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Lance del partido entre el Fortuna y el Athletic.
Final cruel para el Athletic

Final cruel para el Athletic

Las leonas resistieron hasta el último minuto de la prórroga, cuando un gol del Fortuna destrozó su sueño europeo de la manera más cruel

JUANMA MALLO

Miércoles, 12 de octubre 2016, 22:06

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El Athletic femenino se ha despedido con la cabeza alta del torneo más brillante de Europa. Con el orgullo intacto. Pero de una forma cruel. En el último minuto de la prórroga. Abandonan la Women's Champions League después de un ejemplar ejercicio de coraje, de sufrimiento. Les golpeó el frío en Hjorring, también dos lesiones, llegaron al tiempo extra y vivieron hasta el último suspiro. Pero el fútbol resultó cruel. Atroz.

En exceso. El Fortuna, el que sigue hacia octavos, no demostró la teórica superioridad de la que habla el ranking de la UEFA. Para nada. Sin embargo, en el esprint final del duelo, cuando prima el físico, las danesas decantaron la eliminatoria a su favor. Que rabia. Porque las campeonas de la Liga empataron, con una preciosa diana de Erika, un duelo que se había desnivelado poco después del descanso. Y a falta de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario, las locales forzaron ese periodo extra en la que las rojiblancas firmaron un verdadero tratado de resistencia. Hasta el 119. Hasta que Tamires, renqueante, superó a Tirapu. Adiós con rabia. Mucha.

El Athletic saltó valiente, y eso le concede más mérito. Esa era la consigna, el mensaje transmitido por el míster e interiorizado por todas las futbolistas. No se podía recular y limitarse a conservar la breve ventaja obtenida en San Mamés. También demostraron coraje varias jugadoras al pisar el pequeño Bredband Arena, media entrada, con manga corta: Iraia, Nekane, Yulema, Lucía... Hacía frió. Y el objetivo vizcaíno era congelar a su rival, tener el balón y amedrentarle. No obstante, el Fortuna sabía que debía arriesgar, aunque tampoco lo hizo demasiado. Vamos, que no se lanzó el grupo danés a un ataque feroz, pero sí se le notó una pizca más atrevido, con mayor mordiente que en la ida. Y las jugadoras de Agirre surgieron una pizca intimidadas, buscando demasiado el pase atrás. Eso sí, la primera ocasión la sumó Yulema, que no enganchó un centro de Lucía. Agua.

Con el paso de los minutos, el Fortuna sí empezó a buscar la meta de Tirapu con mayor insistencia. Con la banda derecha como protagonista. Nekane y Eztizen sufrían para frenar a Tujla y Skjodt: convirtieron ese lado del campo en una autopista sin radares. Pero el Athletic femenino resistía. No solo sabe atacar, también cuenta con garantías para defender, a pesar de la baja de Garazi Murua: su ausencia provocó la entrada de Nekane, único cambio con respecto a la ida. El balón se marchó del lado de las escandinavas. Poco le duraba a las bilbaínas. "Vamos a tenerla un poco", se desgañitaba Agirre, siempre de pie, en la banda. Pero nada.

No obstante, las rojiblancas protagonizaban, de vez en cuando, arranques hacia la portería rival. En uno de ellos, en una lucha desigual, Yulema metió una pelota a Nekane, que dirigió a la portería. Ya se celebraba la diana rojiblanca, pero... Se estrelló en el palo. De inmediato, reaccionó el cuadro danés, y anotó de cabeza Larsen. La afición saltó y gritó -hasta ese momento solo se había oido a unas animosas hinchas rojiblancas que no pararon de cantar-, pero su gozo duró lo que la colegiada pitó falta sobre Eztizen. Alivio. Y dolor, con la lesión muscular de Nekane cerca del descanso. Cinco minutos resistió el Athletic con una menos.

Y nada tardó Damjanovic, en la reanudación, en adelantar a las locales. 1-0. Jubiló en las gradas. Buen golpe franco, desde la frontal del área. Mazazo. Aunque el Athletic no se descompuso. Pero sufrió otro golpe: la lesión de Gimbert. Otra central fuera. "Que caliente alguien", gritó Tirapu. Y la que calentó a la expedición vizcaína fue Erika Vázquez. Una bonita jugada trenzada desde atrás, la culminó la navarra con una preciosa vaselina. Qué golazo. El que valía una eliminatoria. Aunque quedaba tiempo. Había que sufrir.Debían apretar los dientes. Nada de encerrarse atrás, de suicidarse y renunciar a los ideales rojiblancos. "Athletic, Athletic". El Fortuna no conseguía doblegar a las bilbaínas que incluso se animaban a atacar. Cada segundo era como un año bisiesto. Y pum: el gol de Larsen, tras un rechace de Tirapu. Cinco minutos. "Vamos a salir", demandaba Agirre. Y a la prórroga, no sin antes armar Lucía una buena jugada ofensiva que no supo rematar Alazne.

En el suspiro de intermedio, se evidenció el castigo físico visitante. Moraza, destroza en el suelo, recibía cuidados para continuar. Algunas suplentes estiraban a sus compañeras. Resistir. Como fuera. Aunque ese tiempo extra, a priori, era la peor noticia ante el mayor fondo danés. Sumó una variedad de oportunidades, aunque las vizcaínas no se intimidaron y no se apreció esa teórica descompensación. "Hay que entrar", gritó Agirre, tras una falta botada por Iraia. Casi se cuela una volea de Yulema, en una contra: la desvió Christensnen con una palomita en el 103. Qué pena. Y todo se desmoronó en ese último instante. Con la despiadada diana danesa.

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