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J. Molins
Martes, 21 de noviembre 2017, 00:12
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En el Ciutat d’Alzira, un modesto club de Segunda Regional, están indignados. Especialmente uno de los entrenadores de la escuela, Raúl Navarro. Junto a su pareja acogió en su casa hace tres años a un niño saharaui llamado Fraiken Ali Mohamed, al que le encanta jugar al fútbol con los amigos que ha hecho en la localidad. Pero la FIFA le impide inscribirse y tener una licencia oficial del club, así que únicamente puede entrenarse y disputar algún amistoso.
El niño, que ahora tiene 15 años y está adaptado a la ciudad, donde estudia, no entiende por qué se produce lo que considera «una injusticia social» al cerrarle las puertas por ser extranjero. La realidad es que se topa con el artículo 19.2 A de la Federación Española de Fútbol, creado por la FIFA, que obliga a que sus padres tengan que vivir y trabajar en España para poder obtener la licencia en un club. Tras los casos que afectaron al Real Madrid, Barcelona y Atlético por los menores de edad, el organismo internacional es inflexible con la normativa.
Los padres de Fraiken viven en Sáhara y no pueden venir a España por motivos económicos. Su hermana es la tutora legal, y trabaja en Sevilla, pero dio el consentimiento a Raúl y su pareja para acoger al niño y que viviera con ellos en Alzira, tras haber pasado los veranos de su infancia con ellos. Pero la ausencia de sus padres hace imposible que puedan darle la licencia en el club alcireño. No se dan los requisitos, ya que no hay contrato de trabajo de los padres, documento de sustento económico, certificado de empadronamiento, ni permiso de residencia. La norma obliga a que la mudanza de los padres sea por motivos ajenos al fútbol.
El Ciutat d’Alzira, a través de su secretario, Pablo Carrió, ha hecho infinidad de trámites con la Federación Valenciana, como obtener el certificado original de nacimiento del niño y expone que «no hay ninguna voluntad de mercadeo, sino que se trata de un club humilde y un niño que sólo quiere jugar al fútbol con sus amigos». Pero la Federación no tiene margen de maniobra, la normativa es clara, ya sea para un equipo de élite internacional o uno regional. Llevan más de dos años intentando obtener los permisos para la licencia, pero no podrá lograrla hasta ser mayor de edad.
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