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Zinedine Zidane observa a sus jugadores durante un entrenamiento del Real Madrid previo a la final de la Champions contra el Liverpool. Gabriel Bouys (Afp)
Sin vértigo a jugarse una temporada a una sola carta
Real Madrid

Sin vértigo a jugarse una temporada a una sola carta

La plantilla del Real Madrid rechaza que haya más presión que el año pasado, cuando llegaron a Cardiff coronados ya como campeones de Liga, ya que la exigencia forma parte del 'ADN' del equipo

Melisa Cabaleiro

Madrid

Jueves, 24 de mayo 2018, 07:25

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«En el Madrid siempre va a haber presión», reconoce Marcelo. Esa palabra, presión, forma parte del léxico habitual del fútbol. Estamos acostumbrados a escuchar a jugadores que opinan sobre la importancia de los partidos o que todos los rivales son rocosos y difíciles de vencer. Pero si hablamos de presión, hablamos de la final de la Champions League. El mejor escaparate del mundo. Todos los equipos sueñan, al escuchar los primeros compases del himno sobre el césped de sus respectivos estadios, con estar en la final. Pero, lo cierto es, que a la última fase solo pueden llegan dos: los mejores del torneo.

El Liverpool lleva diez años sin 'colarse' en ella, motivo de alegría e ilusión: los méritos logrados esta campaña le avalan. El tridente de Jurgen Klopp se ha convertido, gracias a un ataque imparable en todas las fases, en el más goleador de la historia de la máxima competición europea: diez goles acumula Mohamed Salah en su cuenta personal, otros diez Roberto Firmino y uno por debajo el senegalés Sadio Mané. El Real Madrid, por su parte, llega a la final, un año más, como favorito. Es la cuarta que disputa en cinco años y la tercera consecutiva, con dos triunfos en las dos últimas ediciones. Ningún equipo en la historia de la Champions League había logrado la gesta de conseguir el título de manera consecutiva. Y ahí no queda la cosa. Los blancos podrían pulverizar ese hito y hacer de él casi una 'misión imposible' para cualquier otro conjunto si el sábado se alzasen con la 'orejona' en Kiev.

«Presión por jugar una Champions siempre hay. Al final, es un partido que van a ver millones y millones de personas. Nosotros tenemos que verlo como un partido bonito, donde nos jugamos mucho. Es muy difícil llegar a la final de la Champions, tenemos que aprovecharlo, disfrutando e intentar ganar de cualquier manera», reconoció Isco. El hecho de poder hacer historia es algo que ilusiona a los jugadores, como reconoció el alemán Toni Kroos. «Es muy especial, sin duda. Es difícil jugar una final, dos mucho más y tres suena imposible. Jamás se ha conseguido en la Champions; no creo que vuelva a pasar, pero nosotros estamos ahí. No cambia nada nuestra forma de afrontar el partido», reconoce el centrocampista.

Dormir menos, un síntoma

El Real Madrid vive exigido durante todo el año, no solo en las finales. Eso es algo que Marcelo, que luce la elástica blanca desde hace doce años, conoce con certeza. «Durante toda la temporada hay presión, no es solo ahora porque tenemos que jugar la final. Al inicio de la temporada ya había mucha presión. Cuando se disputó la Supercopa también hubo presión. En el Madrid siempre va a haber presión», indica con sinceridad el brasileño. Quien resta importancia al asunto de la presión por no lograr un gran título (ya que se consiguió una Supercopa europea y un Mundialito que a Carlo Ancelotti no le sirvió) es Dani Carvajal, pero reconoce los nervios que todos los jugadores sufren en las horas previas al choque. «¿Con más presión? No creo. Todas las finales tienen su sabor especial. Porque es la que viene, es la que vives en el presente. Recuerdo Lisboa, Milán, Cardiff y todas son difíciles, en todas te cuesta dormir y no creo que esta sea menos», apuntó el lateral derecho del conjunto madridista. «El día que no sintamos el gusanillo antes de la final deberíamos preocuparnos. Tenemos muchas ganas de demostrar y reivindicarnos de nuevo. Es una oportunidad única de pasar a ser leyenda», explica Sergio Ramos.

Para Lucas Vázquez, el éxito de la campaña actual no depende de si se consigue o no la Champions, ya que en la edición anterior llegaron al final con la Liga en sus vitrinas pero en 2016 la situación era similar. «Ya el primer año de Zidane solo teníamos la Champions. El año pasado sí que conseguimos el doblete pero ahora nosotros solo estamos centrados en ganar; pensamos en positivo y luego ya veremos lo que pasa», comentó el joven coruñés, que ya tiene un amplio 'background' en lo que a finales en Europa se refiere. El internacional, presente en la lista de Julen Lopetegui para el Mundial, fue una de las piezas clave en la consecución de la 'undécima' en Milán, mientras que, en Cardiff fue uno de los descartados junto a James Rodriguez y Pepe. Ahora para Kiev, llega con la ilusión de poder volver a sentirse importante.

Salah, también 'preocupado'

Un jugador para el que será inolvidable este partido es el joven canterano, Jesús Vallejo, que llegó el pasado verano y afronta su primera final europea, aunque reconoce que no es un futbolista de 'supersticiones especiales'. «No tengo ningún ritual antes de los partidos así. Simplemente, lo disfruto. Desde que llego en el autobús estoy muy concentrado, en el calentamiento también y cuando toca jugar, hay que salir al campo y no pensar en otra cosa más que en el partido», apuntó el central, que desde el lunes se ejercitará con la absoluta a las órdenes de Lopetegui.

Parece complicado que vaya a tener que marcar a la estrella del Liverpool, Mohamed Salah. El egipcio afirmó que no se quiere poner 'bajo presión' para poder mostrar su mejor versión en esta final. «Para mí, cada duelo es sólo un partido y me centro siempre en ganarlo, pero no quiero ponerme 'bajo presión' para rendir a mi nivel. Al final sé que es un duelo importante para todos, un enorme partido», expresó el elegido mejor africano del año. Seguro que tendrá que medirse a Ramos, nunca temoroso. «Es indudable la calidad de Salah. Me pone jugar una final. No pienso ni en Salah, ni en Firmino... Pienso en el Liverpool», zanjó el capitán.

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