlético.

«La victoria ante el Sevilla fue muy importante porque nos permite pelear por la Liga y nos va a dar confianza para el partido del martes ante la Juventus», esgrime el entrenador blanco. Prefiere transmitir a sus hombres seguridad; quedarse con la exhibición de Cristiano y las agallas y orgullo del equipo antes que referirse a los enormes desajustes defensivos evidenciados, a pesar de jugar con Sergio Ramos como medio. Eso forma parte de un análisis interno.

El 'efecto Ramos', que se mantendrá de centrocampista en Turín salvo que Carletto determine un repentino cambio de planes, es el mejor exponente de las paradojas de este Real Madrid que jugó en el alambre pero derribó el Pizjuán, un muro infranqueable para sus últimos 34 visitantes en choque oficial.

«No está acostumbrado a jugar en esa posición pero tiene calidad, personalidad y liderazgo para hacerlo. Creo que sí puede repetir ahí contra la 'Juve'», subrayó Ancelotti acerca de la demarcación del sevillano. Con él más avanzado, busca dotar de músculo al centro del campo, liberar a Kroos, permitir más subidas de Carvajal y James, cortar los contragolpes y superar a los adversarios en las batallas aéreas. Los números le avalan porque con Ramos de volante, el Madrid derrotó al Atlético y al Sevilla.

Sin embargo, Reyes pudo brillar como antaño, el equipo hispalense generó gran peligro y tiró a puerta hasta en una veintena de ocasiones. Además, Ramos cometió un penalti pueril a Aleix Vidal en la última jugada de la primera parte. El Madrid acabó el partido agarrado del larguero, encomendado a Casillas y con cinco defensas, tras entrar cerca del final Illarramendi y Arbeloa.

Como antaño, se impuso por la capacidad goleadora del indomable Cristiano, que supera en dos goles (42-40) a Messi en la pugna por el 'Pichichi'. Con 29 tripletes, el astro luso ya presume de otro récord al mejorar los 28 de Di Stéfano. Pero también ganó por el acierto de Iker Casillas, quien dijo que ya se toma casi a guasa el hecho de estar siempre «en la diana». El portero resolvio un mano a mano ante Aleix Vidal, sacó por reflejos un balón de gol a Gameiro y realizó una salida providencial a los pies de Iborra.

Mejore o no al Real Madrid, la solución de Ramos junto a Kroos evidencia la nefasta confección de la plantilla. Ancelotti desconfía de Illarra y Lucas Silva, a los que ve planos y fríos. Nada menos que 52 millones despilfarrados, por no hablar ya de que un campeón del mundo como Khedira no está en el once, y tampoco se le espera.

El sevillano, empero, simboliza la unión del grupo en torno al preparador transalpino. «Ancelotti se ha encargado de unir este vestuario», destacó una semana después de destacar los «huevos» y «personalidad» de su entrenador por colocarle de medio. «Me da igual la posición. Estoy para ayudar y entregarme al máximo. Sabíamos que ante el Sevilla iba a ser a vida o muerte, pero logramos tres puntos vitales», reflexiona Ramos.

Benzema apura sus opciones

Más allá de la ubicación de un jugador al que Ancelotti ha ponderado por encima incluso de leyendas como Baresi, Maldini o Cannavaro, se le presenta un dilema al técnico al estar recuperado Gareth Bale y llamar a la puerta Karim Benzema, que este domingo ya trabajó sobre el césped de Valdebebas y sigue dando pasos para poder llegar a las semifinales de la Champions.

El delantero francés se lesionó el pasado 14 de abril, en el primer asalto de cuartos de Champions ante el Atlético, y se le diagnosticó un esguince del ligamento colateral medial de la rodilla derecha, la misma lesión que Luka Modric aunque de menor grado o gravedad. Desde entonces se ha perdido cinco partidos en los que el mexicano Chicharito Hernández ha aprovechado su oportunidad con goles y un sacrificio enorme que ha generado debate en el entorno madridista sobre si debe seguir jugando o ceder su sitio a Benzema, de más calidad pero con menos trabajo.

Lo más lógico es que en Turín, al menos de partida, Ancelotti repita el dibujo (4-4-2) del Pizjuán, insista con Ramos de medio e introduzca sólo la novedad de Bale en lugar de Chicharito. Si entrase el galo, el sacrificado sería Isco, el jugador número 12 que no se siente indiscutible y por eso se plantea si le convendría escuchar los cantos de sirena que le llegan del Arsenal.

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