Borrar

Ramos marca la diferencia

Marcelo se lesionó antes de la media hora y Cristiano lo intentó pero volvió a estar desacertado ante un rival que no sabe defender

IGNACIO TYLKO

Domingo, 22 de enero 2017, 00:34

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Después de unos días muy difíciles en lo personal por su enfrentamiento con una parte de la afición sevillista y la consiguiente polémica mediática, Sergio Ramos se erigió una vez más en el héroe del Santiago Bernabéu y fue determinante para el sufrido triunfo del Real Madrid ante un Málaga que es osado y toca bien, pero es muy flojo en la estrategia defensiva. El esperado éxito de los merengues no resuelve las dudas sobre su juego pero pone fin a una racha extraña de tres partidos sin ganar, les mantiene como único equipo invicto en casa de la Liga y les convierte en campeones de invierno incluso con un partido menos que sus rivales, el que deben jugar en Mestalla y quedó aplazado por el Mundial de Clubes.

Salvo las apariciones del central de Camas para marcar diferencias una vez más, discurrió el duelo bastante equilibrado y abierto, y hubo cierto murmullo en la grada porque el Málaga rondó más de lo previsible la portería del discutido Keylor Navas. Si bien el Real Madrid llegaba más, Chory Castro había disparado a la base del poste, con el portero costarricense casi tan descolocado como en el segundo gol que encajó en el reciente choque del Pizjuán, obra de Jovetic.

No encontraron los de Zinedine Zidane la fórmula hasta que la sociedad Kroos-Ramos firmó una nueva exhibición a balón parado. Primero el sevillano cabeceó cerca del punto de penalti, a la salida de un córner, y sólo siete minutos más tarde, ya cerca del descanso, metió la suela para desviar desde el área pequeña un centro magnífico del alemán, tras una falta lateral. Pidieron con razón fuera de juego los costasoleños, pero la acción fue muy ajustada y estuvo muy mal defendida. Tampoco Kameni, decisivo en el empate del curso pasado en este mismo escenario, se atrevió a salir.

El duelo se inclinaba claramente hacia el lado local pasada la media hora, tras la inquietante lesión de Marcelo. Es un jugador clave y, dependiendo de su tiempo de baja, deja al campeón de Europa con enormes problemas en los laterales al no estar tampoco Carvajal durante un mes. De forma coyuntural, Zidane resolvió el problema cambiando de sistema y pasando del 4-3-3 al 4-4-2. Trasladó a Nacho, el chico para todo, al lateral izquierdo, retrasó a Lucas Vázquez al derecho e introdujo a Isco para jugar en el vértice del rombo. Cristiano Ronaldo, que había comenzado en la banda izquierda, pasó a jugar más cerca de Benzema y por el centro, aunque siempre con libertad.

No se le puede negar al Balón de Oro que lo intenta, que recibe y trata de brillar con bicicletas, taconazos, cambios de ritmo y remates, pero es evidente que no está bien y ha perdido el duende. En sus cuatro primeros intentos de desborde, ya perdió el balón. El público le animó de forma generalizada aunque se escucharon algunos pitos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios