Xavi descerraja al Eibar

Al final ganó con solvencia y cuajó una notable segunda mitad, pero a una semana del clásico el Barcelona pareció tomarse con mucho menos interés su partido ante el correoso Eibar que el Real Madrid su duelo en feudo del Levante. Hasta que Xavi se asoció con Messi, sorprendió entrando desde atrás y enseñó el camino, los culés sufrieron mucho más de lo previsto ante un adversario que, en caso de seguir a este nivel de disciplina y concentración, no debe de tener grandes dificultades para mantener la categoría. Messi marcó pero se queda a un gol del récord de Zarra, que lo podría pulverizar en el Santiago Bernabéu, y Claudio Bravo se mantiene imbatido en esta Liga, aunque los armeros pudieron batirle en dos ocasiones pintiparadas.

Luis Enrique lleva rotando durante toda la temporada y ante este debutante en la máxima categoría no iba a hacer una excepción. Dejó fuera de la lista por la mañana a Busquets y a Rakitic y dio descanso a Iniesta, de inicio en el banquillo. Piqué fue titular después de una semana movida por asuntos de orden público, Mascherano jugó de centrocampista, Xavi fue titular, Sergi Roberto disfrutó de minutos y arriba Messi y Neymar actuaron junto a Pedro, lejos de su mejor momento porque le faltan algo chispa, confianza y continuidad tras perder dos kilos por una bacteria estomacal.

Frente a un adversario tan bien ordenado y dispuesto en el campo como el de Gaizka Garitano, resulta complicado penetrar a base de conducciones de balón. El astro brasileño y el rosarino son capaces de hacer una jugada individual superando a cuantos rivales les salgan al paso, pero ése no es el mejor método, ni el que le agrada por supuesto a Luis Enrique. El dominio culé era indiscutible pero los vascos vivieron relativamente tranquilos durante el primer período en un feudo que a casi todos se les vuelve insoportable. Irureta, muy seguro hasta que erró en el gol de Neymar, abortaba entonces todas las ocasiones, tampoco muy claras salvo un intento de caño de Messi tras hacer la pared con Dani Alves.

Silbidos del público

Molesta por el espectáculo que presenciaba y la actitud que advertía en sus ídolos, la gent blaugrana comenzó a silbar. El primer abucheo se lo ganó el lateral brasileño por un disparo tan lejano como mal dirigido. El tiro desde fuera es un argumento muy válido para derribar barreras pero a este Barça se le pide mucho más por la calidad, dominio de la situación y versatilidad de sus jugadores. El veterano Xavi no podía manejar aún el tempo del choque, Sergi Roberto es un joven que apunta grandes maneras pero no termina de cuajar con una actuación desbordante, y Messi y Neymar lo intentaban sin tino.

Por suerte para el líder, los guipuzcoanos no supieron aprovechar dos grandes ocasiones antes del descanso. Fueron clarísimas. Primero, Ander Capa se presentó solo anteBravo, tras arrancar en posición muy dudosa, pero lanzó fuera después de driblar al portero chileno. Estaba escorado pero un profesional debe de marcar siempre a portería vacía. Debió de asustarse y ni miró al marco rival. Y después, Saúl Berjón esquivó toda vigilancia y no supo batir al guardameta, raudo y felino en su salida. Cuando Teixeira indicó el camino de los vestuarios, el público protestó sin disimulo.

La respuesta airada de su afición y la necesidad, obligaron a los azulgrana a salir con una marcha más en la segunda parte. Xavi comenzó a participar más del juego, Messi apareció ya por todos los lados y sus asociaciones con Neymar rompían a unos rivales cada vez más cansados porque su esfuerzo resultó mayúsculo. Cuando Sergi Roberto se dio un golpetazo en la zona costal y entró Iniesta, el Barça otro paso al frente. Abrió la lata tras una combinación excelsa entre Xavi y Messi que rubricó el capitán. A partir de ahí, todo fue coser y cantar para los catalanes.

A la espera de que Luis Súarez cumpla condena, los astros paulista y rosarino se entienden cada vez mejor. Su relación dentro del campo es fantástica. Se buscan y se encuentran, aparentemente sin envidias, ni rencores. En el segundo gol, Ney voleó con fuerza y precisión un centro de Alves, al fin bueno, y sorprendió a Irureta por el centro de la portería. Sólo dos minutos después, el brasileño lanzó en profundidad al argentino, que apuró y la ajustó al palo contrario, aun a riesgo de lesionarse. Luis Enrique decidió retirar entonces a Neymar, amenazado por una tarjeta. Aunque el Ajax y el Liverpool están por el medio, ya se respira ambiente clásico. En la jugada final, Irureta mantuvo vivo casi de milagro el registro goleador de Zarra.