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Messi, tras batir a Courtois.

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Messi, tras batir a Courtois. Lluis Gene (Afp)
Octavos | Vuelta

Recital de papá Messi

El argentino firma un doblete y deja otra jugada mágica para la memoria en un partido en el que Dembélé se estrenó como goleador azulgrana

JESÚS BALLESTEROS

Barcelona

Miércoles, 14 de marzo 2018

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El Barça se juega su continuidad en la Liga de Campeones en un partido de vuelta de los octavos de final ante el Chelsea que afronta con la mínima ventaja que le concede el 1-1 de la ida en Stamford Bridge gracias al gol de Messi que igualó el tanto inicial de Willian. Aunque el equipo azulgrana nunca ha especulado con el resultado, que el empate le valga en el Camp Nou ante un conjunto que tiene como principales virtudes la defensa férrea y el contragolpe letal obliga a tomar como modelo el reciente Barça-Atlético por las características similares de los planteamientos de Antonio Conte y Diego Simeone.

Aquel día el conjunto colchonero podía colocarse a dos puntos del líder y volvió a casa a ocho porque la escuadra de Ernesto Valverde supo leer el partido. No se conformó con un empate que no era malo para sus intereses y salió a por el partido, pero minimizando los riesgos en las pérdidas y apretando arriba para impedir la gestación de las contras desde la raíz. Y tras el 1-0 de Messi mostró solidaridad defensiva para mantener el resultado cuando el Atlético apretó. Se intuye un escenario parecido y el Barça quiere golpear primero.

Andrés Iniesta es la principal duda para Valverde, quien no podrá contar con los lesionados Nelson Semedo ni Denis Suárez. Tampoco puede jugar Coutinho al haber disputado la fase de grupos con el Liverpool antes de aterrizar en enero. El centrocampista de Fuentealbilla sufrió una lesión muscular hace 10 días ante el Atlético que prácticamente le descartaba, pero no hubo rotura en el bíceps femoral de la pierna derecha y está dispuesto a arriesgar tras trabajar en solitario varios días, los dos últimos con el grupo.

Si juega Iniesta quedará una plaza en el once que se disputarán Dembélé, en un improbable 4-3-3, o Paulinho y André Gomes, en un 4-4-2 más posible porque al Barça no le urge atacar a pecho descubierto. Y si el manchego es baja podrían entrar los dos interiores en el equipo inicial. En ese caso, el foco se centraría en André Gomes, silbado en el Camp Nou y atormentado en un «infierno» víctima de su autoexigencia hasta el punto de que a veces no sale de casa «por vergüenza», según confesó en la revista Panenka con cierto don de la inoportunidad antes de un partido tan importante. «Sus palabras son un acto de valentía, en el fútbol cuesta confesar una debilidad, pero está preparado para jugar, a ver si va a ser el día en el que va a mostrar todas sus cualidades y nos las vamos a perder», relativizó Valverde.

Vuelve el papá Messi

El técnico del Barça dio pistas de cómo jugará su equipo al recordar que «el Chelsea es el mejor equipo de la Premier a la contra, si nos echamos muy encima suyo puede ser un arma de doble filo, aunque tienen otros registros y pueden apretar arriba, como también hicieron en la ida. Lo que tengo claro es que nosotros debemos ser nosotros mismos». Vuelve Messi tras su tercera paternidad y con ganas de dedicar un gol a Ciro, el recién nacido. Pero más ganas de marcar tiene todavía Luis Suárez, que no se ha estrenado en esta Liga de Campeones.

El Chelsea se presenta en el Camp Nou con dos bajas por lesión, David Luiz y Barkley, que no contaban ya para Antonio Conté, y dos dudas de dos jugadores que sí podrían salir de inicio : el interior combativo Bakayoko y el gigantesco central Rüdiger. El técnico italiano juega al despiste sobre la posibilidad de arrancar con un delantero centro como Giroud o Morata, con menos opciones el español por molestias en la espalda, o con tres balas como Willian, Pedro y Hazard. El primero fue el mejor de la ida con un gol y dos postes, todo desde fuera del área, y además atraviesa un momento de forma extraordinario.

Vuelven Pedro y Cesc Fàbregas al Camp Nou, con buen recibimiento seguro al canario, clave en varios títulos de esta década, y división de opiniones sobre el catalán, cuyas intrigas de vestuario no pasaron desapercibidas a la opinión pública en sus tres temporadas en el club. Además, otros españoles como Azpilicueta, Marcos Alonso y el propio Morata querrán reivindicarse ante el seleccionador, Julen Lopetegui, presente en el palco.

