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HÉCTOR ESTEBAN
Sábado, 20 de febrero 2016, 23:44
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valencia. Laura C. G. tiene 14 años. Ama el baloncesto. Quiere jugar. Quiere pero no puede. Puede pero no quiere. En realidad es prisionera de su ficha. Al menos así lo siente. Ella y sus padres. Laura pertenece al Nou Bàsquet Femení Castelló. Dueño de sus derechos. La niña se quiere ir. El club defiende que tiene un compromiso de permanencia. Rubricado en septiembre hasta final de temporada. Pero Laura no quiere jugar allí. Busca otro sitio. En Valencia. Todas las partes andan cargadas de razones. Hasta la Federación de Baloncesto de la Comunitat Valenciana se ha posicionado en la polémica. Un tira y afloja de adultos con una menor como cuerda. Los disparates del deporte base. Las fichas deportivas anulan las voluntades, atan a los menores de septiembre a junio bajo un único escudo.
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