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Genovés II observa el saque de Martínez durante una partida de llargues en el Mundial de Colombia. m. r.
El capitán y el patriarca

El capitán y el patriarca

El veterano resto ejerce de líder mientras sigue comprometido al 100% con la pilota: «Nadie me va a retirar, el momento lo voy a decidir yo» «Que jueguen los jóvenes y si las cosas se ponen feas se puede contar conmigo», deslizó Genovés II durante el Mundial

MOISÉS RODRÍGUEZ

VALENCIA.

Martes, 5 de diciembre 2017, 00:17

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La Selección Valenciana ha tenido dos capitanes en el Mundial. A Pablo de Sella le ha servido como analgésico lucir el brazalete en Colombia. Ha padecido un calvario con las lesiones y, dos años después, parece que empieza a ver la luz. Necesitaba sentirse importante y ese chute de optimismo puede valerle para tomar impulso en el trinquet. El otro capitán ha sido más bien un patriarca. A estas alturas, Genovés II no necesita símbolo alguno. Él mismo es todo un icono de la vaqueta. Un chasquido de dedos de José Cabanes ponía en marcha al resto. Sus risotadas imprimían de alegría a la expedición. Las dotes de liderazgo que demuestra cada día en el trinquet y fuera de él, al servicio del combinado de Pigat II.

A Genovés II nadie tuvo que mentalizarle sobre la trascendencia del campeonato. Sabía que la guerra estaba en les llargues, modalidad que no se ganaba desde 2004. El grupo iba a ser juzgado por un torneo destinado a decidirse en un último cara a cara frente a Bélgica, como así fue. Cocinó esa partida a fuego lento.

Estuvo algo serio durante las 30 horas que separaron Manises de Pasto. Necesitaba ese proceso de aislarse de una situación compleja que vive en familia, su gran amor. Era imprescindible para sumar a la pilota, su otra pasión. Su sonora carcajada tras el vertiginoso aterrizaje en el aeropuerto Antonio Nariño fue una improvisada terapia de liberación. Exteriorizó los nervios de una última escala no apta para los que odien volar y, sobre todo, se despojó durante unos días de los problemas que dejaba en Valencia.

Genovés II no hizo valer el peso de la veteranía en Colombia. No exigió en ningún momento el lugar que sí podría haber reclamado por nombre y trayectoria. Se conformó con participar en la modalidad de juego internacional. También actuó en la autóctona de chazas. Para les llargues, todas las miradas se giraron hacia él. En la expedición había más de un quinteto de pilotaris que se han criado en las partidas de ratlles. ¿Quién le decía al icono que quizás no iba a actuar en el torneo donde la Selección Valenciana iba a poner en juego su prestigio?

Y él salió al paso. «Les llargues, para los jóvenes. Yo trataré de aportar a pie de cancha y, si las cosas se ponen feas, se puede contar conmigo», proclamó. Eligió el momento. Antes de que empezase la trascendental competición. Lo dijo en voz alta, para que le oyese hasta el último integrante de la expedición.

Jugó una partida, contra Italia, que era pan comido para los valencianos. «¡Tranquilo, que la he tocado! Yo si es tanto, lo doy», avisó ante el conato de un rival de montar un circo con protestas a los jueces, como había hecho antes frente a Euskadi. El show de Genovés II gastando bromas fue continuo durante la semana en San Juan de Pasto.

Menos cuando tocó ponerse serio. «A mí, que me ganen, bien, pero que no me quieran engañar», se lamentó tras la derrota ante Colombia en chazas con alguna decisión de los jueces más que discutible. Y en llargues. Ahí se erigió en el patriarca del grupo. Sabedor de que el traure era la piedra filosofal para triunfar en la final ante los belgas, estuvo en todo momento al lado de los bancas, Martínez y José Luis Calvo. Les adoctrinó y animó, a ellos y al resto de sus compañeros... y luego disfrutó como un juvenil.

«A mí nadie me va a retirar, elegiré yo el momento», avisó Genovés II, quien tiene la ilusión intacta por llegar al Europeo de Holanda. A decir verdad, lo que sigue sintiendo es ese amor por la pilota que le han inculcado en casa desde la cuna. El que notó desde la primera vez que vio a otro grande de la vaqueta, el que más: su padre, Paco Genovés.

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