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TONI CALERO
Jueves, 27 de abril 2017, 23:51
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Para entender que el Aldaia Femenino se juegue este fin de semana la posibilidad de ascender a Primera División es necesario regresar a 2010. Ese año, el segundo de un proyecto que sigue vivo negándose a tocar techo, en las entrañas del club tomaron una decisión sencilla y justa. Si los chicos que defendían el rojo en Primera Regional no pagaban cuotas, ¿por qué debían hacerlo las chicas? La apuesta salió, los resultados mejoraron y el Aldaia, «paso a paso», fue ganando caché sobre el césped y reputación en el todavía precario mundo del fútbol femenino. Ximo Villegas, uno de los principales padrinos de la escalada y actual entrenador de un grupo de chicas cuya dedicación le tiene fascinado, ya estaba ahí. Y sonríe pensando que su Aldaia, «ocho años después» acaricia la Liga Iberdrola, pero el ascenso no le roba el sueño.
La situación es compleja. El Aldaia visita al Valencia B, líder y necesitado del triunfo para que el filial del Levante no le arrebate la Liga en la última jornada. Para entrar en el playoff de ascenso, el equipo de Villegas necesita ganar al 'coco' y esperar que el Argel Alicante tropiece ante el Mislata. Es decir, campanazo y rezar para que lleguen buenas noticias del otro partido. A las 14 horas del domingo, el Aldaia sabrá si podrá luchar por un ascenso para el que se siente preparado. «El ayuntamiento cambiará el césped en verano, pondrá protecciones, los vestuarios están bien y si hiciera falta mejorar, podríamos hacerlo. Estamos preparados para el desafío sabiendo que además hay unas ayudas que llegan de Primera», mantiene el técnico, que además entrena a los chicos del Aldaia en Primera Regional y es director general deportivo del club.
Meterse entre los 16 mejores equipos del fútbol español no es «una obligación» aunque el Aldaia, que ya acumula unos cuantos ascensos hasta coronar su cuarta temporada en Segunda, está preparándose para el salto. Si no este año, el siguiente. «No tenemos ningún reparo en decir que el objetivo es ganar todos y cada uno de los partidos. Con tranquilidad, pero el objetivo es subir. Nunca nos vemos menos que nadie», argumenta Villegas, que recurre continuamente a la «solidez» para definir el proyecto femenino del Aldaia.
Al conjunto valenciano han ido llegando jugadoras con experiencia en Primera, otras fichadas de Zaragoza, Jaén o Tarragona y siguen estando dos chicas del pueblo. «Han crecido con el equipo y tiene mucho mérito», destaca el técnico. La misión de Villegas y el resto de organizadores se extiende a cuestiones más allá del fútbol: facilitan alojamiento e incluso trabajo. Algunas colaboran en la gestión y entrenan en la escuela. El Aldaia, pionero en multitud de cuestiones, es un motivo más dentro de Valencia para entender el imparable ascenso del fútbol femenino. Apenas queda rastro de actitudes machistas dentro de los campos, asegura Villegas, y la profesionalización va ganando terreno frente al desconocimiento. La parada más inmediata para el Aldaia puede ser el ascenso a Primera. O no. Pero las bases se pusieron por mucho más.
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