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Chris Froome.
Froome, de la ilusión a la frustración
Abandono

Froome, de la ilusión a la frustración

La carrera que le encumbró a nivel internacional le pasó factura con una fractura de pie

Benito Urraburu

Jueves, 3 de septiembre 2015, 11:13

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La Vuelta a España ha perdido de forma definitiva a Chris Froome, aunque lo cierto es que ya se había despedido de la carrera, de la general de la misma, el día anterior, camino de Andorra, cuando perdió 8:41 debido a una caída que tuvo antes del inicio del puerto de La Collada de Beixalis.

"Las pruebas médicas realizadas esta mañana confirman la fractura. Fin de la Vuelta para mí", decía el ciclista británico en su cuenta de Twitter.

Froome, podría haberse bajado de la bicicleta sin ningún problema kilómetros después de sufrir ese percance, pero siguió hasta la meta en un gesto que le honra y que habla de su profesionalidad.

Tiene su temporada más que justificada con su victoria en el Tour de Francia, a la que se unen la Vuelta a Andalucía el Criterium del Dauphiné, por lo que nadie hubiese criticado su abandono. Llegó, a diferencia de algún otro caso, por voluntad propia a la Vuelta, en la que había ido un poco a remolque, a la espera de la gran jornada de montaña en Andorra. El estado físico que tenía en la llegada a ese país era muy malo. Llegó en muy malas condiciones a la meta de la etapa reina, con muchas molestias en la rodilla derecha.

Pasó por el hospital y quiso esperar hasta ayer por la mañana para comprobar el estado de su pierna, de su pie, cuando la inflamación que tenía hubiese decrecido. La resonancia que le hicieron este jueves por la mañana reveló que tenía una fractura en un hueso de un pie.

Los percances persiguen a Froome, un corredor que ya hace dos años se vio obligado a abandonar en el Tour de Francia, donde sufrió tres caídas antes de llegar a los pavés, de meterse en ellos. Se quedó dos kilómetros antes. Tuvo en ese Tour dos percances. Se golpeó el costado izquierdo y la muñeca.

Ese mismo año se había caído antes en el Dauphiné. Con su adiós, la Vuelta pierde al segundo de los cuatro hombres que llamaron la atención del ciclismo mundial antes del Tour de Francia, Vincenzo Nibali y el propio Froome. Contador no corrió la Vuelta. El único que queda en carrera es Nairo Quintana, muy alejado de los primeros lugares.

El propio corredor explicó vía Twitter que «el escáner de esta mañana confirmó fractura del hueso navicular. Final de la Vuelta para mí». El hueso navicular es un hueso que se encuentra en el tobillo, justo en medio del pie en la parte superior del hueso del talón. Una lesión extraña, como extraña fue la caída que tuvo.

Últimamente había mejorado en ese apartado de situarse en la carrera, de controlar en cierta medida algún tipo de inseguridad que tenía. Froome nunca ha sido un corredor hábil en carrera. Se ha distinguido por otras cosas, pero no por eso.

Habló en la página web de su equipo y comentó que «estoy hecho polvo por dejar la carrera debido a la lesión que sufrí en el pie. Me pegué en el lado de derecho de mi cuerpo y puse todo el peso sobre mi pie derecho. Intenté terminar la etapa como pude, pero llegué en muy malas condiciones. Voy a trabajar con el equipo médico del Sky para poder realizar una recuperación lo más completa posible».

Se despachó con alabanzas para sus compañeros: «Tenemos un gran grupo de corredores. Les deseó lo mejor en lo que queda de carrera. Les animaré desde mi casa».

La Vuelta a España le sirvió para que le descubriese el ciclismo internacional. Cuando la corrió por primera vez, en 2011, acabó segundo, detrás de Juanjo Cobo. En 2012 finalizó en cuarta posición por detrás de Contador, Valverde y Purito Rodríguez. El año pasado acabó segundo, por detrás de Alberto Contador, que le sacó 1:10.

Por unas razones o por otras, la Vuelta a España se le resiste al doble ganador del Tour de Francia, que quizá estuvo más cerca de ganar que nunca en la de 2011, que fue en la que el equipo Sky le frenó.

La razón principal es que no hay ningún corredor a nivel mundial que sea capaz de hacer dos grandes a un alto nivel, salvo Alberto Contador, que ganó el Giro y finalizó quinto en el Tour de Francia. Sólo Valverde podría acercarse al líder del Tinkoff si consiguiese meterse en el podio de la Vuelta, después de ser tercero en el Tour.

En el ciclismo actual conseguir un doblete victorioso se antoja imposible, aunque en el caso de Froome hay que decir que su mayor problema fue la caída. Sin ella no sabremos donde podía haber terminado.

Froome se volverá a centrar el próximo año en el Tour de Francia, donde normalmente volverá a encontrarse con Contador, Nibali y Valverde, aunque quizá el italiano apueste primero por el Giro, en una operación muy parecida a la que ha hecho este año Alberto Contador. Sin Froome, la Vuelta a España ha perdido uno de sus mayores alicientes puesto que sólo quedan en carrera dos corredores que saben lo que es ganar una prueba de tres semanas, Alejandro Valverde, la Vuelta, y Nairo Quintana, el Giro.

Una buena oportunidad para jóvenes ansiosos de dar un paso al frente y conseguir imponerse en una prueba de tres semanas, aunque los dos corredores de Movistar no se quedarán quietos en las jornadas montañosas que quedan. Ninguno de ellos se la jugará en la crono.

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