Habrá quien le cuente a Ciro dentro de un tiempo que, días después de haber nacido él, su padre protagonizó otra noche mágica, esta vez ante el Chelsea, que le sirvió al Barça para alcanzar los cuartos de final de la Champions y homenajear de la mejor forma posible el nacimiento de su tercer hijo. Y es que Messi no dio opción alguna al conjunto londinense para que la igualdad del choque de ida se repitiese en el Camp Nou. A los tres minutos de partido ya había aparecido el astro argentino para poner franca la eliminatoria y, cuando más tozudo se había puesto el rival, volvió a resurgir desde la calma para zanjar el tema. Su recital, el enésimo este curso, llevó en volandas al conjunto culé que impone así la hegemonía del fútbol español en la siguiente ronda de la máxima competición continental.

Los dos primeros disparos del Barça acabaron en el fondo de la red de Courtois. Messi fue protagonista en ambos. Logró el tanto más rápido de su carrera como profesional, aprovechando una rocambolesca combinación dentro del área del Chelsea para ser más listo que el portero del conjunto ‘blue’, al que cogió con las costuras rotas.

Aturdido el Chelsea con el primer mazazo, vio como el potrero rosarino sacaba la magia a relucir para generar el segundo. Le robaba la cartera a su amigo Cesc, dejó atrás a cuanto rival le salió en el camino y terminó cediendo el cuero para que Dembélé se estrenará como goleador con la elástica azulgrana. Golazo del francés que fue la gran sorpresa de Valverde en el once inicial.

Barcelona

Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Busquets (André Gomes, min. 61), Rakitic, Iniesta (Paulinho, min. 56), Dembélé (Aleix Vidal, min. 67), Messi y Luis Suárez.

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Chelsea

Courtois, Moses (Zappacosta, min. 67), Azpilicueta, Christensen, Rüdiger, Marcos Alonso, Kanté, Fàbregas, Willian, Hazard (Pedro, min. 82) y Giroud (Morata, min. 67).

  • Árbitro: Damir Skomina (esloveno). Amonestó a Sergi Roberto, Willian, Giroud y Marcos Alonso.

  • Goles: 1-0: min. 3, Messi. 2-0: min. 20, Dembélé. 3-0: min. 63, Messi.

  • Incidencias Partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou. 97.183 espectadores. La mejor entrada en el estadio azulgrana de la temporada. El Barcelona logró el pase a cuartos con un marcador global de 4-1.

La eclosión del rosarino llegó de manera temprana pillando al Chelsea sin plan alternativo. Con apenas dos zarpazos se colocaba el Barça cómodo en la eliminatoria por más esfuerzo que hiciera el cuadro de Conte por buscar le meta de Ter Stegen. El verde mandaba sobre el guión establecido en la mente de los del Chelsea y el único que era capaz de crear peligro al Barça era el español Marcos Alonso. Suyas fueron las mejores ocasiones del conjunto británico antes del descanso mientras que los Hazard, Giroud o, la estrella de ida, Willian, penaban de puro ostracismo.

Cierto es que el Barcelona no ejerció un excesivo control sobre el juego tras el descanso y los dos goles, pero no es menos cierto que el equipo de Valverde se desenvolvía cómodo esperando a la contra al conjunto ‘blue’. De hecho, avisó nuevamente el equipo local con un disparo de Luis Suárez que terminaba atajando Courtois.

El Chelsea salía rápido en busca de la portería de Ter Stegen, pero tan pronto como llegaba al área culé, las ideas se apagaban en las cabezas de los atacantes. El Barça se defendía de forma notable. Las bandas hacían algo de daño a los azulgrana que sufrieron más de la cuenta con las salidas de Iniesta y Busquets. El primero, forzado por sus problemas físicos, no llegó a la hora de partido, mientras que el mediocentro se tuvo que retirar por problemas físicos.

Aprovechó el técnico del Chelsea para mover el árbol. Dio entrada a Morata y Zappacosta buscando algo de efectividad de cara a la portería. Porque si bien, el Chelsea rondaba el área rival, las ocasiones claras no llegaba. Tampoco le sirvió, ya con el tercer gol, la entrada de Pedro, que quedó relegado a los minutos de la basura en este segundo partido entre ambos equipos.

Sea como fuere, y si en la mente de Conte había hueco alguno para la remontada, volvió a aparecer Messi, para poner el punto y final a esta eliminatoria. Para demostrarle al Chelsea que tendrá que esperar otro momento y otro rival para llegar más lejos en Champions. Y para recordarle al resto de clasificados que van a por la ‘orejona’. Apareció el argentino donde más le gusta, haciendo la jugada que ha repetido hasta la saciedad desde que debutara como profesional, pero a la que no termina de poner freno los rivales. Y volvió a marcar, haciéndole otro roto a Courtois y, de paso, lograr su gol número 100 en Champions. Cifra redonda que habla de lo que ha sido, es y será las estrella azulgrana en el viejo continente.

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