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Correa anotó el segundo.
El Sevilla se relaja y no remata al Leicester
octavos de final | IDA

El Sevilla se relaja y no remata al Leicester

Los de Sampaoli fueron superiores durante todo el choque, pero un error de la defensa propició que Vardy anotara su primer tanto en la Champions y dé esperanzas a los ingleses para la vuelta

Luis F. Gago

Miércoles, 22 de febrero 2017, 00:30

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Nueva andadura para el Sevilla en la segunda etapa de la temporada en la Champions. Los octavos de final llegan a orillas del Guadalquivir contra un rival en teoría asequible que vive sus horas más bajas. Es el Leicester de Claudio Ranieri, recién eliminado de la FA Cup y a tan sólo un punto del descenso en la Premier. El vigente campeón inglés está de capa caída porque los superpoderes que lo transformaron en la gran revelación mundial la pasada campaña parece que se han disuelto. Nadie en la afición sabe por qué ha ocurrido ni cómo se ha llegado hasta esta situación.

Consiguió el Leicester gracias al buen reparto televisivo que hay en tierras británicas mantener el bloque del equipo campeón e incluso algunos fichajes de renombre salieron a flote para intentar dar idéntica sorpresa en el torneo continental. Sin embargo, lo cierto es que el Leicester es una perita en dulce ahora mismo para cualquier equipo, incluido el Sevilla, aunque no se fían los hispalenses. Los sevillistas tienen malas experiencias en la Liga de Campeones contra supuestos equipos débiles y un favoritismo exacerbado. Frente al Fenerbahçe y el CSKA de Moscú, los dos últimos rivales en las mismas circunstancias, el Sevilla terminó pagando su exceso de confianza y fracasó en dar ese salto de calidad que necesita la entidad.

Porque en el club de Nervión, pentacampeón de la Europa League, saben que ya no vale con conformarse ser cabeza de ratón. Los sevillistas han demostrado a Europa en la última década que no hay nadie como ellos para ser los mejores en el segundo torneo continental. Ahora toca refrendarlo para pasar a los cuartos de final de la máxima competición y, quién sabe si con un poco de suerte, ser el Leicester de la Champions en versión sevillana.

De momento, el equipo de Jorge Sampaoli debe dejar lo más sentenciada posible la eliminatoria en la ida. Juega el Sevilla en casa, con su afición igual de esperanzada que los jugadores por hacer algo importante de nuevo en el viejo continente. Será en la semana que se juega también el derbi sevillano, el sábado en el Benito Villamarín. Para el técnico argentino del Sevilla ese choque es secundario, «por el momento», porque lo que da prestigio ahora son los viajes más allá de Triana. Para empezar bien los días de pasión en clave sevillista, nada mejor para los hispalenses que una victoria mágica como las de antaño en otra noche europea. Ya se sabe: ganar, ganar y volver a ganar. No queda otra.

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